Augusto Baertl

Augusto Baertl (Foto: IIMP)

Por: Augusto Baertl, Presidente del Directorio Agrícola Chapi. 

La capacidad de gestión se ve, sobre todo, en momentos de crisis. Lamentablemente hasta el momento el Gobierno no ha actuado con la sensación de urgencia que se requiere, ni utilizado todas las herramientas con las que cuenta, para hacer de la estrategia de vacunación un proceso bien llevado.

Cada día mueren cientos de peruanos y aproximadamente 90 mil podrían haber fallecido por la pandemia, según cálculos del Sinadef. La única manera de evitar que mueran más compatriotas es vacunando a la mayor cantidad de personas posible, lo más rápido posible. La cuarentena focalizada es una medida urgente para frenar la propagación. La solución al problema vendrá solo con la vacunación masiva.

El ciclo del programa de vacunación requiere de un planeamiento agudo y claro liderazgo. Este se cerrará cuando lleguen al país millones de vacunas y una gran masa de personas sean vacunadas, pero ello requiere de muchas etapas previas que podrían ser descentralizadas apoyándose en el sector privado.

El Gobierno podría soportarse en la empresa privada y sociedad civil. En la importación de la vacuna, en el desaduanaje, en la cadena de transporte, en la logística de distribución e inclusive en el mismo proceso de vacunación a través de una red de voluntarios, pero hasta ahora no se ve un norte claro respecto a dicha estrategia integral, ni cómo podemos cada uno de nosotros aportaren lograr el objetivo, que es alcanzar en el menor tiempo posible- la mayor cantidad de peruanos vacunados. Este proceso no debe de ser monopolizado por el Estado. Requiere del apoyo de todos.

Urge liberalizar la importación y distribución de la vacuna, lo que ayudará a contener de manera más rápida la enfermedad. El Reglamento para el Registro Sanitario Condicional de Medicamentos y Productos Biológicos publicado por Digemid no ha sido lo suficientemente claro respecto a este punto, lo que hace que el apoyo por parte de los laboratorios se esté dilatando.

El Gobierno no tiene por qué ser el único ente autorizado para vacunar, sino, más bien, facilitar la masiva vacunación de la manera más rápida, segura, eficaz y para todos. Requerimos que sea factible que a los diferentes laboratorios que representen o reciban la autorización de los fabricantes de vacunas ya autorizadas en los diferentes países desarrollados, se les permita de inmediato poder importar y ponerlas a disposición, tanto de las instituciones del sector público como del sector privado y de la sociedad civil. De esa manera se podrán emprender programas masivos de vacunación a nivel nacional y para todos los peruanos.

Con ello se lograría descentralizar el proceso de vacunación y recaería en los laboratorios la mayoría de las etapas previas al proceso que están siendo difíciles de implementar por parte del Estado, como el desaduanaje, la logística de distribución y el mismo proceso de vacunación. Lo que se necesitaría por parte del Estado serían protocolos, reglas claras y un seguimiento en tiempo real de los vacunados, para el cumplimiento irrestricto de los procedimientos y con el fin de medir el número de vacunados por parte de organismos públicos como de los privados.

Señor presidente. Recuerde que no está solo en la guerra contra el covid. Cuenta con la colaboración de todos nosotros. Utilice la logística ya existente en las entidades privadas y guíenos a todos hacia la meta más importante que como país hemos tenido en las últimas décadas. Permítame promover la vacunación de mis trabajadores y de sus familiares. 

Permita que pueda apoyar la vacunación de las comunidades en Ica, Casma y Olmos.

Fuente: Gestión