semillas de cacao

En 18 hectáreas de terreno fértil e irrigado, 27 pobladores de la comunidad nativa Kirigueti, en el Bajo Urubamba, Cusco, se beneficiarán con el proyecto “Fortalecimiento de capacidades productivas de los productores de cacao”, impulsado por Camisea, que brindará implementación tecnológica y asistencia técnica para potenciar su organización y productividad, promoviendo la apertura a mercados a nivel regional e internacional.

Los 27 productores de la comunidad Kirigueti serán capacitados en el manejo agronómico integral del cacao, gracias a un acuerdo con la Universidad Católica Sedes Sapientiae – UCSS, operadora del proyecto hasta el 2022. Diferentes especialistas quedarán a disposición para instruir a los pobladores en el manejo de plagas y así lograr, por ejemplo, la certificación de las 18 hectáreas de trabajo en menos de dos años.

Ver también:  Ejecutivo firma adenda para garantizar la continuidad de la ejecución del Aeropuerto Internacional de Chinchero en Cusco

Especialistas del proyecto indicaron que se logró con éxito una reunión con las comunidades del Bajo Urubamba para conocer qué productos potenciar, cómo mejorar los precios, elegir los abonos orgánicos, identificar nuevos mercados y lograr al 100% su formalización ante la SUNAT, ya que en esta etapa 2021-2022 están trabajando en la asociatividad y cooperativismo.

Tres de las metas de este proyecto es lograr inscribir a la asociación de productores de cacao en la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos – SUNARP, elaborar sus estatutos e iniciar el proceso de certificación que otorga la Organización Internacional de Comercio Justo (Fairtrade Labelling Organizations Internacional – FLO).

Ver también:  PBI per cápita de Cusco se multiplicó por cuatro en los últimos 30 años

Camisea también facilitará para esta iniciativa escuelas de campo, pasantías cooperativas cacaoleras, visitas a otras comunidades, y se desarrollará un plan de acción 2021-2022 basado en ejes de equipamiento, administración y producción. “Enseñaremos podas de formación y mantenimiento, manejo integrado de plagas, injertación, elaboración de abonos orgánicos, derivados del cacao como pasta de cacao, chocolates artesanales, mermeladas y jalea”, indicaron los representantes del proyecto.

De esta manera, Camisea demuestra su compromiso y preocupación por desarrollar proyectos sociales de impacto que promuevan el desarrollo económico de las poblaciones del Bajo Urubamba, un lugar donde viven diversas comunidades nativas yines y matsigenkas, y donde solo es posible acceder vía fluvial, desde Quillabamba, pasando el Pongo del Mainique; o vía aérea, por el aeródromo de la Planta Malvinas, donde se encuentra el yacimiento gasífero más importante del país.