Juan Carlos OrtizJuan Carlos Ortiz

Por: Juan Carlos Ortiz, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú 

El anuncio del inicio de la construcción del proyecto Tía María en Arequipa marca un hito positivo para la minería en el Perú y envía un mensaje de confianza a los inversionistas del sector. Luego de años de paralización debido a conflictos sociales, el proyecto ha logrado superar barreras a través del diálogo y el compromiso social. Este proyecto viene generando empleo incluso antes de iniciar operaciones, lo cual demuestra el compromiso con el desarrollo de las comunidades.

Un aspecto a destacar ha sido la actualización de su Estudio de Impacto Ambiental (EIA), en el que la compañía se comprometió a no utilizar agua de río y abastecerse únicamente de agua de mar, resolviendo así una de las principales preocupaciones de la población. Con una producción estimada de 120 mil toneladas de cobre anuales, Tía María contribuirá significativamente a la producción nacional y a la generación de divisas para el país.

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Su avance demuestra que es posible desarrollar minería moderna y responsable, siempre que prime la sostenibilidad, el diálogo con las comunidades y la implementación de buenas prácticas ambientales.

Aunque el proceso de formalización minera en el país aún sea un tema pendiente, saludamos la intención del ministro de Energía y Minas, Jorge Montero, de no ampliar nuevamente el Reinfo y, en su lugar, priorizar incentivos económicos, comerciales y técnicos para el proceso de formalización. Esperamos que esta iniciativa se refleje en propuestas firmes.

La formalización minera es un reto complejo que no se soluciona con prórrogas; requiere mecanismos que hagan viable y rentable la transición para los pequeños mineros. Por ello, consideramos que el verdadero desafío para la Dirección de Formalización del Minem está en diseñar estrategias efectivas que faciliten la integración de estos actores a la economía formal.

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Por otro lado, para tener inversiones sostenidas en el tiempo, tenemos que garantizar la predictibilidad y un marco jurídico para los nuevos inversionistas. Sin duda, las propuestas legislativas que plantean revocar concesiones mineras sin actividad nos generan preocupación. La exploración minera es un proceso de largo aliento; que requiere estudios, financiamiento y condiciones adecuadas antes de entrar en producción. Sancionar a las empresas por no tener actividad inmediata podría desincentivar la inversión y generar incertidumbre en el sector. La minería en el Perú, con reglas claras, puede seguir siendo un motor de crecimiento para el país.