La Unidad de Inteligencia de The Economist prevé que con el coronavirus encima, la economía peruana crecerá solo 2.3% este año, teniendo como base que China lograría un crecimiento de 4.3% en el 2020.

El viernes último, el país amaneció con un anuncio que ya se esperaba: el coronavirus había llegado al Perú. Fue el propio presidente de la República, Martín Vizcarra, el que lo dio a conocer.

El primer caso de coronavirus en el Perú es el de un hombre de 25 años, que está estable, y que viajó recientemente a España, Francia y República Checa.

Ya con el virus en el Perú, las alarmas de la economía se encendieron y ya se considera al coronavirus como el principal riesgo externo para el crecimiento del producto bruto interno (PBI) en el 2020.

“Por el lado externo, el riesgo más importante que tiene la economía hoy, es este (el coronavirus)”, afirmó el economista principal del BBVA Research, Francisco Grippa.

Este riesgo es superior a los que se contemplaban hace un mes, en los que se encontraban el alto apalancamiento de la economía china, el riesgo de recesión de Estados Unidos, así como las elecciones en el país norteamericano. Esto último tendría impacto sobre mercados financieros.

Según Grippa, lo que incrementa el riesgo del coronavirus, respecto a los otros riesgos externos, es que ya se va a sentir un impacto sobre la economía china y, como consecuencia, sobre la peruana, pero aún no se tiene claro el tamaño de la afectación.

“El riesgo del coronavirus es que genera una tendencia a la baja del crecimiento, pero la pregunta aún es cuánto. Para responderla, necesitamos datos duros y todavía no los tenemos”, sostuvo.

Primeras estimaciones

Hasta el momento, en el tema económico solo está claro que prevalece la incertidumbre sobre el impacto real del virus, cuyo primer caso fue detectado en China a finales del 2019.

En un primer análisis, el BBVA Research ya redujo su estimado de crecimiento para China de 5.8% a 5.5% para este año, es decir, en 0.3 puntos porcentuales.

Grippa explicó que cuando la economía china deja de crecer un punto, la peruana se reduce en 0.5 puntos porcentuales, es decir la mitad. Con ello, en el análisis del impacto del coronavirus, se tendría que este año le restaría 0.15 puntos porcentuales al avance del PBI.

Por su parte, Thorne & Associates sostiene que, en un escenario severo de dicho virus, podría restar 0.3 puntos porcentuales al resultado del 2020. Actualmente mantiene su estimado de crecimiento en 2.8% para este año.

“Mientras se trate de una disrupción temporal y focalizada en el primer semestre, se espera un rebote en la segunda mitad del año, pero los efectos en la primera mitad pueden llegar a ser muy fuertes”, refiere la consultora.

Otra entidad que rebajó su estimado de crecimiento durante la semana fue Gold man Sachs, que ahora estima que el Perú crecerá 2.8% y no 3.3% como tenía previsto anteriormente.

El ajuste se da porque señala que en los países de la región se verá un impacto por “una disminución severa del PBI de China en el primer trimestre de este año, interrupciones moderadas de la cadena de suministro y un nivel intermedio de la propagación viral a nivel global en las poblaciones” (Gestión 04.02.2020).

Fuerte impacto

La semana pasada, la ministra de Economía y Finanzas, María Antonieta Alva, adelantó que el MEF revisará a la baja su estimado de 4% de crecimiento del PBI para el 2020, “tomando en consideración las nuevas implicancias del coronavirus”.

Aunque luego trató de bajarle el tono a su declaración, afirmando que el impacto del virus sobre la economía peruana será “limitado”.

Contrario a lo que opina la ministra, la Unidad de Inteligencia Económica (EIU, por sus siglas en inglés) de The Economist sí prevé un fuerte impacto del coronavirus sobre el crecimiento peruano.

Señala que los indicadores de alta frecuencia ya apuntan a una fuerte disminución de la actividad económica en China, que tendrá efectos indirectos fuertemente negativos para la economía peruana.

Bajo un nuevo escenario de referencia (al que asignan una probabilidad del 55%) actualmente desarrollado por nuestros analistas de China, es probable que revisemos nuestro pronóstico de crecimiento del PBI para ese país en el 2020, a alrededor del 4.3%.

“En este escenario base, pronosticamos que la economía peruana crecerá un 2.3% en el 2020. En un escenario más optimista (con una probabilidad asignada del 20%), en el que China crece un 5.4% este año, la economía peruana crecerá a una tasa más rápida del 2.9%”, refiere.

Sectores afectados

Según The Economist, el sector minero será el primer golpeado por el coronavirus en el Perú, pues con la afectación de los sectores automotor, electrónico y de semiconductores de China, se espera una disminución sustancial en el corto plazo de la demanda de las exportaciones de cobre y zinc del Perú.

La menor demanda china también tendrá un impacto indirecto en el sector minero, en la medida en que deprime los precios de los productos básicos.

“Aunque la minería representa directamente solo el 10% del PBI del Perú, tiene un impacto descomunal en el crecimiento, como resultado de sus grandes multiplicadores económicos”, señala.

Otro sector que probablemente se verá afectado es la acuicultura, ya que conducirá a una pérdida para las empresas que exportan pescado para consumo humano directo.

El sector automotor del Perú también se verá afectado negativamente por el efecto coronavirus, dada la dependencia de la industria nacional de piezas de automóviles de China. La interrupción de la industria automotriz se hará evidente a fines del segundo trimestre del 2020, refiere The Economist.

El impacto en la industria turística del Perú será más a través de canales indirectos que directos. Existe un riesgo muy alto de que el brote de coronavirus tenga un efecto adverso en el sentimiento turístico mundial, lo que afectaría más tangiblemente al Perú.

Por el lado de la demanda, se precisa que el mayor obstáculo estará en las exportaciones netas. El crecimiento fijo de la inversión también será más débil de lo previsto anteriormente, ya que la confianza empresarial disminuye y las empresas posponen las principales decisiones de inversión.

Fuente: Gestión