Ingenieros australianos lograron extraer 14 veces más cantidad de hidrógeno utilizando ondas sonoras en un proceso de electrólisis para separar este elemento de las moléculas del agua, lo que podría reducir los costes de producción de hidrógeno limpio y disminuir las emisiones de gases contaminantes.
“La producción eléctrica de la electrólisis con ondas sonoras fue unas 14 veces mayor que la electrólisis sin ellas”, afirmó la autora principal del estudio, Yemima Ehrnst, en un comunicado publicado este martes por la Universidad australiana RMIT.
El hidrógeno -un elemento que abunda en el planeta, pero que no se encuentra como molécula separada- generalmente se extrae de otros recursos, como los combustibles fósiles (gas natural, carbón o petróleo) o el agua.
La mayor parte del hidrógeno que se produce en la actualidad proviene de combustibles fósiles como el gas, mientras que el hidrógeno que lograron extraer los ingenieros del RMIT es limpio, ya que proviene del agua y produce emisiones de vapor, por lo que se considera una alternativa menos contaminante.
Los expertos creen que la técnica descubierta ayudará a abaratar los costes de la producción de hidrógenos para ser utilizados en el sector del transporte, entre otros, lo que podría reducir las emisiones de gases tóxicos y contribuir en la lucha climática.
Para el estudio, los investigadores de la RMIT utilizaron vibraciones de alta frecuencia para separar el hidrógeno de las moléculas de agua en el proceso químico conocido como electrólisis, en el que utilizaron materiales para fabricar electrodos de bajo coste y evitaron los electrolitos altamente corrosivos.
La electrólisis consiste en hacer pasar electricidad a través del agua con dos electrodos para dividir las moléculas de agua en gases de oxígeno e hidrógeno, que aparecen en forma de burbujas, explicó el comunicado de la RMIT.
“Gracias a las ondas sonoras es mucho más fácil extraer hidrógeno del agua, lo que elimina la necesidad de utilizar electrolitos corrosivos y electrodos caros como el platino o el iridio”, dijo otro de los autores del estudio, Amgad Rezk.
“Como el agua no es un electrolito corrosivo, podemos utilizar materiales de electrodos mucho más baratos, como la plata”, agregó.
Asimismo, las ondas sonoras también evitaron la acumulación de burbujas de hidrógeno y oxígeno en los electrodos, lo que mejoró notablemente su conductividad y estabilidad.
Aunque la innovación -que ya ha sido patentada- es prometedora, el equipo de la RMIT se centra ahora en superar los retos que plantea la integración de las ondas sonoras con los electrolizadores existentes para mejorar esta nueva técnica, precisó el comunicado.
Fuente: EFE