Julio Villafuerte fue el expositor de la mesa redonda ENOS El Niños Oscilación Sur en el Perú. (Foto: ProActivo)

ProActivo | Las altas temperaturas que atraviesa el Perú en su litoral son producto de El Niño Oscilación Sur – ENOS, actualmente mal llamado Fenómeno El Niño – FEN.  Así lo afirmó el meteorólogo Julio Villafuerte Osambela.

El científico peruano explica que la denominación “El Niño Oscilación Sur” es internacional. “La Organización Meteorológica Mundial y los científicos lo denominan de esa manera, a raíz de que hace más de 60 años se descubrió que en una corriente los pescadores en el Perú utilizaban esta variación de temperaturas para pesca y para toda su variabilidad climática que tenían en el mapa del país y en Ecuador”, detalló.

Pero ¿Qué en qué afecta la denominación ENOS? Villafuerte Osambela explica que importa mucho porque al no tener la data meteorológica, los decisores ya sea de entidades públicas o privadas, responden sin aplicar la ciencia. También la capacidad de prevención se ve limitada por el presupuesto. “La nomenclatura está generando problemas”, alertó.

“El motivo por los cuales el Estado se demora en realizar sus prevenciones a largo plazo, llámese drenajes, diques, es por los continuos estados de emergencia. Todos los años estados de emergencia y eso impide el desarrollo de estas construcciones mayores”, declaró a ProActivo.

Dijo que esa corrección facilitará la toma de decisiones a largo plazo de los gobiernos regionales y locales. Podrán tener una herramienta suficiente para pedir el presupuesto necesario apoyados con el CEPLAN. “Para la prevención se necesita vigilar. No hay línea base, no se sabe cuánto tiempo se demoraría en hacer las cosas. Es necesario tener una buena red meteorológica nacional, una buena data y con eso generar los estudios posteriores”, agregó.

Precisiones de ENOS

Bajo el criterio de El Niño Oscilación Sur – ENOS, se desprende dos fases: La fase cálida (El Niño) y la fase fría (La Niña), además existe un evento neutro.

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Villafuerte explicó que a partir de allí, por ejemplo, surge un error con el concepto del ENFEN. “El Estudio Nacional del Fenómeno El Niño, se dedicaría solamente a la parte cálida; sin embargo, estudia también el Fenómeno La Niña”, añadió.

Es así que al socializar el término se queda solo con El Niño y se olvida que El Niño Oscilación Sur es la interacción de la atmósfera con el océano. “Para que exista el Fenómeno El Niño – FEN debe darse una integración con la corriente, si no, no hay el mal llamado Fenómeno El Niño”.

Señaló que otro aspecto preocupante es la subdivisión: Niña débil, Niña moderada, Niña fuerte. También Niño débil, Niño moderado, Niño fuerte, y Niño extraordinario, a las cuales en conjunto se les ha denominado “El Niño Costero”. “Niño extraordinario en las últimas décadas se dio sólo en 1989 y 1997”, acotó.

Del mismo modo, aclaró que la Comisión Permanente del Pacífico Sur no quiso “incrustar” los términos Niño Costero y Niña Costera.

Aparece el problema

“Imagínense las personas que no entienden esto y son tomadores de decisiones, tanto en la actividad privada como en la pública”, puntualizó Villafuerte.

El experto aclaró que también está mal denominado “El Niño Costero” porque no tiene integración con la atmósfera, aunque sí es un evento de una alteración oceánica. “Tiene que estar tres meses en la costa peruana para poder llamarlo El Niño y si no hay integración con la atmósfera no es Niño, por génesis. Lamentablemente ahora el ENFEN le ha llamado el Niño Global, y el Niño Costero”, dijo.

Asimismo, indicó que el ENOS debe ser una información más para alimentar a toda la estacionalidad de precipitaciones que hay en el país, teniendo al SENAMHI como ente rector.

