Los precios del gas natural europeo subieron a nuevos máximos, con los futuros de referencia superando los 300 euros por primera vez desde principios de marzo, a medida que se intensifica la peor crisis energética del continente en décadas.
El contrato front-month holandés, el punto de referencia, se disparó hasta un 13% a niveles vistos por última vez en las primeras semanas de la invasión rusa a Ucrania. Los precios del gas son aproximadamente 15 veces más altos que el promedio estacional de cinco años, a medida que la escasez de suministro desestabiliza las economías europeas y socava al euro, generando una creciente presión sobre los políticos para mitigar el impacto de la peor inflación en décadas.
Los envíos de gas desde Rusia siguen restringidos, mientras que se esperan menores flujos desde Noruega hasta septiembre por mantenimiento. Mientras tanto, en EE.UU., una planta clave de gas natural licuado dañada por una explosión el año anterior pospuso su reinicio de actividades hasta noviembre.
La Unión Europea ha dependido en gran medida de los envíos de EE.UU. y Noruega para llenar el vacío que dejó Rusia, luego de que Moscú cortara los flujos en medio de las sanciones impuestas por su guerra en Ucrania. La crisis avivó la inflación, redujo la producción industrial y revivió el riesgo de recesión en la región.
Conforme pasan los días, la lista de bajas crece con todo, desde el aluminio hasta los fertilizantes, siendo duramente afectados por los crecientes costos de la energía. En el último giro, el principal productor CF Industries Holdings Inc. dijo el miércoles que su unidad del Reino Unido tiene la intención de detener la producción de amoníaco temporalmente a medida que se torna “antieconómico” a los precios actuales del gas y el carbono.
El mercado podría volverse aún más ajustado cuando Gazprom PJSC de Rusia detenga los flujos en el gasoducto clave Nord Stream durante los tres días que tiene programados de mantenimiento a partir del 31 de agosto. Las autoridades europeas están preocupadas de que el gasoducto no reactive sus actividades después de ese periodo.
“Europa sencillamente no tiene acceso a suficientes suministros alternativos para compensar fácilmente las pérdidas de gas rusas”, dijo en Bloomberg TV Samantha Dart, jefa de investigación de gas natural de Goldman Sachs Group Inc. “El GNL ha ayudado a que el almacenamiento europeo se mantenga en el buen camino”.
Mientras tanto, la rusa Sakhalin Energy LLC desechó un envío de GNL a al menos un cliente asiático por problemas de pago, según operadores familiarizados con el asunto. Es la primera señal de que el impulso de Moscú para consolidar el control sobre el gas está comenzando a frenar el suministro en Asia, que compite con Europa por el combustible vital.
Fuente: Bloomberg