Foto: Perú21

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Edwin Quintanilla ViceMinistro de Energía

EL pasado lunes 30 de junio fue un gran día para el Perú. Finalmente se concesionó el Gasoducto Sur Peruano, que implica más energía a menos costo para todos los peruanos y el inicio de un nuevo polo de desarrollo para el sur del Perú.
Los beneficios del proyecto son muy importantes, como la seguridad energética, energía más limpia, miles de empleos, construcción de centrales térmicas, más exploraciones por hidrocarburos, y otros. Sin embargo, es necesario referirme a los detalles técnicos y económicos que aclaren algunas dudas y especulaciones naturales.

Gasoducto Sur Peruano o Gasur consiste en la construcción de 1,212 km de ductos que van desde Malvinas en Cusco hasta Ilo en Moquegua, con una inversión inicial de US$3,600 MM y que si incluimos los costos de operación y mantenimiento, el impuesto a la renta y todos los otros costos que serán necesarios para la prestación del servicio de transporte, tales como pagos de alícuotas al regulador, intereses y costos variables por la compra de gas para la compresión, ascenderían a US$ 7,328 MM (según el consorcio ganador) en el año en que empieza su operación, es decir el 2019.

Proinversión contrató a expertos para que definieran el costo del servicio de este proyecto (inversión, operación y mantenimiento) y concluyeron que lo máximo que el Estado debía considerar para este proyecto era de US$ 7,800 MM. Finalmente el proyecto se adjudicó por US$ 7,328 MM ¿Qué significa? Que en un proceso abierto el Estado pudo ahorrar US$472 MM.

En este contexto y atendiendo a algunos datos poco exactos en estos días, se hace necesario explicar técnicamente cuáles son las diferencias y mejoras de diseño respecto al proyecto primigenio (2008) de la empresa Kuntur y la diferencia en las inversiones que ambos implican.

¿En qué consistía el proyecto primigenio? Kuntur presentó un proyecto con un ducto de diámetro de 24” para el gas con una inversión estimada de US$ 1,700 MM al 2009. Como establece el marco legal vigente, en caso de concesiones de parte, los costos son revisables periódicamente y se reajustan cuando termina la obra, lo que debía ocurrir entre el 2015 y el 2016. ¿Qué significa? Que los costos finales se conocerían cuando se concluya la obra.

Kuntur realizó un replanteamiento de su proyecto para el año 2012, modificando el diámetro del ducto a 30” para el ducto de gas y 18” para el ducto de líquidos con una inversión a precios de dicho año de US$ 4,760 MM (no incluye los costos de operación, mantenimiento, impuestos, pagos al regulador, costos variables de compra de gas, etc.)

Diferencias

–En cuanto diseño y mercado: El nuevo y mejorado proyecto tiene un ducto más largo con un diámetro constante de 32” e incluye gasoductos regionales que no ofrecía el proyecto anterior ni los estudios para próximas licitaciones por parte del Estado. Uno de los nuevos ductos es nada menos que el que brinda seguridad energética a todo el sistema y los estudios son los de ingeniería básica y línea de base ambiental.

–En cuanto a montos de inversión: Es necesario aclarar que el proyecto primigenio solo se refería a montos de inversión y el nuevo y mejorado proyecto se refiere tanto a ese monto como a los costos de operación, mantenimiento, impuestos, pagos al regulador, costos variables de compra de gas, etc.

Es decir, el monto adjudicado es evidentemente mayor porque incluye más conceptos y a precios de futuro, es decir al 2019. Para ponerlo en un ejemplo simple, la inversión en un camión no es lo mismo que los costos de funcionamiento (operación y mantenimiento) del mismo, por ejemplo el chofer, el ayudante, el SOAT, los seguros, el combustible, los lubricantes, los repuestos, etc.

Finalmente, al cálculo corresponde incluir el valor del dinero en el tiempo (que incluye la inflación), pues tampoco es lo mismo vender una casa en el 2008 que la misma casa (o inclusive una mejor, en el 2019).

–El efecto del tiempo: Existen beneficios evidentes si el proyecto es puesto en operación en una fecha anterior, lo que es factible con la empresa ya adjudicada. Se estima que su adelanto significa 8 millones de dólares al día (explicado principalmente por los menores costos marginales de generación del sistema interconectado) como parte de los beneficios del Gasur, básicamente por el efecto de sustituir al diésel que se emplearía en la generación energética. Esta ventaja supera los beneficios que hubiera significado retrasar el proyecto y nos incentiva a concluirlo al menor plazo posible.

¿Qué podemos concluir?

El Gasoducto Sur Peruano es un proyecto diferente, al ser más completo, con mejor diseño, más seguro y de mayor capacidad de transporte y a un menor costo que otras alternativas.

Entonces, si el pasado 30 de junio fue un gran día para el Perú, queda cada vez más claro que nuestro país avanza firme en su propósito de brindar más energía económica para todos los peruanos.

El Peruano