Mauricio Gilbonio, Andrea Segura, Gabriela Loayza y Elizabeth Duarte son egresados de la carrera de arquitectura de la UPC, que obtuvieron el primer lugar en la edición mundial del Premio Here For Good 2014 de Laureate Education Inc., realizado en la ciudad de Washington, Estados Unidos.
El premio les valió el financiamiento para ejecutar lo que ellos denominan Proyecto Puno, una ambiciosa iniciativa que consiste en la aplicación de técnicas pasivas para generar calor en las viviendas de familias en zonas altoandinas con el fin de mejorar su calidad de vida frente a condiciones climáticas extremas.
Gracias a la realización de un proyecto piloto, que tuvieron la oportunidad de aplicar en conjunto con dos familias de la comunidad de Sunimarca, en Puno, han constatado que su propuesta funciona. Las familias con las que trabajaron agradecieron significativas mejoras en sus vidas cotidianas.
Dichas mejoras, que incluyen la utilización de invernaderos adosados a los muros de las viviendas con el objetivo de transferir aire caliente, así como la implementación de duchas de agua caliente que funcionan con energía solar, son respetuosas con el medio ambiente y rescatan técnicas ancestrales de construcción.
La idea, afirma Gabriela, es aplicar la arquitectura vernácula para que las mejoras sean más fáciles de emplear por las comunidades y el proyecto sea sostenible en el tiempo. Ellos destacan el estudio previo que realizaron para que las técnicas fueran fácilmente vinculables a la realidad de los pobladores.
Su mayor motivación para aventurarse en tan grande empresa fue que todos los años persiste la misma situación: el frío que azota a las poblaciones más vulnerables, señala Mauricio, ante lo cual, no se puede seguir enviando frazadas, sino que se debe buscar una solución real y definitiva.
Sin embargo, no quieren que solo un grupo de personas se beneficie con la iniciativa, sino que esta permita proteger de las bajas temperaturas a todas las comunidades afectadas.
Con el monto que ganaron planean realizar viajes de investigación y nuevas pruebas, además de buscar mayor difusión y financiamiento para institucionalizar el proyecto y favorecer a más comunidades.
LA EXPERIENCIA
En Puno, a más de 3.800 m.s.n.m., tuvieron una conexión con los comuneros. Los arquitectos consideran que, así como ofrecieron sus conocimientos a las familias, aprendieron sobre diversos temas, como son la agricultura y la ganadería.
Ahora, lo que más anhelan los ganadores del premio Here For Good es que cada vez sean más jóvenes los que se unan a su sueño de crear una nación en la que todos piensen en las personas que están en las diferentes regiones del Perú.
El Comercio