Luis Carranza

Por Mónica Belling /Desde Arequipa.- Luis Carranza Ugarte, exministro de Economía y Finanzas, en CADE Ejecutivos 2024, dijo que Perú ha ido en los últimos años “cuesta abajo”, como dice el tango, sin descartar la posibilidad de crecimiento del país, sustentado en el atributo que tiene de cohesión social y sus recursos naturales, como el cobre. Ambos atributos pueden traer nuevamente el “milagro peruano”.

 “De la degradación a la reconstrucción de nuestro futuro”, es el lema del presente  CADE y al respecto se refirió a la deserción del Perú de 685 mil jóvenes en 2023. En esa línea, aseguró que tras reuniones que mantuvo con jóvenes universitarios arequipeños, pudo recoger que más del 80% de ellos planea emigrar una vez concluyan sus estudios. “Seis de cada diez jóvenes quieren irse del país porque no ven futuro”.

El economista trajo a colación otro fenómeno social de impacto para la economía nacional  y que refleja descontento y falta de confianza, ocurrida en el año 2021, cuando los residentes peruanos decidieron sacar sus ahorros del país. Una suma de USD 23 mil millones, es decir 10% del PBI.

Volver al milagro peruano: Cohesión social

Carranza, director de Alpha Asesoría Estratégica recordó que hace poco Perú era considerado como “el milagro económico de América Latina”, con periodos de crecimiento, entre 20 y 30 años, con buenas políticas de apertura, de atracción de la inversión y de exportaciones, pero no hemos sido capaces de mantenerlo”, señaló.

Asimismo explicó que parte de dichos problemas están relacionados con la falta de visión y cohesión social para continuar con las cosas que funcionan. “Caímos en las trampas del populismo”.

Como ejemplo indicó el último ránking del Banco Mundial (BM) del entorno para hacer negocios, Doing Business. Según sus propios cálculos, Perú ocupa el puesto 23 de 50 países que la entidad considera. Luego lo comparó con el ránking anterior del BM, el Índice de facilidad para hacer negocios, de donde recogió que en el 2006 Perú se ubicaba en el puesto 17, y en el 2011 llegamos a estar en el noveno lugar.

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El extitular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), recordó que en el año 2010 donde no hubo conferencias sino mesas de trabajo en las que participaron todos los asistentes con propuestas, se presentó una agenda de prosperidad. Dijo que como consecuencia de ese trabajo, elaboraron 100 proyectos de ley que entregaron al primer ministro de entonces, Salomón Lerner. Sin embargo, ninguna fue promovida. “¿Por qué cómo sociedad no hicimos nada? ¿Por qué simplemente presentamos las propuestas y no actuamos?”, cuestionó.

De igual manera, recordó el CADE de 1996, cuando la economía nacional iniciaba el crecimiento y se presentó un visión del país optimista y con dos metas principales: Que el Perú sea el país latinoamericano más integrado al mundo en comercio, inversión, y tecnología; y que el Perú sería una democracia avanzada, socialmente integrada y plural, con educación y empleo de calidad, y sin extrema pobreza.

Tras una sucesión de crisis internacionales y la nacional provocada por el Fenómeno El Niño en 1998, señaló que la pobreza a inicios de la década del 2000 estuvo en 54%. “La visión se mantuvo, retomamos el crecimiento a pesar de lo durísimo de la crisis”.

“Hoy, dato duro, somos la economía más fuerte de la región. Deuda sobre PBI, reserva sobre PBI, convergencia de inflación, fortaleza de nuestra moneda, utilicen el dato duro que quieran, somos la economía más sólida de la región”, aseguró.

Resaltó que en la década siguiente se avanzó mucho en dichos objetivos, y las agroexportaciones es el punto más brillante. “Trabajando coordinadamente hemos logrado este milagro, 50 veces. 14% de tasa de crecimiento anual promedio, pero es el mejor ejemplo también de cómo nos cortamos las alas para seguir volando y hemos retrocedido en la promoción, y estamos poniéndole trabas a la inversión. No hay nada más potente que este sector para explicar el crecimiento de la productividad del país que tuvimos en la década del 2000”.

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Reparó que no hemos consolidado logros en turismo, bosques tropicales o biodiversidad. Además de graves retrocesos en temas institucionales como la democracia y el empleo de calidad.

“Nos estancamos en pobreza porque no empezamos a implementar las políticas que teníamos que hacer y retrocedimos, no consolidamos nuestras clases medias, no hemos mejorado la calidad de vida de los peruanos ni en educación, ni en salud, ni en infraestructura básica”, manifestó en declaraciones recogidas por ProActivo.

Entender cómo es el proceso de desarrollo

Dijo también que es importante entender el proceso de desarrollo y su relación con las variables económicas, así como con los sistemas político y social, así como la cultura emprendedora que pueden tener los países. “Lo importante es que estos tres sistemas tienen que avanzar de manera sincrónica, tienen que mejorar institucionalmente”.

“¿Qué pasa si la parte económica se estanca y si nuestras instituciones políticas se degradan? La sociedad tiene que activarse”, reflexionó.

Contó que vienen trabajando en Loreto, la segunda región más pobre del Perú, para rastrear sus principales problemas y construir una visión. Resaltó la conectividad e infraestructura y aparecieron otros puntos por mejorar, informó Carranza. “En los últimos 30 años ha sido la que menos ha crecido en el país”, observó.

Esta realidad contrasta con su gran potencial de sacar 188 mil barriles de petróleo al día, como en algún momento hicieron. En 2023 bajó a 15 mil barriles. “Si el Estado no tiene capacidad, ni voluntad de resolver estos problemas integrales, la sociedad loretana es la que tiene que llevar adelante las propuestas, y tienen que ponerse de acuerdo con las comunidades, con los gobiernos regionales, y llevar las propuestas al gobierno central, al Congreso. La sociedad tiene que movilizarse”, destacó.

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Agricultura y minería

También mencionó el potencial enorme en los dos sectores extremos de la productividad laboral: agricultura y minería. Sobre la primera industria mencionó que el milagro que usó de ejemplo se hizo con 250 mil hectáreas, lo que en 15 años podría triplicarse e impactar en la generación de empleo. “Por cada hectárea son dos puestos directos y por cada puesto directo son cuatro indirectos”.

En cuanto a la minería, subrayó que “hoy podríamos ser el principal exportador de cobre del mundo,  pero nosotros mismos cortamos nuestras alas”. Recalcó que es necesario poner en agenda y sacar adelante dichos proyectos de cobre.

Señaló que lo importante en el sector no solo es la actividad minera en sí, sino toda la red de proveedores que se tienen que sacar adelante. “En Arequipa, sin ninguna intención del Estado, se han formado en los últimos 20 años mil empresas proveedoras de minería y en todo el sur peruano, más de 2 mil empresas”.

Plano internacional

En otro momento Carranza reparó en los cambios que se han suscitado las últimas dos décadas a nivel global en cuanto a las potencias económicas y las relaciones multinacionales.

“En el 2001, China recibía 6% de las exportaciones peruanas. El año pasado China recibió 36% de las exportaciones peruanas, y ya es el principal socio comercial de Sudamérica con cerca de 25%. Ese flujo comercial tiene que pasar por tierras peruanas. Como Singapur en los 60 se convirtió en el hub logístico de Asia, Perú puede ser el hub logístico de la relación comercial entre Asia y Sudamérica. Hace 20 años nuestra ubicación geográfica no importaba nada. Hoy es crítica y va a aumentar este nivel de importancia, pero hay que saber aprovechar”, advirtió.