Para el director del Centro de Liderazgo de la Universidad del Pacífico y especialista en temas de responsabilidad social, Baltazar Caravedo Molinari, los conflictos sociales que se originan en el sector minero surgen porque las empresas extractivas no están acostumbradas a dialogar con la población desde la formulación del proyecto.
Explicó que las empresas mineras son vistas con desconfianza por pobladores que viven en zonas de influencia porque en muchos casos, no exponen con transparencia cómo la extracción afectará a la población y el medio ambiente.
El académico indicó que existe una falta de conciencia social, en todas las empresas del país, particularmente de las mineras.
Esta problemática se produce por falta de institucionalidad. “Este es un país muy desorganizado. La informalidad es muy grande y no hay costumbre de cumplir las promesas que uno hace y eso genera una manera de hacer política en la empresa”, acota.
Sobre la conducción del proyecto Tía María por parte de la empresa Southern, señaló que no se dio un manejo adecuado de la responsabilidad social.
Dijo que la presentación del Estudio de Impacto Ambienta (EIA) del proyecto cuprífero debió ser la conclusión de un acuerdo. Criticó que la minera sólo cumpliera con presentar el documento, sin dar tiempo a la apertura del diálogo entre las partes.
Indicó que es muy difícil que Southern revierta la situación en Tía María, porque la empresa es vista con mucha desconfianza por la población de Cocachacra y de todo el Perú. En general hay una mirada desconfiada hacia todas las empresa mineras, enfatizó.
La República