Los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin han puesto la vacuna contra el coronavirus de Pfizer/BioNTech (PFE.N) a disposición de quienes se inmunizaron inicialmente con una vacuna desarrollada por el Grupo Farmacéutico Nacional de China (Sinopharm).
Los Estados del Golfo, que han vacunado a gran parte de su población, empezaron inicialmente a inocular a los residentes y ciudadanos con la vacuna COVID-19 de Sinopharm antes de introducir posteriormente otras vacunas.
Bahrein está luchando actualmente contra su mayor ola de infecciones, mientras que los EAU están registrando casi el doble de casos de COVID-19 que hace siete meses.
En Abu Dhabi, la capital de los EAU, se puede aplicar una vacuna de refuerzo seis meses después de que se haya administrado la segunda, dijo un representante de Mubadala Health, que forma parte del fondo estatal.
Se puede suministrar una vacuna diferente como refuerzo, pero es a discreción del receptor y los profesionales sanitarios no hacen recomendaciones, dijo el representante.
Abu Dhabi ofrece la vacuna de Sinopharm al público en general desde diciembre y comenzó a utilizar la vacuna de Pfizer/BioNTech en abril. Ha estado ofreciendo terceras dosis de Sinopharm desde al menos el mes pasado después de que se descubriera que la vacuna no había creado suficientes anticuerpos para algunos receptores.
En Bahrein, un representante del gobierno dijo igualmente que los elegibles podían recibir una dosis de refuerzo de las vacunas de Pfizer/BioNTech o Sinopharm, independientemente de la vacuna que hubieran tomado inicialmente.
“El gobierno no está recomendando qué dosis de refuerzo se elige”, dijeron.
En Bahréin se registró un pico de infecciones diarias el mes pasado, con cerca de 3.000. En los EAU se registran actualmente unos 2.000 casos diarios, lo que supone un descenso con respecto al pico de febrero, que fue de 3.977, pero el doble de lo que se registraba a principios de diciembre.
La eficacia de la vacuna de Sinopharm, aprobada de urgencia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en mayo, ha suscitado dudas debido a los escasos datos clínicos publicados.
Según un estudio publicado el mes pasado en la revista médica JAMA, la vacuna china tiene una eficacia del 78,1% contra el COVID-19 sintomático.
Sin embargo, los investigadores afirmaron que los datos del estudio, realizado en países como los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein, eran insuficientes en el caso de los ancianos y las personas con enfermedades crónicas.
El Wall Street Journal citó el jueves al subsecretario de salud de Bahrein, Waleed Khalifa Al Manea, diciendo que la vacuna de Sinopharm proporcionaba un alto grado de protección.
Sin embargo, se instó a las personas mayores de 50 años, obesas o con enfermedades crónicas a que recibieran una vacuna de refuerzo de Pfizer seis meses después de haber recibido la segunda dosis de Sinopharm.