Por: Ing. Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú
Para algunos analistas, la subida del precio del cobre a inicio de esta semana nos daría algunas señales de la progresiva recuperación de China, el principal consumidor de metales en el mundo, cuyo desempeño está relacionado directamente a la salud de la economía peruana.
El metal rojo, utilizado principamente en los sectores de energía y construcción, cayó hasta un 30% el mes pasado con el brote del coronavirus a nivel global, llegando a alcanzar precios mínimos por tonelada (4.371 dólares), según se pudo conocer.
Sin embargo, las alteraciones en el suministro y la esperanza en la reactivación de la economía china, hicieron que el cobre tenga un repunte en su cotización, luego de varias semanas, despertando así a los mercados bursátiles.
Al respecto, consideramos que aún es un poco aventurado afirmar que el gigante asiático vuelva a estar en carrera rápidamente, por lo que aún seguiremos observando fluctuaciones en el precio de los minerales. Se espera un escenario más optimista recién para el segundo semestre del año.
Por lo pronto, nuestro país necesita acelerar el paso para reactivar nuestra economía a través del impulso de industrias esenciales como la minera, que le permitirá al país tener un respaldo para afrontar esta crisis mundial, que ha afectado severamente diversos negocios a nivel nacional.
En el caso de nuestro sector, asumiendo que la paralización de la actividad minera durara solo un mes por la cuarentena, se estima que las exportaciones mineras caerían en promedio 5% este año, en el mejor de los casos, y 20% en el peor, comparado con los US$28.000 millones alcanzados en el 2019.
Ello generaría una pérdida de entre US$1.400 millones a US$5.600 millones en nuestro erario fiscal en este 2020. Estas estimaciones, elaboradas por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, se sustentan en dos variables: el volumen de producción minera y el precio promedio de los metales en el 2020.
Justamente un indicador que sustenta esta caída de la producción nacional es el consumo eléctrico, que tuvo un retroceso considerable en casi todos los sectores, excepto en la agroindustria. En lo que refiere a la demanda de energía de las empresas mineras se registraron resultados dispares.
Uno de los cambios más abruptos lo obtuvo la empresa minera Cerro Verde que varió su consumo aproximadamente en 70%, pasando de 140,000 MWh diarios a 40,000 MWh. Es decir, los efectos ocasionados por el Covid-19 vienen siendo diversos.
En ese sentido, luego de cumplirse un mes de cuarenta obligatoria, es pertinente que el gobierno considere la reanudación de las operaciones mineras como una vía rápida para afrontar esta problemática sin precedentes. Ello, desde luego, considerando las ventajas que posee ante otras industrias como su menor tasa de contagio (debido a su condición de actividad confinada y remota) y su alto valor agregado.
Fuente: IIMP