Grupo EULEN Perú

  • En Lima, casi tres de cada cuatro empresas cierran, según el INEI. La seguridad empresarial debe asumirse como inversión estratégica y no solo como un gasto operativo.

En Lima Metropolitana, por cada empresa que abre, casi tres cierran, lo que evidencia una preocupante volatilidad en el sector empresarial, así lo señala el reporte del INEI correspondiente al primer trimestre de 2025. Este dato refleja cómo la criminalidad amenaza la continuidad de las operaciones, la inversión y el empleo regional.

El último reporte del INEI sobre Demografía Empresarial advierte que en Lima Metropolitana la tasa de cierres casi triplica a la de aperturas. Esta volatilidad revela cómo la criminalidad y la inestabilidad afectan la continuidad de las operaciones, la inversión y el empleo regional.

En este contexto, la seguridad corporativa no puede seguir viéndose como un gasto operativo, sino como una inversión estratégica. Las amenazas que enfrentan las compañías hoy no solo involucran la pérdida de activos físicos, sino también interrupciones logísticas, daños reputacionales y desconfianza en sus clientes y socios comerciales. Por ello, anticipar riesgos se convierte en un factor decisivo para asegurar la continuidad del negocio y la competitividad en el mercado.

En esa línea, José Díaz, Gerente de Producto-Seguridad y Vigilancia del Grupo EULEN Perú, enfatizó: “Las empresas no pueden permitirse reaccionar después de un incidente. Hoy es indispensable identificar patrones de vulnerabilidad y actuar de manera preventiva, integrando seguridad física y analítica de datos”.

Con el último trimestre del año en marcha, las organizaciones requieren medidas claras y prácticas para enfrentar un entorno de riesgo cada vez más complejo. No se trata solo de instalar más cámaras o aumentar el número de guardias: la seguridad integral exige integrar datos, tecnología y gestión estratégica.  A continuación, cinco claves para anticipar riesgos y proteger operaciones.”

  1. Evaluar el impacto financiero del delito. Extorsiones, interrupciones en la cadena de suministro o ataques a unidades de transporte pueden generar pérdidas millonarias. Las compañías deben contar con modelos de evaluación económica que les permitan medir y anticipar cuánto podría costar un incidente, y tomar decisiones en base a esos escenarios.
  2. Integrar tecnología predictiva con seguridad física. La tendencia es combinar cámaras con analítica de video, sensores y sistemas de control de accesos con plataformas de datos que alerten sobre patrones sospechosos. Esto permite a las empresas prevenir no solo hurtos internos o externos, sino también intentos de intrusión en horarios o zonas críticas.
  3. Blindar la cadena logística y de distribución. Uno de los principales blancos del crimen organizado son los vehículos de transporte de mercancías y los centros de almacenamiento. Implementar seguimiento satelital, trazabilidad de cargas y protocolos de respuesta inmediata es esencial para reducir pérdidas y garantizar la continuidad operativa.
  4. Preparar equipos internos y externos. La seguridad ya no recae solo en el personal de vigilancia. Áreas como operaciones, finanzas y logística deben estar entrenadas para identificar señales de riesgo y activar protocolos. Una capacitación transversal aumenta la capacidad de reacción y reduce la vulnerabilidad de la organización.
  1. Revisar periódicamente la estrategia de seguridad. El contexto cambia trimestre a trimestre. Auditorías de seguridad, simulacros y evaluaciones externas permiten detectar nuevas amenazas —como el crecimiento de la ciberdelincuencia vinculada a fraudes financieros— y adaptar los planes antes de que los riesgos se materialicen.