Los principales líderes de China intensificaron sus esfuerzos urgentes para reactivar el crecimiento con promesas de apoyar el gasto fiscal y estabilizar el asediado sector inmobiliario, dando un nuevo impulso a las medidas de estímulo destinadas a detener una desaceleración en la segunda economía más grande del mundo.
La reunión del presidente Xi Jinping con los 24 miembros del Politburó concluyó con la promesa de esforzarse por alcanzar los objetivos económicos anuales del país, informó el jueves la agencia oficial de noticias Xinhua. Los funcionarios prometieron tomar medidas para que el mercado inmobiliario “deje de decaer”, en su promesa más firme hasta ahora para estabilizar el crucial sector, después de que los precios de las viviendas nuevas bajaran en agosto al ritmo mensual más rápido desde 2014.
El gobierno limitará estrictamente la construcción de nuevos proyectos de vivienda, dijo el Politburó, como parte de los esfuerzos por aliviar el exceso de oferta residencial. No se ofrecieron detalles sobre el tamaño del gasto fiscal, y es probable que las agencias completen los detalles en los próximos días y semanas.
El comunicado del Politburó se destacó por su lenguaje específico al abordar los recortes de tasas, por ejemplo, en comparación con sus declaraciones típicamente generales. Ese cambio subraya la necesidad de los funcionarios de hablar directamente con los mercados, días después de que el banco central anunciara una poderosa ofensiva de políticas que hizo que el índice bursátil de referencia se disparara a su nivel más alto desde 2020.
Las instrucciones sobre el sector inmobiliario marcaron “la primera vez desde que comenzó la recesión que el Politburó ha apuntado explícitamente a un repunte del mercado”, dijo en una nota Julian Evans-Pritchard, jefe de economía de China en Capital Economics.
La noticia se conoció horas antes de lo normal, justo cuando comenzaban las operaciones de la tarde. Tras su publicación, el índice chino CSI 300 —un indicador de las acciones de China continental— amplió las ganancias hasta el 4,2%, borrando las pérdidas del año, mientras que un indicador de promotores inmobiliarios seguido por Bloomberg saltó un 15,9%.
El rendimiento de los bonos chinos a 10 años subió 3 puntos básicos, hasta el 2,06%, mientras que las acciones repuntaron. El yuan se fortaleció un 0,2% para cotizar a 7,02 por dólar a las 16:20 hora local.
El enfoque en la economía en la reunión del Politburó de este mes —la primera vez desde 2018— fue inusual y habla del deseo de los funcionarios de disipar la creciente ansiedad económica después de que el crecimiento de China se desacelerara al peor ritmo en cinco trimestres.
Los líderes llamaron a la “calma” en el manejo de los retos económicos actuales, al tiempo que parecían reconocer que era el momento de un cambio de marcha. Los funcionarios recibieron instrucciones claras para “hacer frente a las dificultades, reforzar la confianza y aumentar seriamente el sentido de la responsabilidad y la urgencia de hacer bien el trabajo económico”.
En general, los economistas ven el anuncio como un giro respecto al anterior enfoque poco sistemático de las autoridades para impulsar la economía, aunque el alcance de cualquier estímulo fiscal sigue sin estar claro.
“Este paquete de estímulo respaldado por la reunión del Politburó de hoy representa un cambio estratégico en la política macroeconómica”, afirmó Bruce Pang, economista jefe para China de Jones Lang LaSalle Inc. “Si hay apoyos fiscales más sustanciales y un repunte del gasto público, probablemente será suficiente para impulsar un giro en la confianza empresarial, la confianza del mercado y las actividades económicas”.
En una señal de que el gobierno está cada vez más preocupado por las dificultades económicas, el Politburó prometió reforzar la ayuda a las personas con problemas para encontrar trabajo y a los grupos con menores ingresos. El día anterior, el país dijo que daría ayudas únicas en efectivo a los residentes en apuros y prometió más subsidios para algunos desempleados.
El Politburó también instó a los funcionarios a “emitir y hacer un buen uso” de los bonos soberanos especiales ultralargos y de los instrumentos especiales locales para impulsar la inversión. Los gobiernos locales han acelerado la emisión de bonos desde agosto tras mantener un ritmo lento en los meses anteriores, debido a las dificultades para encontrar proyectos de calidad en los que invertir al tiempo que intentaban reducir los riesgos de la deuda.
La medida podría conducir a una mayor ampliación de los sectores en los que los funcionarios locales pueden invertir para facilitar el uso de la herramienta, dijo Ding Shuang, economista jefe para China y el norte de Asia de Standard Chartered Plc. Una forma eficaz sería permitir a los gobiernos locales comprar las viviendas no vendidas con fondos obtenidos de la venta de bonos especiales, dijo.
Normalmente, el órgano decisorio solo dedica sus sesiones de abril, julio y diciembre a debatir la situación económica actual. La última vez que una reunión de este tipo cayó fuera de esos meses fue en marzo de 2020, según registros oficiales, cuando China se tambaleaba por el brote de covid-19. En los últimos cuatro años, las sesiones de septiembre se han centrado sobre todo en la disciplina del partido o en el trabajo interno.
El Politburó también pidió que se apliquen enérgicamente los recortes de las tasas de interés y de los requisitos de reservas para los bancos, medidas de flexibilización anunciadas por el banco central chino esta semana.
A pesar de ello, las amenazas para la economía persisten. La crisis inmobiliaria, que ya se ha extendido por varios años y que ha acabado con una riqueza estimada en US$18 billones de los hogares, ha aplastado el apetito por el gasto y ha empujado a China a su racha de deflación más larga desde 1999. Las tensiones comerciales con Estados Unidos y Europa por acusaciones de exceso de capacidad china están ensombreciendo el motor fabril, que sigue siendo un inusual sector positivo.
La reciente batería de medidas de estímulo ha contribuido a reducir en cierta medida la preocupación de que China incumpla su objetivo de crecimiento anual del 5%. Anteriormente, los economistas de los bancos de Wall Street, incluido Goldman Sachs Group Inc., recortaron sus previsiones del PIB para todo el año a raíz de los lamentables datos económicos de agosto, que mostraron que la producción, el consumo y la inversión se enfriaron de forma generalizada.
“La frecuencia y la magnitud de los despliegues de políticas han superado nuestras expectativas”, escribieron en una nota los economistas de HSBC Holdings Plc. entre los que se encuentra Jing Liu. “La situación ha cambiado; prepárense para iniciativas más proactivas”.
Fuente: Bloomberg L.P.