Evitar equivocaciones en la contratación de un nuevo colaborador es clave para cualquier empresa que busque optimizar sus recursos y asegurar equipos de alto rendimiento. Según un estudio de la consultora Robert Half, el 38 % de las organizaciones en Perú reconoce haber contratado al candidato equivocado en el último año, lo que generó pérdidas económicas, desgaste operativo y desmotivación del equipo.
“La selección de personal dejó de ser una tarea administrativa para convertirse en un proceso estratégico que requiere planeamiento, criterios objetivos y profesionales capacitados. Una contratación inadecuada no solo representa costos financieros, sino también repercusiones en la cultura interna y en la productividad general”, sostiene Verónica Sánchez, directora de Recursos Humanos del Grupo Eulen Perú.
Asimismo, Sánchez señala que uno de los errores más comunes en los procesos de selección es priorizar la rapidez por encima de la calidad. “Muchas veces se busca cubrir la vacante cuanto antes, sin hacer un análisis profundo del perfil necesario o sin validar correctamente la información del candidato. Esa urgencia puede salir muy cara”, comenta.
Bajo ese enfoque, la líder en RR. HH de Grupo EULEN Perú expone cinco buenas prácticas que toda empresa debería considerar para evitar errores comunes en la selección de personal:
- Define con precisión el perfil del puesto. Considera tanto las habilidades técnicas como las blandas, y asegúrate de que estén alineadas con la cultura y los objetivos de la empresa.
- Utiliza herramientas de evaluación objetivas. Las pruebas psicométricas y entrevistas estructuradas permiten una valoración más justa y certera.
- Involucra al líder del área desde el inicio. Esto asegura que el nuevo talento responda realmente a las necesidades operativas y culturales del equipo.
- Verifica antecedentes laborales. Confirmar referencias ayuda a validar la experiencia del postulante y su comportamiento en entornos anteriores.
- Incorpora tecnología al proceso. Plataformas digitales especializadas agilizan la búsqueda, reducen sesgos y permiten una mejor toma de decisiones.
Implementar estas prácticas no solo acelera la contratación, sino que puede significar ahorros importantes. “Reemplazar a un trabajador recién incorporado puede costarle a una empresa entre 50 % y 60 % del salario anual del puesto, por lo que invertir estratégicamente en un proceso de selección riguroso resulta mucho más rentable que corregir una mala decisión más adelante”, finalizó Sánchez.