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“El Niño Costero se basa en un concepto original de El Niño, pero asociado a la temperatura del mar, solo en la costa. “Ese problema fue incrustado en el ENFEN, y el ENFEN ya se estaba peleando con el Fenómeno de El Niño Global, con el ENOS. Todavía le dan otro más, otros problemas. Y la gente comenzó a sacar productos y terminología que la población en común no entiende y se pregunta ‘¿Hay Niño Costero, no hay Niño Costero?’”, expresó.

Las confusas terminologías han ocasionado incluso que autoridades de la región altiplánica de Puno, donde no hay costa, crean que son afectados por dicho evento climatológico. “Es culpa de nosotros, los meteorólogos, que no nos hemos sabido expresar de mejor manera”, admitió.

El reconocido geólogo José Macharé, coincidió en señalar que circula mala información y engañosa, ante una oscilación climática que ocurre desde hace muchos años y que es uno de los fenómenos más estudiados en el que abunda data sobre inundaciones y calentamiento del mar.

Prevención

El geólogo Patricio Valderrama destacó que lo importante es saber cómo responder a estos eventos e incluso poder aprovechar la ocurrencia de los mismos, tal como la captura del agua dulce por lluvias que ocurre en zonas de Ecuador.

Trajo a colación que recientemente en Chaclacayo hubo una lluvia de 3.4 milímetros, que siendo muy poca activó la quebrada. Poco tiempo atrás en Piura, con una lluvia de 12 milímetros, la ciudad se inundó al extremo que tuvieron que cerrar el mercado. “Sin embargo, en otra ciudad, como el Cusco, llueve 40 milímetros una hora y no pasa nada, la vida continua. Eso se llama resiliencia”, destacó.

Un año trágico por las lluvias fue 2017. “Nosotros podíamos ver cómo llovía 170 milímetros en el norte del Perú, en Piura y Sullana. Por supuesto que fue una enorme tragedia ya conocida. ¿Qué hemos hecho en estos siete años para prevenir a tal punto en el que 12 milímetros aniegan una ciudad? Allí viene el tema”, señaló.

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“Para comenzar, lo que tuvimos en el 2017 fue solo un calentamiento del mar peruano ecuatoriano. Lo que ahora tenemos es un calentamiento primero del mar peruano, después del Pacífico Central y ahora estamos en la fase cúlmine de un fenómeno propiamente El Niño, que ahora se denomina El Niño Global”, declaró a ProActivo.

El científico acusó que falta una visión de largo plazo de la prevención y el riesgo de desastres. Los geólogos dedicados a este tema analizamos qué se hace para el siguiente fenómeno. Por ejemplo, podría ser beneficioso almacenar cada gota de agua dulce que cae, como en Ecuador donde la almacenan y a nosotros la lluvia nos causa temor e indecisión. “Es importante que los tomadores de decisiones tengan la información técnica”, puntualizó.

Las declaraciones fueron brindadas en el marco del panel presidido por el ingeniero Pedro Isique Chanamé ENOS “El Niño Oscilación Sur” en el Perú organizado por el Colegio de Ingenieros del Perú CD- Lima, Capítulo de Ingeniería Geológica.

Julio César Villafuerte, es meteorólogo por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), de las Naciones Unidas. Director de Meteorología Aeronáutica y subdirector del Sistema de Vigilancia Amazónico y Nacional (SIVAN). Es miembro y vocero del COEN, miembro científico del ENFEN. Ha sido director general de Meteorología del SENAMHI.

Patricio Valderrama, es Doctor (PhD.) en Ciencias de la Tierra, Geólogo, Vulcanólogo investigador en desastres naturales. Especialista en Prevención y Gestión del Riesgo de Desastres a nivel de empresa privada o estatal.

José Macharé, es Doctor (PhD.) en Ciencias de la Tierra, Geólogo, e Ingeniero estructural. Docente en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).

Pedro Isique, es geólogo, CEO fundador de PIASA Consultores, presidente del XX Congreso Peruano de Geología.