Felipe Cantuarias

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Por: Felipe Cantuarias
(Presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos).

Se trata de una crisis sanitaria que también ha puesto en cuarentena a casi todos los sectores de la economía mundial. En el caso de la industria del petróleo, la cogió débil, lo que en términos médicos podríamos definir como una preexistencia. Me refiero a la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, que desplomó el barril de crudo a su mínimo histórico en 18 años, el cual llegó por momentos a USS 20 e inclusive menos.

¿Cómo afecta esto a nuestra industria? Simplemente, no la hace rentable, pues las empresas se concentran en mantener sus operaciones donde ya están y dejan de lado otras actividades. A nivel mundial, las refinerías se han visto obligadas a detener sus operaciones por una abrupta caída de la demanda que ha obligado a operadores y analistas a rebajar sus previsiones.

Estamos en crisis. Los productores nacionales hacen un gran esfuerzo para mantener los campos funcionando, pero se necesitan acciones inmediatas para que el sector pueda mantenerse a flote y pase luego a una etapa de reactivación. Es lo que necesitamos hacer en todos los sectores económicos.

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Desde la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH), hemos propuesto un paquete de medidas extraordinarias y temporales para permitir la continuidad de las operaciones, que incluye la de postergar el pago de regalías por un periodo razonable mientras se plantea una nueva ecuación en su cálculo, en función del tipo de crudo o el costo de producción.

Además, el acceso a una línea de financiamiento a bajo costo que mantenga el precio del barril a un mínimo de USS 40 (considerando que el costo de operar un lote en la selva peruana es hasta 3 veces mayor que en Colombia), reprogramar el cumplimiento de ciertos compromisos de inversión, como las obligaciones de perforación de pozos y otras cuya rentabilidad no está garantizada, ampliar los plazos para cumplir compromisos fiscales; todas acciones de carácter extraordinario y transitorio. La idea es mantener la liquidez de las empresas, evitar que cierren, que rompan la cadena de pagos y que miles de trabajadores se queden en la calle.

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Sin embargo, nuestro esfuerzo no solo debe enfocarse en lo que sucede hoy, también debemos preparamos para que, una vez superada la crisis, podamos recuperarnos lo más rápido posible.

Recordemos que, de todas las fuentes de energía, el petróleo y los líquidos de gas natural constituyen casi la mitad de la generación que consume el país y su uso es tangible en el transporte, la industria, el comercio y los hogares. Por tanto, desarrollar esta industria es necesario para poner en valor recursos que tenemos subexplotados. afianzar nuestra independencia energética y abastecer la demanda local. Ya hemos vivido épocas en las que. con un precio de barril mayor a US$ 100, la economía se vio seriamente afectada. La producción local de hidrocarburos nos permite minimizar esos riesgos y garantizar la energía que necesita el país para seguir creciendo.

Adicionalmente, los hidrocarburos son una fuente importante de ingresos para las regiones a través del canon y sobrecanon, que financian más del 70% de los presupuestos de los Gobiernos locales, y también de empleo, ya que por cada puesto de trabajo directo que genera la industria se sostienen al menos 10 empleos indirectos, es decir, tiene un efecto multiplicador positivo y necesario para las regiones productoras.

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Para la SPH, el aporte económico y social de los hidrocarburos permite sustentar, de manera clara y objetiva, la necesidad de potenciar, promover y facilitar las inversiones en exploración y producción en el Perú En la medida que tengamos una mayor producción, podremos generar un conjunto de beneficios para el país desde el punto de vista de la producción, la balanza comercial y la recaudación fiscal, entre otras variables socioeconómicas.

Necesitamos explorar y explotar nuestros recursos energéticos apoyados en una reforma regulatoria moderna y competitiva para impulsar la inversión, sin descuidar aspectos importantes como el medio ambiente. Recordemos que. como sector, atravesamos una crisis de precios similar a la de 2015, pero no se llevaron a cabo los cambios adecuados. Hoy tenemos la oportunidad de hacer la diferencia y convertimos en un país promotor de la industria de hidrocarburos; esta vez, confiamos en que se tomarán mejores decisiones.

Fuente: ComexPerú