errE1 2014 arrancó con buen pie para la minería, con un Banco Central de Reserva (BCR) exultante que proyectaba un crecimiento anual de 9,1% gracias al inicio de Toromocho (US$3.500 mlls.). Sin embargo, esta estimación nunca se concretó. El proyecto no aportó decisivamente a la producción de cobre, y el BCR tuvo que reajustar su estimación para el sector a -2,8% en el 2014. ¿Qué debemos esperar en el 2015?
Elmer Cuba, socio director de Macroconsult, considera que “no habrá nada grande en minería este año”, pero sí en el 2016, cuando entrarán en producción Las Bambas (US$10.000 millones) y la ampliación de Cerro Verde (US$4.600 millones), que aportarán 50% más de cobre a la producción corriente de dicho metal. En su opinión, este será un año de recomposición para la minería.
“El 2015 veremos cómo Chinalco resuelve sus problemas de bajas leyes de cobre y alto contenido de arsénico en Toromocho. Algo parecido ocurrirá en Antamina. Y veremos también la salida de Constancia. Los demás serán proyectos pequeños”, refiere el economista.
En realidad, Constancia (US$1.708 millones) ya habría arrancado su producción. Una fuente del sector minero reveló a que este proyecto produjo su primer concentrado de cobre en diciembre pasado, en línea con lo planificado por Hudbay Minerals. La canadiense se propone ahora alcanzar producción comercial (capacidad plena) en el segundo trimestre de 2015.
Aparte de Constancia, empero, no hay otros proyectos con volúmenes significativos de mineral entrando este año. Sin embargo, el 2015 no dejará de ser importante.
AÑO DE OPTIMIZACIÓN
Héctor Collantes, analista de Credicorp Capital, sostiene que este año será doblemente relevante porque verá la finalización de los grandes proyectos iniciados en el ‘boom’ de precios de los minerales, pero también el comienzo de los proyectos de segunda generación, es decir, de aquellos menos grandes y riesgosos de ejecutar y con un perfil más acorde con el actual ciclo de precios en declive.
“Se trata de proyectos que han sido revaluados para mejorar su rentabilidad, como Chucapaca, de Cía. de Minas Buenaventura, que entrará en el 2017, pero ya no como una mina a tajo abierto sino como una operación subterránea”, indica.
Es también el caso de los nuevos proyectos de Milpo, como Chapi Sulfuros (otrora Megaproyecto Chapi); y Mina Justa, proyecto de Minsur diseñado para ser una mina a tajo abierto, pero que podría convertirse en una operación subterránea. Según Collantes, el 2015 será el año en el que los planes de construcción de estos proyectos serán revelados.
También será un año de definición para megaproyectos largamente esperados, como Quellaveco y La Granja, que recibirán luz verde o roja por parte de sus respectivos operadores en el segundo trimestre. Y, no menos importante, el 2015 verá la reanudación de la producción en la refinería de La Oroya, gran dinamizador de la economía del centro del país.
FACTOR TÍA MARÍA
Cuba enfatiza que los problemas financieros son el principal obstáculo que paraliza o difiere los proyectos mineros. “Los conflictos sociales tienen poco que ver con estos retrasos”, señala. Sin embargo, José de Echave, ex viceministro de Gestión Ambiental, apunta que los conflictos sociales podrían cobrar relevancia en el 2015 por la “obsesión del Gobierno de recuperar el ritmo de crecimiento a costa de las demandas socioambientales”. En su opinión, las normas que debilitan la institucionalidad ambiental anticipan este escenario.
José Luis López, coordinador del Grupo de Diálogo en minería, es más optimista. Opina que las nuevas autoridades regionales (a excepción de las de Cajamarca) comparten una visión de desarrollo basada en el incremento de las inversiones. No obstante, ve un gran desafío en la construcción de Tía María (US$1.400 millones), proyecto emblemático de Southern Copper, que el Minem acaba de reactivar haciendo gala de mucho tacto.
“Hay que trabajar con inteligencia en este proyecto. Se debe dialogar a profundidad y no asumir que porque se aprobaron el EIA y la licencia de construcción, Tía María ya va. Eso no funciona. Lo peor que pueden hacer el Gobierno y Southern es presionar la agenda como se hizo con Conga”, asevera López. Si se comete ese error, el conflicto resultante podría contagiara otros proyectos en el sur donde la minería camina bien, agrega.
MUNDO JUNIOR
El 2015 también será expectante para las mineras junior, habituales responsables de la mitad de los descubrimientos mineros que se realizan en el mundo. Hasta el 2012 había 120 junior desarrollando exploración en el país. Hoy quedan menos de la mitad debido a la ‘permisología’, los menores precios de los metales y la crisis financiera, según el geólogo Miguel Cardozo. ¿El 2015 será mejor o peor para ellas?
Ricardo Carrión, gerente de mercado de capitales de Kallpa Securities, estima que el primer semestre del 2015 será ‘flat’ para las junior. Sin embargo, ve con preocupación una mayor volatilidad de los precios de los metales, en cuyo caso “habrá más sufrimiento para esta industria”.
A su entender, son muy pocos los proyectos en manos de junior que darán que hablar en el 2015, entre ellos Corani (US$574 millones), de Bear Creek; Cotabambas, de Panoro Minerals; Ollachea (US$164,7 millones), de Minera IRL, e Invicta, de Lupaka Gold. Ninguno de ellos, empero, entrará en producción este año, salvo Invicta, si bien a una escala bastante reducida, para economizar costos.
Corolario de esta sucinta reseña es que la historia de la gran minería en el Perú no se verá en el 2015, sino en el 2016 y más allá, dependiendo de las inversiones que se decidirán este año.
El Comercio