ProActivo | Jean Martineau, presidente y director ejecutivo de Dynacor Gold Mines Inc., y Jorge Luis Cárdenas, VP de Operaciones, resaltaron la importancia de diferenciar la minería informal de la ilegal, para combatir esta última y sus consecuencias.
“Tenemos un grupo tan fuerte para seguir toda la trazabilidad. Es un montón de trabajo, un montón de gente, pero para garantizarlo hay que hacerlo y evidentemente las plantas ilegales no tienen nada de eso, pero es un esfuerzo que hemos hecho y hay que garantizarle a la SUNAT para exportar, pero también nuestros clientes exigen eso y vienen para averiguar. Es pesado podría decir, pero es obligatorio y así nos garantizamos de la trazabilidad del mineral”, manifestó Jean Martineau.
Diferenciar para combatir
Por su parte, Jorge Luis Cárdenas precisó que el minero informal sí está identificado y cuenta con RUC, a diferencia del ilegal que no es rastreable. En ese sentido, pidió no confundirlos con las distorsiones que suceden en el mercado. “El hecho que una empresa sea formal, no significa que esté exenta de cometer actos delictivos. Hasta las transnacionales, como hemos podido ver en casos a nivel mundial, por delitos de corrupción”, explicó.
Asimismo, dijo que en el REINFO existen distorsiones que no pueden descalificar todo un proceso de formalización. Que a su criterio “ha sido bueno”.
“Hablamos de un universo actual de más de 87 mil mineros inscritos, de ese universo actualmente vigente, según las cifras que proporciona el director general de formación minera, son cerca de 17.500 operadores mineros que están activos. Más o menos 85 mil trabajadores”, afirmó el vicepresidente de Operaciones de Dynacor.
Minería ilegal, un lastre
“Tenemos que combatir la minería ilegal, es un lastre en el país, pero si no sabemos cómo distinguirla siquiera, vamos a tomar el camino equivocado. ¿Cómo podemos combatir la minería ilegal destruyendo un proceso de formalización? Es absurdo, es incoherente”, aseveró.
Para respaldar su punto, informó que el año 2008 el sector informal era de aproximadamente 55,8 %, cifra que aumentó a 70 % en la actualidad. Esto significa que no se puede reducir la informalidad y que ni siquiera contener. “Teniendo este contexto, cualquier cosa que haga el Estado que apunte a la formalización tiene que ser bienvenida”, resaltó.
Al retomar la palabra, Martineau concluyó que tanto Dynacor y su filial en Perú, Veta Dorada; se oponen totalmente a la minería ilegal. “Trabajamos en eso, pero el proceso de formalización no es un fracaso si se compara al resto de la economía en el país, ha avanzado”, dijo. El mismo concepto remarcó Jean Martineau, CEO de Dynacor.
Trazabilidad
Según Daniel Palomino, socio senior Estudio Muñiz, “la verificación de origen del oro, no solamente es una exigencia legal establecida en el Decreto Legislativo 1107 que aplica para cualquier persona que adquiere oro en el Perú, así como las plantas que prestan el servicio de procesamiento de oro, o que adquieren el oro y lo procesan para luego exportar el producto final; sino que también hay un tema de implicancia tributaria bastante significativa”.
Explicó que, si no se le acredita a la SUNAT que el oro ha sido adquirido con toda la trazabilidad y la documentación necesaria a dicha entidad, no se reconoce la reducción del costo.
“La ley es muy clara al establecer que si no se verifica el origen lícito de los productos mineros que se adquieren no hay beneficios tributarios y la deducción del costo de adquisición de la materia prima, el oro en bruto para producir el oro en barra, es un beneficio tributario”, remarcó.