El decano del Consejo Departamental del Colegio de Ingenieros de Lima, Francisco Aramayo Pinazo, no imaginó que su gestión tendría que afrontar una penosa controversia con el actual decano nacional del Colegio de Ingenieros del Perú (CIP) y asumir la defensa de la institucionalidad del prestigioso CIP. Su experiencia como ex ministro de Estado le permite tomar con cautela dicha coyuntura. Aquí la entrevista que sostuvo con ProActivo.
¿Cuál es el rol del CIP en la planificación del país?
El rol del CIP es estar al servicio de la sociedad, del país y proteger a los ingenieros peruanos, a través de un desarrollo de la ética profesional, que es tan necesaria en Perú y en el mundo, mediante la capacitación permanente. Los auditorios del Colegio siempre paran llenos de personas asistiendo a charlas, cursos y foros, al respecto.
Uno de los problemas en los últimos cinco años ha sido la falta de un norte claro para el país, de una planificación; el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan) existe, han sacado hasta un libro, pero al parecer no ha sido trabajado con todos los gremios profesionales, que son los que tienen las competencias para ello.
¿Cómo se puede dar una mayor eficiencia al Ceplan?
Lo que le falta al Ceplan es la vinculación con los colegios profesionales, sobre todo con el de Ingenieros, que está elaborando el Plan Perú 2040, y que podría integrarse (al del Ceplan) porque se trata de estudios similares que buscan el bienestar del país. Que cuente también con la participación de gremios empresariales, instituciones privadas y centros académicos, principalmente las universidades. Se debe coordinar más el Ceplan con el Plan Perú 2040.
¿Hay avances para que el Plan Perú 2040 sea integrado al Ceplan?
Supongo que sí. Quien lo maneja es el Consejo Nacional (CIP). Nosotros, como Consejo Departamental tenemos nuestros delegados ante dicho plan, que lo están desarrollando, como deben hacerlo el resto de Consejos Departamentales, y que juntos formarán un plan estratégico de todo el Perú.
Creo que es positivo lo del Plan Perú 2040, pero éste como muchas otras acciones que hacemos, están siendo afectadas por la pretendida prórroga por un año más del mandato para el cual fuimos elegidos y que, de acuerdo al estatuto, es para el periodo 2010-2011.
El Consejo Nacional quiere prorrogarlo por un año más mediante una resolución de Registros Públicos (Sunarp), y que el estatuto no lo permite.
¿Por qué desean prorrogar el mandato por un año adicional?
Surgió porque hasta el congreso de Ica, en mayo pasado, la mayoría de los colegios departamentales y el propio Consejo Nacional no se habían inscrito en los Registros Públicos. Al no estarlo, no podían manejar enteramente sus fondos, pues los bancos les pedían ese requisito; entonces se veían impedidos de hacer lo que habían prometido, como construir auditorios o ampliaciones de sus locales.
Nosotros nos inscribimos apenas ingresamos, pero la mayoría de nuestros pares departamentales no lo hicieron.
El tema de la prórroga debía atenderse para saber si era permitido por el estatuto; se consultó a diversos estudios de abogados, pero sólo uno dijo que si está permitido, mientras los demás afirman que no, como los de los doctores Aníbal Quiroga y los del Estudio Rosselló, entre otros, quienes coinciden en que no se puede dar una prórroga.
¿Qué estudio considera que si puede haber una prórroga?
El del Dr. Fernando Vidal considera que sí es posible, amparándose en la interpretación del estatuto. Pero al margen de lo legal, tenemos un compromiso: hemos jurado por dos años; y por un simple deseo no podemos estar un año más.
No siempre tenemos que hacer obras; mejor es respetar los principios de la institucionalidad, como la rotación de los directivos; y acordamos desde hace tiempo de que no haya reelección, sino renovación, y esto se está tratando de impedir con la pretendida prórroga.
En el CD – Lima acordamos mediante asamblea – el órgano de gobierno máximo- convocar a elecciones, acorde al estatuto; y la haremos el 11 de diciembre, como siempre, cada dos años.
¿Cómo van a actuar en caso de insistencia en la postura de continuar?
Espero que no haya tal, pues el daño que hace el Decano Nacional y los miembros del CIP es muy grande; es penoso que una institución de tanto prestigio -por su rol de servicio a la sociedad- esté envuelta en este lamentable problema. Nosotros fuimos electos para servir al Colegio y al país.
¿Por qué algunos delegados han asumido esta postura?
Al principio, se pensó que con la inscripción de más colegios ante los Registros Públicos en junio pasado, se podía de alguna forma solucionar el problema, dando la oportunidad a los próximos directivos de hacer las obras con el dinero que se estaba dejando y tener confianza que el permanente cambio sea en beneficio de nuestra orden, pero aquello ha sido obstaculizado por quienes quieren quedarse en el poder.
¿El CD Lima está asumiendo la defensa de la institucionalidad gremial?
Correcto, (asumimos) la defensa de la institucionalidad, de los principios rectores de los ingenieros y cuidando el prestigio de la orden para seguir sirviendo al país en general.
¿Usted se imaginó que iba a tener que afrontar una situación así?
No; creí que íbamos a seguir trabajando constructivamente, ahora estamos descuidando un poco otras tareas, pues se está priorizando la defensa de los principios institucionales y de que no se comentan atropellos, porque sería un pésimo precedente para el futuro.
Usted y su lista postularon juntos con la del actual Decano Nacional.
En cierto modo, pero no totalmente juntos, era una de las listas importantes, con ingenieros de prestigio; entonces quedamos con el ingeniero (Juan Fernán) Muñoz de coordinar varios aspectos (…) no hubo del todo una alianza, sólo una coordinación, y no lo niego.
¿Luego de que ambos triunfaron ese vínculo se rompió?
Trabajamos independientemente, pero el vínculo desapareció debido a nuestros distintos puntos de vista.