Las tecnologías limpias en la recuperación de oro

ProActivo | En un contexto de precios en aumento para el oro, la minería artesanal y de pequeña escala (MAPE) en Perú enfrenta tanto oportunidades como desafíos significativos. Durante el webinar: “Las tecnologías limpias en la recuperación de oro“, Daniel Merino, exgerente general de Artisanal Gold Enterprises Inc., y el Dr. Giorgio De Tomi, experto de la Universidad de Sao Paulo, discutieron la necesidad de adoptar prácticas responsables en el sector.

Al intervenir en el Webinar organizado por Premios ProActivo, De Tomi enfatizó que el crimen organizado se aprovecha de la MAPE en América del Sur y otras regiones, por lo que es crucial implementar tecnologías sostenibles y formar a los mineros en su uso. Merino, por su parte, presentó un proyecto innovador que utiliza un aglomerado de carbón y aceite para optimizar la recuperación de oro, subrayando la importancia de adaptar las soluciones a las condiciones locales. Ambos expertos coincidieron en que, con los recursos y el conocimiento disponibles en el país, es posible transformar esta industria en beneficio de las comunidades y el medio ambiente.

En un contexto crítico para la minería artesanal y de pequeña escala (MAPE) en el sur global, dijo el Dr. Prof. Giorgio Di Tomi, director del Centro de Investigación para la Minería Responsable en Pequeña Escala Minería NAP de la Universidad de Sao Paulo. En esa línea consideró urgente adoptar prácticas responsables y competitivas para transformar esta industria en Perú. Durante su presentación, enfatizó que el problema de la MAPE no es exclusivo del país, sino que se extiende por América del Sur, el norte de África y el sudeste asiático, donde el crimen organizado se aprovecha de la abundancia de recursos, especialmente el oro.

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“Es el momento de actuar y cambiar esta situación”, afirmó De Tomi. Para ello, propuso una serie de pasos necesarios para implementar una minería responsable que priorice el bienestar social y ambiental. “No necesitamos importar tecnología, las soluciones y los expertos ya están aquí en Perú”, subrayó.

De Tomi recomendó identificar y aplicar las mejores prácticas en el sector, y destacó la necesidad de un enfoque integrado que combine conocimiento geológico, ingeniería y un riguroso proceso de pruebas en laboratorio. “La tecnología limpia es fundamental, pero no hay una solución mágica para reemplazar el mercurio. Lo que se requiere es un esfuerzo conjunto de capacitación y gestión para operar de manera sostenible”, agregó.

Dijo también que la Convención de Minamata representa un desafío significativo en Brasil, dado el vasto territorio y la diversidad de prácticas mineras que allí coexisten. Además mencionó que, aunque la atención se centra en la tecnología, es crucial entender que la solución radica en un enfoque holístico que incluya educación y capacitación para los trabajadores.

“Para que los avances sean efectivos, necesitamos laboratorios de calidad que permitan realizar pruebas y saber qué tecnología elegir y cómo implementarla. La capacitación abarca la maquinaria, así como el mantenimiento y gestión”, enfatizó.

En ese sentido, instó a todos los actores involucrados en la MAPE a colaborar y aprovechar este momento histórico. “El precio del oro está alto y la gente está dispuesta a trabajar. Ahora es el momento de unir esfuerzos y replicar las soluciones que ya están funcionando en el país”, concluyó.

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Un mayor concentrado sostenible

Por su parte, Merino explicó el proceso del proyecto “Implementación de una planta piloto de aglomerado de carbón y aceite para la recuperación de oro libre en la minería artesanal y de pequeña escala”, de Artisanal Gold Enterprises Inc., ganador en la Categoría Minería Pequeña y Artesanal de los Premios ProActivo 2024.

En su exposición, recordó la colaboración con Artisanal Gold Council, con el objetivo principal de comprender las prácticas de los mineros artesanales en la recuperación de oro, por ejemplo, a través de la implementación de mesas gravimétricas y otras tecnologías.

“Nos dimos cuenta que hay mineros que ya utilizan tecnologías propias, artesanales, como la tostación, que uno conoce de manera informal; sin embargo, de manera técnica, es la sinterización. Este método también era muy interesante aprenderlo, entenderlo y poder aplicarlo en otras concesiones. Cada uno de ellos nos llevó a entender mucho mejor cómo era el proceso y qué problemas podría tener si tenía otro tipo de mineral”, expresó.

Asimismo, contó sobre la importancia de adoptar prácticas sostenibles para la recuperación de oro, especialmente en un contexto donde el uso de mercurio plantea serias amenazas a la salud y al medio ambiente. Señaló que, si bien el Convenio de Minamata brinda un marco regulador clave, la motivación por reducirlo o eliminarlo va en línea a tener como prioridad la salud y el bienestar de las comunidades locales.

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Planta piloto de aglomerado de carbón y aceite

Merino detalló sobre el aglomerado de carbón y aceite. El método lo desarrolló como parte de su investigación doctoral en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), el cual combina la eficiencia del carbón, el aceite y agua para atrapar las partículas de oro.

“Estos aglomerados tienen un cierto tamaño adecuado para poder interactuar con los concentrados, posteriormente son agitados para atrapar las partículas de oro. Luego las partículas son desintegradas con disolventes y esto lo que hace es separar el oro, con los residuos que se quedan. Posteriormente es llevado a fundición para obtener el doré”, explicó.

Destacó que en el procedimiento se pueden utilizar insumos accesibles y económicos. “El agua, sí tiene que ser limpia”, dijo, tras advertir que si hay cuerpos contaminantes, no se pueden formar bien los aglomerados.

También compartió múltiples experiencias adquiridas en diversas zonas como Huepetuhe, en madre de Dios y Ananea, en Puno; así como en Arequipa y Apurímac que le permitió aplicar la adaptación de tecnologías a las características específicas de los minerales, demostrando que no existe un enfoque único para la recuperación de oro.