El Poder Ejecutivo presentó hoy el proyecto de ley 01630/2021-PE, que modifica la Ley del Impuesto General a las Ventas (IGV) e Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), la misma que cuenta con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros. Según la iniciativa, esta tiene por objeto establecer los lineamientos para incorporar productos alimenticios, que formen parte de la canasta básica familiar, dentro de los alcances del apéndice 1 de la ley del impuesto general a las ventas e impuesto selectivo al consumo.
En tal sentido, incorpora el inciso c) al segundo párrafo del artículo 6 de la Ley del Impuesto General a las Ventas e Impuesto Selectivo al Consumo, siendo el texto el siguiente:
Artículo 6.- Modificación de los Apéndice 1 y 2
(…)
c) Excepcionalmente, en casos de conflicto bélico internacional u otros de coyuntura similar a este, que impacten en los precios internos con efectos directos sobre la inflación, el Apéndice 1 podrá comprender, temporalmente por un periodo no mayor a tres meses, productos alimenticios que formen parte de la canasta básica familiar, así como los insumos necesarios que se requieran para su producción, siempre que se produzcan las siguientes condiciones:
1. La variación anual del Indice de Precios al Consumidor de Lima Metropolitana sea superior a 6 %.
2. Los productos alimenticios considerados deben tener una incidencia sobre la variación anual del Indice de Precios al Consumidor de Lima Metropolitana superior a 0,12 puntos porcentuales.
En la parte considerativa de la propuesta, indica que esta medida se propone considerando la coyuntura internacional y sus efectos en la economía nacional, y a fin de, contribuir en conjunto con otras medidas a atenuar el impacto del incremento de la inflación de la economía.
El objetivo de la propuesta es contribuir a la reducción de la inflación general de la economía a través de la exoneración del IGV de los bienes alimenticios de mayor incidencia “sobre el gasto familiar de los hogares más vulnerables”.
Según estudios del Banco Mundial, el consumo de alimentos en el país representa el 56 % del gasto de los hogares más pobres.