La demanda global de oro en el tercer trimestre del 2020 fue la más baja en 11 años, ya que el ansia de los inversores por acumular lingotes se ralentizó y los bancos centrales vendieron metal por vez primera en una década, dijo el Consejo Mundial del Oro (CMO).
La pandemia del coronavirus hundió las ventas de las joyerías, que suelen ser la mayor fuente de demanda de oro, pero esto fue contrarrestado por inversores que buscaban un activo considerado como un refugio de valor.
El mercado de la joyería se recuperó levemente en el tercer trimestre, incluidos China y la India -el mayor-, aunque no fue suficiente para compensar el ritmo más lento de almacenamiento de inversores en fondos cotizados en bolsa (ETF), dijo el CMO.
La demanda global de oro fue 892.3 toneladas superior al trimestre julio-setiembre, 19% por debajo del tercer trimestre del 2019 y el más reducido desde el mismo periodo del 2009, durante la crisis financiera, según el CMO.
La demanda en los nueve primeros meses del año, de 2,972.1 toneladas, estuvo 10% por debajo de la del 2019 y fue la menor desde el 2009.
La demanda de los inversores impulsó el precio del oro desde en torno a US$ 1,500 la onza en enero a un récord máximo de US$ 2,072.50 en agosto, desalentando a los compradores de joyerías, muy sensibles a los precios.
No obstante, compras reducidas desde entonces por los ETF, que almacenan oro para los inversores, han visto los precios caer hasta cerca de US$ 1,900.
Fuente: Reuters