Una desaceleración de la economía nacional pondría en riesgo la estabilidad social de millones de peruanos. Así lo advierte el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), que estima que 10,9 millones de ciudadanos —lo que representa al 31.8% de la población del país— podrían caer en situación de pobreza si el crecimiento económico se estanca.
“La vulnerabilidad económica sigue siendo alta en Perú. Según el Banco Mundial, el 27.5% de los peruanos vivía en condición de pobreza monetaria al cierre del 2024, pero si no se mantienen tasas de crecimiento por encima del 3.5%, esta cifra podría incrementarse considerablemente en el corto plazo”, sostuvo Milagros Torres, subdirectora académica de la Facultad de Negocios de Zegel.
Crecimiento en el primer trimestre de 2025
Pese a la desestabilidad política y la inseguridad ciudadana en creces, el país logró culminar el primer trimestre del 2025 con un avance del 4% en el Producto Bruto Interno (PBI). Solo en marzo, el crecimiento fue de 4.7% en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que refleja un avance en la economía nacional, pero con grandes retos por superar.
Este repunte está impulsado principalmente por el sector agroindustrial, la minería y los servicios. Sin embargo, expertos del IEDEP advierten que, sin políticas que promuevan la inversión sostenida y la infraestructura social, estos logros podrían ser temporales.
Desigualdad persistente entre lo urbano y lo rural
De acuerdo con cifras oficiales del INEI, la pobreza monetaria en Perú se redujo ligeramente de 29% en 2023 a 27.6% en 2024, beneficiando a unas 386 mil personas. No obstante, las brechas entre las zonas rurales y urbanas siguen siendo notorias. En las zonas urbanas, la pobreza afecta al 24.8% de los habitantes, mientras que en las áreas rurales esta cifra asciende al 39.3%.
“Una economía que crece pero no distribuye sus beneficios termina profundizando las desigualdades. Más del 60% de la población rural en Perú se dedica a actividades informales, con bajos ingresos y escaso acceso a servicios públicos”, explicó Milagros Torres.
La advertencia del IEDEP llega en un momento crucial para la economía peruana, en el que se requiere continuar con un crecimiento sostenible, que no solo genere cifras positivas, sino también un impacto directo en la calidad de vida de la población.