El 14 de junio el premier René Cornejo comprobó en Andoas que los indígenas que moran en las cuencas del Pastaza, Corrientes, Marañón y Tigre ya no creen más en las promesas de los gobiernos ni de las empresas petroleras, porque muchos acuerdos fueron incumplidos e importantes actas de entendimiento no se honraron.
Ese día, los cerca de mil comuneros del Pastaza, que estaban en movilización desde el 1° de junio, dijeron al presidente del Consejo de Ministros que no aceptaban ofrecimientos sino soluciones concretas a sus demandas. Cornejo insistió en la voluntad del gobierno de atender sus problemas y dijo que esta vez sus exigencias sí iban a ser satisfechas. Para los indígenas, lo expresado seguía siendo un ofrecimiento. La movilización prosiguió.
Cinco días después, el 19 de junio, Cornejo volvió a Andoas acompañadode un equipo de funcionarios de diferentes sectores ministeriales. Su propuesta era reiniciar de inmediato los trabajos de la Comisión Multisectorial creada para desarrollar las cuatro cuencas loretanas, y que había sido suspendida el 28 de mayo cuando Pluspetrol se negó a firmar el reglamento de dicha comisión.
Con esta comitiva también llegaron tres plantas potabilizadoras de agua, alimentos y medicinas, que fueron colocados en las dos pérgolas de la plaza del pueblo.
Los apus del Pastaza y del Corrientes, Aurelio Chino y Carlos Sandirespectivamente, dijeron estar de acuerdo en retomar las mesas de trabajo, pero que también requerían el compromiso del premier para que se ejecute la titulación de tierras y la derogación de las resoluciones 060 y 061, las que excluyen las instalaciones petroleras de los territorios indígenas.
También demandaron que Cornejo garantice, al momento, la indemnización y compensación por el uso de sus tierras que hacen las petroleras. A esto añadieron la declaración en emergencia sanitaria en las cuatro cuencas hidrográficas.
“Nos mantenemos firmes en esta posición. Estamos cansados de engaños”, dijo Carlos Sandi. Y dirigiéndose al premier, Aurelio Chino inquirió: “¿Va a derogar o no las resoluciones supremas 060 y 061?”.
A estas alturas, Cornejo hacía esfuerzos por no dejar salir su temperamento arequipeño.
“Todos los temas planteados deben tratarse en las mesas de trabajo como ya lo habíamos acordado. Era prioridad avanzar en el tema del agua. Ahora dicen que no es preponderante. Eso no lo acepto”, respondió con firmeza la segunda autoridad más importante delEjecutivo.
El apu de la cuenca del Tigre, Emerson Sandi Tapuy, se mantuvo en que necesitaban garantías de cumplimiento por parte del Estado, como la designación de un fondo proveniente del Ministerio de Economía para concretar futuros acuerdos con el Ejecutivo.
A esta exigencia, Cornejo respondió que el compromiso del Estado está firmado y es la creación de la Comisión Multisectorial. “Las inversiones del Estado avanzarán. Esto lo voy a honrar”, les aseguró.
El cuarto intermedio que solicitó Aurelio Chino fue aprovechado por la apu Martha Yanamari para invitar al presidente del Consejo de Ministros a que visite Nuevo Porvenir.
Allí, el premier verificó la falta de medicinas en el puesto de salud. Observó también centros educativos sin servicios de agua ni luz.
Comprobó, además, que motores que proveen energía y bombean agua no funcionan por falta de gasolina. Una ironía teniendo a Pluspetrol de vecino.
Martha Yanamari puso especial interés en mostrar el agua subterránea que extraen de un pozo y que consumen por necesidad. “Apesta, y cuando la hervimos se vuelve oscura, casi morada. No podemos tomar esta agua, señor” le reclamó.
TRES MESAS DE TRABAJO
Finalmente, luego de casi todo un día de diálogo, ambas partes decidieron instalar al día siguiente, en la zona de Andoas, tres mesas de trabajo: de Desarrollo integral, deRemediación e indemnización ambiental, y otra de Titulación de tierras.
Una vez más se firmó un acta de compromiso. En el documento se anotó el inicio de las mesas de trabajo con labores en las cuatro cuencas, solución a sus demandas en estas mesas, avances con planes y fechas. Los nativos levantaron la protesta y dieron un plazo de tres meses para ver resultados.
El acta fue firmada por los apus del Pastaza y del Corrientes. El del Tigre, cuyo pueblo afronta una epidemia de malaria, se abstuvo. Mientras que los indígenas del Marañón permanecen en Iquitos esperando al presidente Ollanta Humala o al premier René Cornejo.
LA MESA DE TITULACIÓN ES DELICADA
Manuel Bernales es coordinador de la mesa de trabajo de Titulación y también de la deRemediación e Indemnización Ambiental. Bernales representa al Ministerio de Energía y Minas.
“La mesa de Titulación es delicada. Hablaremos con mucha franqueza y cabeza fría”, adelantó.
Refirió que se trata de cuencas alejadas con población rural que se relaciona con Iquitos yYurimaguas.
“Hay que ver las características de estos territorios. Estamos en zona de frontera. Los guardias indígenas del Pastaza son licenciados y saben lo que es la frontera. Entonces hay una triple responsabilidad, como peruanos, como loretanos y como comuneros. Ese debe ser el criterio de territorio”, opinó.
Sobre el trabajo de las mesas indicó que sus avances serán informados en asambleas comunales periódicas.
CLAVES
El Ejecutivo aún no dialoga con los indígenas del Marañón, que pernoctan en la plaza 28 de Julio de Iquitos. Los kukamas exigen que se declare esta cuenca en emergencia social y ambiental.
“Una comisión fue a hablar con ellos, pero insisten en que vaya el presidente. Viajes del premier indican que queremos dialogar”, dijo.
La República