China se prepara para implementar un nuevo régimen de licencias de exportación que limitaría el acceso de empresas vinculadas al sector militar estadounidense a tierras raras y otros materiales estratégicos, informó The Wall Street Journal (WSJ). Esta medida surge a pesar de los recientes compromisos de Pekín de flexibilizar sus controles de exportación en el marco de las negociaciones comerciales con Estados Unidos.
Según fuentes citadas por el medio, el gobierno chino planea establecer un sistema denominado “Validated End-User” (VEU), o usuario final validado, que permitiría a las compañías sin nexos con contratistas de defensa estadounidenses obtener aprobaciones más rápidas para importar materiales sensibles. El objetivo sería diferenciar entre usos civiles y militares, manteniendo un estricto control sobre las exportaciones de doble uso.
El nuevo marco busca equilibrar la promesa del presidente Xi Jinping de facilitar el flujo de materiales estratégicos —como las tierras raras— con la necesidad de proteger la seguridad nacional de China. En abril, Pekín había endurecido sus controles sobre estos recursos, aprovechando su posición dominante en el mercado global como una herramienta de presión en sus negociaciones comerciales con Washington.
Las tierras raras, esenciales en la fabricación de vehículos eléctricos, turbinas eólicas y dispositivos electrónicos, también son indispensables en aplicaciones militares como aviones de combate, submarinos y drones. Por ello, la implementación del sistema VEU podría dificultar el acceso a estos materiales para los fabricantes estadounidenses y europeos de los sectores automotriz y aeroespacial, muchos de los cuales abastecen tanto a mercados civiles como de defensa.
El esquema propuesto estaría inspirado en el modelo estadounidense de 2007, que otorga autorizaciones generales a empresas aprobadas, siempre que cumplan con inspecciones y controles específicos. Sin embargo, las autoridades chinas no han detallado aún qué compañías serían elegibles ni la duración de las licencias.
Este anuncio llega en un contexto de crecientes tensiones comerciales entre ambas potencias. Aunque los gobiernos de Donald Trump y Xi Jinping acordaron el 30 de octubre reducir restricciones, las exportaciones chinas de imanes de tierras raras a Estados Unidos cayeron un 29 % en septiembre, reflejando una persistente desconfianza mutua y el uso estratégico de los recursos críticos como instrumento de política exterior.

