Centro Financiero de Toronto

Centro Financiero de Toronto (Foto: ProActivo)

Por Jose-Carlos De Piérola, con la colaboración de Ingrid Duany.

Este año decidí mirar el PDAC desde un lado más regional – sector privado. De hecho, fue difícil desprenderme de mi pasión por la minería peruana para entrar en un lente de las inversiones y los intereses que tenemos desde América Latina (LAC). Ya anteriormente tuve el lente de la parte gobierno en LAC desde el BID, y quería complementar esto desde lo privado para entender los vientos que vienen en el actual contexto geopolítico. Tuve conversaciones muy desafiantes, y con visiones distintas a las que suelo escuchar, es lo que buscaba.

La gestión del riesgo es siempre un tema crítico, ¿Pero, cuál riesgo?
Los inversionistas mineros (y todos en realidad) analizan los riesgos a partir de datos clave (y tradicionales) como el riesgo país (Riesgo País en 2025: Perú 125 PB, Chile 150 PB, México 180 PB, Colombia 200 PB, Brasil 250 PB, Argentina 722 PB, por ejemplo), el índice de la corrupción, que es una percepción esencialmente, y los conflictos sociales, y luego el PBI. Los más osados ven el IDH y riesgos por escasez de agua, por ejemplo. Sin embargo, el doble click aún está pendiente, esto es, la necesidad de colocar la riqueza del contexto para tomar decisiones acertadas, y sobre todo, buscar aliados adecuados que permitan entender los tiempos para la inversión. Los Due Dilligence, bajo el enfoque IFC por ejemplo, no bastan, es necesario complementarlos con un análisis de las economías criminales e ilegales del entorno, por ejemplo. Cuando le comenté esto a un inversionista, tomó nota y me comentó que esperaría ver eso como segundo paso, lo que entiendo pues existen fases de preinversión. Sin embargo, podría ser un poco tarde en ese momento.
(Fuentes: JP MorganBanco MundialFondo Monetario Internacional (FMI)Reuters y Bloomberg)

El agua y el cambio climático como riesgos y oportunidades
Sobre la gestión de riesgos con relación al agua, la mirada fue más desafiante. La primera propuesta fue que lo ideal es identificar los factores de riesgo por anticipado, y que esto estaba relacionado a los riesgos de escasez de agua o estrés hídrico en áreas áridas. Incluso el escenario de los conflictos por el agua en regiones desérticas no estuvo descartado. Otra conversación fue más en torno al cambio climático y es donde coincidimos en la necesidad del análisis de doble materialidad. Esto es entender que la escasez de agua puede significar una pérdida económica para el negocio minero. Otro caso particular en Canadá fue el de Kodiak Cooper, donde tienen un miembro de la comunidad en el board, con la intención de capacitar y lograr un entendimiento conjunto que representa el cambio climático al negocio minero y su entorno. Sin duda, hay diferencias en los contextos, pero me pregunto si al coincidir en la necesidad de una comprensión conjunta que los riesgos al negocio son finalmente riesgos al entorno, podemos encontrar estrategias de compromiso mutuo.

¿Hacia dónde vamos?
De otro lado, entre los inversionistas hay conciencia de lo que significa América Latina en las operaciones mineras mundiales. Más del 40% del cobre, 20% del oro, 20-25% del níquel, 30-35% del zinc. América Latina también tiene una presencia creciente en las reservas de litio, especialmente en el denominado triángulo del litio (ChileArgentina y Bolivia), que posee más del 50% de las reservas mundiales. Esto obliga a realizar un análisis consistente para tomar decisiones de inversión que generen retorno. Ante el nuevo contexto geopolítico, es importante ver que la inversión asiática para exploración, adquisiciones y operación, seguirá en aumento en nuestra región (China es entre un 30-40% de la cartera minera en Perú, 20-30% en Argentina y 10-15% en Ecuador, por ejemplo), y esto es un llamado a lograr tender puentes culturales con ese continente. De esta manera, más allá de las barreras del idioma, es necesario lograr transmitir la concepción de la regulación, los tiempos de inversión y los contextos. Y paralelamente está toda la tarea de simplificación para atracción de inversiones, un proceso que debería estar a la par de los mejores estándares internacionales a fin de contribuir con una transición justa. Esto último incluye un componente de gestión de los riesgos a los derechos humanos de los actores del entorno de las operaciones. La tarea es grande en la región y no solo el Perú.
(Fuentes: Banco Central de Reserva del PerúMinisterio de Energía y MinasProChileUSGSIPAMinisterio de Minería de EcuadorBank of China y China National Offshore Oil Corporation (CNOOC))

¿Qué pasará con el ESG (o ASG por sus siglas en español)?
La mirada convergente hacia la gestión del medio ambiente, la gestión social de gobernanza en beneficio del entorno va a permanecer, inicialmente desde la perspectiva de riesgos y luego desde la rentabilidad de la inversión. Más allá del negacionismo del cambio climático, frente al análisis científico, es cierto que existe aún espacio para trabajar en ello. Fue un consenso de la necesidad de establecer planes de trabajo que logren prevenir los riesgos asociados al negocio dentro de los aspectos sociales, ambientales y de gobernanza. Es un tema de negocio, no es ideológico ni de buena voluntad. El avance de las Normas Internacionales de Información Financiera, NIIF (o IFRS por sus siglas en inglés: International Financial Reporting Standards) con el TCFD y el TNFD, fue parte de unas presentaciones y discusiones a las que pude asistir en la conferencia de inversionistas. Esto es solo la confirmación de la necesidad de los inversionistas en entender que tanto está expuesto el negocio minero a los impactos por el cambio climático y a los impactos por la pérdida de biodiversidad (naturaleza). Esto me anima a seguir pensando que la mirada del territorio debe trascender lo institucional, y cuantificar el potencial daño a las operaciones y su entorno, como variables para la toma de decisiones. ¿Cómo está abordando estos temas la industria en LAC y en el Perú? Ya no basta solo medir la huella de carbono y trabajar en los alcances 1 y 2, la cadena de suministro también está comprometida y en el futuro será clave para la industria. Y en este sentido, hay insuficientes resultados aún.

Estos son algunos temas que identifiqué como valiosos, pero, sobre todo, que tienen la necesidad de aterrizarse en el territorio. En la medida en que podamos abordarlos con el lente y conocimiento local, ayudaremos en la competitividad de nuestra región ante un escenario de cambio de dirección de los inversionistas y cambio de inversionistas.