El incendio forestal que duró casi una semana en la provincia de Quispicanchi provocó un daño devastador. Según el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), dos mil 800 hectáreas se quemaron.
Gustavo Infantas, titular del Indeci Cusco, informó que el fuego acabó con bosques de pinos, eucaliptos y cobertura vegetal natural de la zona.
EN VIVO | Cusco: incendio consume 2,000 hectáreas de ecosistemas forestales. Fuerzas Armadas se encuentran trabajando para mitigar el siniestro. ►https://t.co/gZx9y8toe8 pic.twitter.com/48rEjjOgyb
— TVPerú Noticias (@noticias_tvperu) August 8, 2021
Roberto Vidal Abarca, director de la Oficina de Gestión y Riesgos del gobierno regional, indicó que entre los escombros se encontraron cadáveres de aves, gatos andinos, venados, entre otras especies propias de la zona.
Contó que muchos animales silvestres se dejaron ver en las poblaciones cercanas tras huir del fuego.
El incendio forestal en Quispicanchi, fue uno de los más devastadores de este año debido al daño ecológico y los impactos medioambientales. “Aún estamos consolidando información, el reporte final será presentado en los siguientes días”, dijo Abarca.
Infantas y Abarca indicaron que el incendio en la zona de Andahuaylillas fue aplacado en su totalidad; sin embargo, en el distrito de Lucre aún persistían algunos focos de calor. Se teme que el fuego se reactive en cualquier momento.
Presupuesto insuficiente
Daniel Darcourt, gerente regional de Agricultura, sostuvo que se reestructurará el sistema de respuesta ante los incendios. Eso obliga a garantizar presupuesto, logística y personal para dichas emergencias.
Contó que el traslado de helibaldes con helicópteros y aviones para aplacar el fuego cuesta entre S/ 25 y S/ 30 mil.
El presupuesto para riesgos en Agricultura es de S/ 268 mil para toda la región. “Con ese presupuesto no podemos hacer nada”, apuntó
El año pasado se registraron 350 incendios. En este año son 82, según el COER.
Al cierre de nuestra edición, el incendio en Lucre volvió a reanudarse y las brigadas se preparaban para iniciar las labores de control.
Fuente: La República