ProActivo | Buenaventura cuenta con un portafolio diversificado de 10 operaciones mineras entre oro, plata, cobre, zinc y plomo. Opera totalmente ocho, mientras que dos, en sociedad con las gigantes estadounidenses Newmont en Yanacocha; y Freeport-McMoRan en Cerro Verde.
El gerente general de Buenaventura, Leandro García, destacó las inversiones de la empresa alrededor de sus unidades para darles mayor valor agregado. “Uchucchacua, Julcani y Orcopampa tienen más de 30 años de existencia, somos un negocio de largo plazo”, remarcó.
“Tenemos un importante crecimiento por venir con los proyectos San Gabriel, Trapiche y la planta metalúrgica Río Seco. Y una sólida situación financiera, con cifras a mayo, de US$ 265 millones y una deuda limpia de US$ 607 millones”, detalló durante el Networking Breakfast & Conference, “Buenaventura Planes y Proyectos de sus Operaciones Mineras”, organizado por la Cámara de Comercio Canadá Perú.
Prácticas responsables y sostenibles
García resaltó que el desarrollo de prácticas responsables y la sostenibilidad son el foco más importante para la empresa, que involucra la gobernanza, medio ambiente, seguridad y temas sociales.
“En gobernanza tenemos un sistema de línea ética, renovado cada dos años, con las mejores prácticas internacionales sobre cómo manejar las denuncias. En seguridad hemos mejorado mucho nuestros índices, en el 2020 tuvimos un 1.16, menor al del 2019”, agregó.
Acotó que en gestión social desarrollan políticas de relacionamiento con las comunidades, políticas de empleo local, de servicios, desarrollo productivo, infraestructura y desarrollo humano.
CAPEX de San Gabriel de 430 millones de dólares
Renzo Macher, gerente de Desarrollo de Proyectos de Buenaventura, dijo que la minera tiene para su pronta ejecución los proyectos: San Gabriel, Trapiche, Río Seco y Tantahuatay, a los que se suman Yanacocha Sulfuros, Yumpaq y El Brocal, los cuales requieren de mayores inversiones.
“San Gabriel, ubicado en Moquegua, producirá barras de oro, tiene reservas del orden de los 15.6 millones de toneladas con 4.68 gramos por tonelada, y una planta con capacidad de 3 mil toneladas por día, con una producción estimada de 120 mil a 150 mil onzas de oro por año. Ya está el estudio de factibilidad concluido”, pormenorizó.
Macher agregó que si bien la pandemia ha interrumpido las reuniones con las comunidades del entorno para viabilizar las consultas previas y posteriores beneficios, esperan concretar pronto este proceso y que en julio próximo el directorio decida el inicio de la construcción de la obra, previa obtención de autorizaciones del Minem.
“El CAPEX inicial de este proyecto es del orden de US$ 370 a US$ 430 millones y proyectamos que tendrá un EBITDA de US$ 110 a US$ 150 millones”, subrayó.
Trapiche
Refirió que el proyecto de cobre Trapiche, en Apurímac, se encuentra en proceso de disimilación para luego producir cátodos a través de una planta de SX-EW.
“Tiene reservas de unos 283 millones de toneladas de sulfuros secundarios, con 0.51% de cobre, y revisamos su pre factibilidad para lograr su pronta aprobación para pasar a la de factibilidad, que involucra construir las columnas de la planta metalúrgica, que por la pandemia se pospuso”, puntualizó.
Se trata de una planta procesadora con capacidad de procesamiento de 45 mil a 65 mil toneladas por día, y se espera produzca entre 50 y 70 mil toneladas de cobre.
Planta industrial Río Seco
En cuanto al proyecto Río Seco, en Huaral, se trata de una planta industrial para el tratamiento de concentrados complejos con alto contenido de arsénico, procedentes del proyecto Marcapunta.
Está previsto que la actualización del Estudio de Factibilidad sea concluida en el primer trimestre. “Es una valiosa iniciativa que permitirá separar el arsénico de concentrados complejos de cobre. Es una planta que generará un negocio rentable”, añadió.
Tantahuatay Sulfuros
Indicó que el proyecto Tantahuatay sulfuros, ubicado debajo de su unidad minera Coimolache de óxidos de oro, tiene debajo grandes yacimientos de cobre. Con resultados positivos a nivel de scoping study. Este año iniciarán la campaña de perforación infill.
Asimismo, señaló que se trata de un caso de negocio independiente con 60,000 toneladas de cobre por día, dentro de las concesiones de Compañía Minera Coimolache.
Yumpaq y la innovación para mejorar producción
A su turno, el vicepresidente de Operaciones de Buenaventura, Juan Carlos Ortiz destacó el aprovechamiento de la ubicación de Yumpaq (Pasco) con la mina Uchucchacua.
Dio a conocer que con la introducción de innovación tecnológica remota las instalaciones de bombeo de agua van a funcionar sin operador, y mejorarán los sistemas de ventilación, servicios y mantenimiento.
Nuevo enfoque: Reducir tiempos improductivos
Ortiz explicó que el nuevo enfoque en Buenaventura –con el soporte de la nueva tecnología- es el diseño de mina en ciclos “continuos” versus producción por guardias (sistema “batch”) para capturar tiempos improductivos durante almuerzos y cambio de turnos. Con un monitoreo en tiempo real a través de la fibra óptica.
Mejorará la seguridad del trabajador al momento de las voladuras que podrán ser remotas.
Actualmente están probando una perforadora con tecnología que no utiliza aire comprimido para voltear el martillo y hacer una perforación, sino que utiliza agua a presión, algo significativamente menos costoso.
“Con una modificación podrá facilitar un control de leyes y hacer perforaciones entre 4 mil y 5 mil metros por mes a un costo de US$ 30 por metro, y reemplazar en muchos casos la perforación diamantina que cuesta 100 o 150 dólares por metro”, manifestó.
Finalmente, Ortíz destacó que todo aquello conforma el plan de mejora continua que despliega la empresa este 2021 y que superará el exitoso plan de tres años atrás, que tuvo un margen importante contribución del orden de US$ 88 millones.