El Día Mundial del Agua, instituido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que se celebra hoy, 22 de marzo, presenta este año nuevos retos en la búsqueda de soluciones para garantizar el abastecimiento de este recurso, pensando en las actuales y futuras generaciones. Mirar hacia la naturaleza, como herramienta para superar estos desafíos, es la alternativa propuesta.
Pero, ¿de qué manera se puede marcar diferencia con intentos que ya han considerado el cuidado del medioambiente como solución a la escasez de agua, clara consecuencia del cambio climático? La educación, acompañada de un proceso de sensibilización a todo nivel, es básica para lograr este objetivo.
Las torrenciales lluvias y huaicos desatados por el Fenómeno El Niño Costero en el 2017, sumados a la basura y otros contaminantes arrojados al río Rímac, afectaron el suministro de agua potable en Lima y ocasionaron una alarma social sin precedentes recientes para sus más de 9 millones de habitantes. Solo así muchos pobladores valoraron la vital importancia de usar responsablemente este recurso.
Este año, como en anteriores ocasiones, la Autoridad Nacional del Agua, máximo ente técnico-normativo en la gestión adecuada de este recurso y entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Riego, realiza la Semana del Agua 2018, en la que mediante charlas, foros y campañas de sensibilización se busca lograr un cambio de actitud en la población.
En la Semana del Agua existe otro componente educativo fundamental: se brinda a los pobladores urbanos y rurales capacidades para que utilicen eficientemente el líquido elemento, lo reúsen y no contaminen ríos, lagos y lagunas.
De acuerdo con datos de la ONU, más del 80% de las aguas residuales que generamos a escala mundial regresa a los ecosistemas sin ser tratada ni reutilizada. Peor aún, 1,800 millones de personas están en riesgo de contraer enfermedades por usar una fuente hídrica “contaminada con materia fecal” y 842,000 mueren al año por falta de agua potable y carecer de servicios de saneamiento y alcantarillado.
El AguaBus ANA, vehículo itinerante que promueve, de manera lúdica, el cuidado del agua, recorrerá hasta este 1 de abril colegios, el Parque de la Exposición, el Parque de las Leyendas, el Damero de Pizarro y diferentes clubes zonales de la capital. Pero también estará en el Mercado Central, donde, en conjunto con la Municipalidad de Lima, se buscará sensibilizar a los diferentes negocios de los conglomerados comerciales de la capital para un uso adecuado del agua durante sus actividades diarias.
Solo haciendo sostenibles este tipo de medidas, la población aprenderá a cuidar un bien tan escaso como necesario para el desarrollo del país y de nuestra casa mayor: el planeta Tierra.
Fuente: El Peruano, José Trujillo Ripamontti.