ProActivo.- En la última década, las emisiones de carbono del mundo aumentaron 1,5% anualmente. Para limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius, los países deberían disminuir sus emisiones en un 5% cada año durante el próximo lustro. Si no hay un cambio significativo en las emisiones en los próximos años se perderá cada vez más la capacidad de actuar.
Ante esta situación, el Foro Económico Mundial (FEM), en colaboración con Boston Consulting Group (BCG), publicaron un informe sobre el progreso realizado hasta el momento. Este es el primero de un estudio que consta de dos partes titulado: The Net-Zero Challenge: Global Climate Action at a Crossroads.
La investigación demuestra el insuficiente progreso en la acción climática global y expone el camino a seguir para acelerar las iniciativas de los gobiernos y las empresas rumbo a la COP26.
Compromisos y políticas gubernamentales son insuficientes
Solo 67 países de los 195 miembros de la ONU- que representan menos del 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero- tienen una ambición de emisiones netas cero. De esta cifra, solo 16 han desarrollado una hojas de ruta y objetivos intermedios, y aún menos, siete, han establecido marcos de políticas que podrían apoyar de manera realista al logro de esta meta.
Si bien hay ejemplos positivos de algunos países y gobiernos locales que han mejorado su ambición y políticas, se necesita mucho más progreso en el período previo a Glasgow 2020 (COP26).
Solo una minoría de corporaciones toma la iniciativa
Las corporaciones desempeñan un papel importante para luchar contra el cambio climático. Sin embargo, solo una de cada ocho divulga sus emisiones por completo a la CDP (Disclosure Insight Action), una organización sin fines de lucro que monitorea las emisiones globales.
Además, la mayoría de los objetivos están orientados a corto plazo y no son lo suficientemente ambiciosos. También están la falta de estándares comunes de presentación de informes, que dificulta el establecimiento de puntos de referencia y el seguimiento del progreso.
“Las corporaciones tienen un rol fundamental en la lucha contra el cambio climático, por lo que es necesario que aceleren su acción y transformen sus modelos de negocio, tomando la iniciativa en los ecosistemas de los que forman parte” señaló Rafael Agudo, Socio y Director General de BCG en Perú.
¿Qué dice el empresariado y sociedad civil?
Los inversores, reconociendo que el calentamiento global presenta riesgos, han comenzado a impulsar la divulgación y reducción de emisiones en sus compañías. Sin embargo, los ejecutivos sostienen que la necesidad de generar retornos a corto plazo supera con creces las demandas de estrategias de descarbonización a largo plazo.
Por otra parte, y aunque solo el 16% de los adultos en todo el mundo consideran que el cambio climático es una de sus tres principales preocupaciones sociales; la presión de los ciudadanos y los consumidores ha tenido un aumento constante del 8% en 2016 y del 11% en 2018. A pesar de ello, todavía hay muchos países donde el cambio climático no aparece entre los problemas que más preocupan a las personas.
“Aún es posible prevenir los peores efectos del calentamiento global si todas las partes interesadas reconocen la urgencia y los beneficios de tomar medidas”, detalla el informe.