negocio familiar

Conviene que el sucesor de una empresa familiar tenga formación académica, trabaje en otra compañía y ocupe cargos intermedios de responsabilidad antes de asumir el control.

María Jesús Rivas ha tenido una amplia preparación antes de gestionar el hotel que su familia posee en la localidad lucense de Burela. Sus estudios y la experiencia profesional en otras empresas le han permitido asumir el control del negocio , manteniendo su buen rumbo y preparándolo para los retos del futuro.

Al igual que en este caso, preparar adecuadamente al heredero de una empresa familiar es una cuestión decisiva para la supervivencia de este tipo de pymes .

Por ello, muchas compañías implantan un plan de sucesión en el que se detalla cuál debe ser su trayectoria profesional antes de asumir el control. Aunque no es imprescindible que este proceso esté tan estructurado -en algunas ocasiones estos documentos son demasiado rígidos y detallistas-, sí hay una serie de cuestiones que conviene tener en cuenta:

Planificación
“El proceso de sucesión puede durar entre cinco o diez años, por lo que conviene prepararlo con antelación y en el momento adecuado”, explica Josep Tapiès, catedrático de empresa familiar de IESE. El principal riesgo que detecta es que normalmente el dueño de la compañía intenta aguantar demasiado tiempo al frente de la misma, postergando su jubilación.

En muchos casos, incluso cuando no lo menciona directamente, esto provoca cierta frustración en el heredero. Hay una gran diferencia entre que pueda asumir el control de la empresa cuando tiene treinta años a si se ve forzado a esperar hasta los cuarenta. Por ello, la cuestión debe quedar hablada y aclarada con tiempo, para que ambos sepan a qué atenerse.

Formación
Los estudios que debe realizar el sucesor varían en función del tamaño de la compañía que va a dirigir. Si se trata de una empresa de tamaño medio, es imprescindible tener algún tipo de formación académica relacionada con la administración de empresas. No es necesario que sea una carrera universitaria, pues basta con un máster o algún otro tipo de curso especializado.

Para dirigir las más pequeñas, no se necesita un conocimiento tan especializado, sino que se puede aprender a través de la experiencia y los consejos del gestor. Lo que sí conviene, especialmente en aquellas que comercializan productos artesanales, es aprender los secretos del oficio. En muchos casos, tendrá que simultanear la gestión con la fabricación de los artículos o la venta al público.

Experiencia
Es muy recomendable que el heredero trabaje durante algunos años en otras compañías. Lo más interesante es que esta experiencia laboral sea en una gran empresa del mismo sector, pero no resulta imprescindible. Lo importante es que puede crecer y desarrollarse profesionalmente sin la protección ni la supervisión familiar. Además, aprenderá nuevas formas de gestión y ventas que podrá aplicar cuando esté al frente de su propio negocio. Una opción especialmente enriquecedora es que esta experiencia sea fuera de España, ya que las diferencias en cuanto a la manera de trabajar son mayores y puede servir también para preparar una futura internacionalización.

Entrada en la empresa
La incorporación del heredero a la compañía debe realizarse de forma progresiva, para que vaya conociendo las claves de su funcionamiento y gane experiencia. Lo recomendable es otorgarle una responsabilidad directa y que sea medible. Una vez hecho esto, hay que darle independencia para desarrollar esta tarea. Dos opciones frecuentes son responsabilizar al heredero de potenciar la venta online de la compañía o de preparar la internacionalización. La cuenta anual de resultados que presente servirá para determinar si ya está listo para asumir el control de todo el negocio.

Los errores más frecuentes
1. Muchos fundadores no dejan el negocio hasta el último momento. Pero es importante hablar con el heredero y diseñar una hoja de ruta que le permita saber cuándo podrá hacerse cargo de la empresa.

2. El empeño de los padres en que sus hijos asuman el relevo a veces hace que no evalúen sus capacidades. Pero deben asegurarse de que tienen iniciativa emprendedora y la visión de negocio suficiente para hacerse con el control.

3. Las ensañanzas del padre y conocer el negocio desde joven no es formación suficiente si se va a heredar una mediana empresa. Conviene hacer una carrera o un máster que prepare para la gestión y para afrontar los retos de futuro.

4. Si el heredero no trabaja fuera de la compañía, va a tener la mala costumbre de contar siempre con la influencia protectora de sus padres. Para favorecer su desarrollo, conviene que tenga alguna experiencia fuera de la empresa familiar.

5. La sucesión es un proceso que abarca mucho más que el momento en el que el heredero asume el control. Debe hacerse de forma gradual para que éste asuma progresivamente sus nuevas responsabilidades.

6. Cuando las tareas encomendadas al futuro heredero son demasiado imprecisas, será difícil valorar su rendimiento. Lo mejor es que se acostumbre a tener una cuenta de resultados propia.

Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)