Los problemas energéticos en Chile y la falta de agua, se han convertido en el talón de Aquiles para el país del cobre. Luego que Argentina los privó de su gas natural, la crisis no ha sido resuelta y bajaron las expectativas por emplear energía nuclear, después de Fukushima. Conseguir fuentes hídricas para su competitividad es una urgencia.
Santiago de Chile (Por Mónica Belling)
En la reciente Expomin 2012, en el recinto ferial, Espacio Riesco, además de la diversidad de maquinarias exhibidas, no faltó la agenda de análisis y debate para conocer las tendencias, potencialidades y retos de la actividad minera en la región y particularmente en Chile.
Uno de los espacios más interesantes fue la mesa redonda integrada por René Muga, Nelson Pizarro, Vicente Perez y Juan Enrique Morales quienes analizaron la problemática energética en el desarrollo minero y sus posibles soluciones.
René Muga, gerente general de la recientemente creada Asociación Gremial de Generadoras de Chile, reclamó que los proyectos requieren 21 permisos ambientales y 35 sectoriales.
Dispuesto a asumir el desafío energético que enfrenta su país, no dudó en puntualizar realidades como que la concesión definitiva de transmisión tarda en promedio 290 días, en tanto que los derechos de agua demoran unos 590 días, sin contar con la judicialización creciente que deben afrontar.
Explicó que el sector energético en Chile tiene que enfrentar las demoras en la aprobación de generación y transmisión y en su construcción, las cuales tienen un alto costo para el país y “pueden generar estrechez en la oferta de energía eléctrica en el mediano plazo (2016- 2017)”, además de elevar el alto costo marginal.
Lamentó que en Chile, la energía se haya convertido en un tema de debate político y pidió que la discusión incluya elementos más técnicos, por lo cual convocó a los actores para que asuman posiciones más constructivas.
Por otro lado, el empresario Nelson Pizarro, de Minera Caserones, informó que la minería en Chile ha invertido permanentemente en la búsqueda de reducción del consumo de agua en sus procesos.
Subrayó que los proyectos que han decidido emplear agua de mar, generalmente están cercanos a la costa y que las grandes distancias y altura de los yacimientos elevan considerablemente el costo de su uso.
Pizarro apuntó que las dificultades que presenta el mercado energético chileno “afectan severamente la competitividad del país” y que las soluciones en forma independiente, es decir de bajo volumen, elevan considerablemente el costo de las operaciones mineras.
“Los recursos hídricos son y continuarán siendo un recurso escaso y crecientemente más caro y las políticas del país generarán nuevas presiones sobre el recurso hídrico”, acusó.
Finalmente, dijo que la minería representa un 7 por ciento del uso de agua en las regiones en las que se encuentra en forma relevante, con un crecimiento en su uso eficiente en la última década, sin que la optimización en su uso haya resuelto los problemas de la zona norte de Chile que es donde se concentra principalmente la minería.