- Comando Operacional del Norte, a través del Comando Unificado Pataz, integrado por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, asesta otro golpe al crimen organizado en la provincia de Pataz.
En el marco del Estado de Emergencia vigente, el Comando Unificado Pataz ejecutó con éxito nuevas operaciones conjuntas contra la minería ilegal y el crimen organizado, consolidando el control territorial y debilitando redes criminales que atentan contra la seguridad de la población y la legalidad minera en la región.
Como resultado de las más recientes intervenciones, se incautaron explosivos industriales, municiones, armas de fuego de guerra y equipos de comunicación utilizados por organizaciones delictivas para intimidar a la población y mantener actividades ilegales. Asimismo, se desarticularon estructuras criminales locales mediante acciones de inteligencia y patrullajes de control territorial, sumando ya más de 500 patrullajes acumulados.
“Continúa nuestra ofensiva contra la inseguridad e ilegalidad en Pataz, una estrategia integral del Comando Unificado Pataz con un despliegue operativo profesional de nuestras fuerzas armadas y PNP, en el Estado de Emergencia, observando siempre el derecho internacional humanitario. Seguimos trabajando para neutralizar con la fuerza de la ley estas economías ilícitas, protegiendo la vida de los ciudadanos en aras del desarrollo sostenible de la provincia”. Manifestó el Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, General de Ejército David Ojeda Parra, quien esta semana supervisó directamente el despliegue operativo en Pataz, destacando la articulación con el Comando Operacional del Norte y las entidades públicas.
El Comando Conjunto de las fuerzas Armadas mediante el Comando Unificado Pataz reafirma que sus acciones están enmarcadas en el respeto irrestricto a los derechos humanos y a la normativa vigente, contando con la participación varían entidades del Estado (Ministerio de Defensa, Fiscalía de la Nación, SUNAT, SUCAMEC, Migraciones, SUTRAN y Defensoría del Pueblo), autoridades locales y comunidades para construir confianza y garantizar la gobernabilidad. Asimismo, se mantiene una línea de comunicación abierta con la población para escuchar sus preocupaciones, explicar el alcance del Estado de Emergencia y ofrecer soluciones sostenibles.