Con el Plan de Minería Sostenible, Anglo American Quellaveco define un camino en contribución de la educación, salud y desarrollo económico en favor de la población de la región Moquegua en Perú. Diego Ortega, Vicepresidente de Asuntos Corporativos de la citada empresa da otros detalles de la nueva operación minera, de vital importancia para Moquegua y el país.
¿Qué representa para Anglo American la puesta en marcha de la mina Quellaveco? ¿Cuál ha sido el impacto económico en la región de Moquegua?
Quellaveco representa muchas cosas para Anglo American, Moquegua y para el Perú: desde luego, un aporte significativo en nuestro portafolio de cobre, proveer un material crítico para la transición energética en el mundo, sumar para la consolidación de nuestro país como el segundo productor de cobre en el mundo, que el Perú cuente con una de las minas más modernas – con camiones autónomos, 100% digital, energía renovable-, demostrar que hay confianza en el potencial peruano para desarrollar una minería formal y responsable, de la mano con las comunidades y la región.
También, demuestra que los mineros peruanos somos capaces de vencer retos difíciles cuando nos lo proponemos. Durante los 4 años de construcción tuvimos la oportunidad de contar con 13,000 personas de la región Moquegua trabajando en distintas áreas de Quellaveco, de un total de 29,000 peruanos que contribuyeron con su esfuerzo a que esta mina se hiciera una realidad. Asimismo, brindamos capacitación y certificación de más de 3,500 personas para su desarrollo en distintas actividades. Aproximadamente, el 95% de nuestras compras y contrataciones por servicios han sido destinados a empresas nacionales, generando un impacto indirecto positivo en diversas actividades económicas (servicios, transporte, hoteles, restaurantes, seguros, otros). Solo en la región Moquegua, nuestras compras a proveedores locales superan los US$ 300 millones.
Por otro lado, la implementación de la presa Vizcachas, de 60 millones de m3, infraestructura hídrica de valor compartido, nos permite abastecer de agua al proyecto de ampliación de frontera agrícola Chilota- Chincune, para irrigar cientos de hectáreas en la región, generando otros cientos de puestos de trabajo de manera sostenible. Finalmente, nuestro Plan de Minería Sostenible define un camino importante para que nuestra contribución en educación, salud y desarrollo económico genere un impacto significativo en Moquegua.
¿Cuán importante fue el inicio de la mesa de diálogo?
La mesa de diálogo fue un espacio que permitió lo más importante para el desarrollo de un proyecto de inversión: construir confianza entre todas las partes. Empezó el 2011 y culminó 18 meses después, con acuerdos que han sido pilares para la construcción y puesta en marcha de Quellaveco y que permitieron a Moquegua definir el tipo de desarrollo minero que sus ciudadanos buscaban para la región Al haber sido un proceso claro bien diseñado, y con una estructura conocida y entendida por todos, permitió la creación de un espacio de seguimiento, el Comité de Monitoreo, Verificación y Seguimiento de los Acuerdos de la Mesa de Diálogo, que se institucionalizó y se convirtió en la vía para canalizar coincidencias y discrepancias, siempre teniendo al diálogo y a la comunicación abierta y transparente como herramientas de construcción conjunta. El Comité de Monitoreo se creó en 2012 y se ha mantenido vigente y sólido, pese a que sus miembros han ido cambiando en el tiempo (por tratarse de representantes de los gobiernos regional, provincial y distrital, de comunidades, sociedad civil, entre otros). Hoy estamos en la transición hacia una mesa de desarrollo.
¿Qué otros proyectos desarrollan con las comunidades en sus zonas de influencia?
Creemos que es importante tener una visión integral de desarrollo para proponer mejores alternativas que puedan ayudar a cerrar brechas y a construir un futuro más próspero para la región. Y tenemos claro que debe ser un esfuerzo colectivo, colaborativo. Así, por ejemplo, nació Moquegua Crece, una alianza integrada por el Gobierno Regional de Moquegua, Mitsubishi Corporation, la Corporación Financiera Internacional (IFC), Anglo American y diversas organizaciones unidas con el propósito de promover iniciativas concretas alineadas con el Plan de Desarrollo Regional Concertado al 2032. Aquí tenemos la oportunidad de buscar fondos que sirvan para implementar proyectos priorizados, generando empleo y mejores servicios e infraestructura pública, con un enfoque que promueva el manejo sostenible de los recursos naturales.
Articulado a ello, ponemos mucho esfuerzo en nuestro Plan de Minería Sostenible, que se articula con la estrategia de desarrollo socioeconómico y que establece metas concretas para generar impactos positivos en aspectos como agua y saneamiento, educación, salud, empleo y fortalecimiento institucional. Si logramos cerrar brechas en estos servicios, podríamos estar hablando de una real transformación hacia una región con mejor calidad de vida.
Coincidimos con que los temas de agua son prioritarios y por ello hemos articulado la instalación de plantas de tratamiento en zonas que lo necesitaban desde hace muchos años, como los distritos de Carumas y Cuchumbaya. Además, con el Sistema de Almacenamiento Asana, podremos entregar 5 millones de metros cúbicos de agua para Moquegua, en especial para desarrollar su agricultura.
En educación, nuestro proyecto de conectividad buscará acercar los servicios de telecomunicaciones a las comunidades para mejorar la educación y acceso de información. En salud, dimos grandes avances fortaleciendo el sistema regional durante la pandemia, con implementos y equipos que antes no se tenían, ahora lo complementaremos con campañas que ayuden a mejorar la cobertura de este servicio. Asimismo, contamos con iniciativas que promueven un mejor rendimiento productivo en la agricultura, para lograr mayor rentabilidad e ingresos familiares; programas de capacitación, especialmente con jóvenes, que les permitan acceder en mejores condiciones a las oportunidades laborales en diferentes actividades productivas; y programas que están ayudando al sector público regional y municipal a consolidar expedientes y proyectos de inversión pública que también apuntan a cerrar brechas en la población.
Anglo American decidió financiar y construir el sistema de almacenamiento de 5 millones de metros cúbicos de agua. Cuán importante es esta obra para abastecer de agua a los agricultores.
Es una obra que representa claramente nuestro propósito de reimaginar la minería para mejorar la vida de las personas. Es por ello que, desde los estudios, buscábamos áreas de mayor potencial y, al advertir que el lugar identificado para construir la presa original de 2.5 millones de m3 cuenta con la capacidad para llevarla a 5 millones de m3, iniciamos las coordinaciones con la región, el Comité de Monitoreo, el Fondo de Desarrollo de Moquegua y el Proyecto Especial Pasto Grande, siendo esta institución la titular del proyecto y encargada de administrar la infraestructura una vez construida. Este sistema almacenará el agua que se produce durante la temporada de lluvias y que actualmente termina en el mar sin ser aprovechada. Incluso ha habido años en los que la lluvia fue tan intensa que se produjeron daños a viviendas y cultivos por el incremento del caudal del río.
¿Cuál es el potencial minero que ve la empresa en Perú, y qué desafíos enfrenta con la actual coyuntura?
El potencial minero es enorme. Sin duda, puede convertir al Perú en el principal productor de cobre en el mundo, por poner un ejemplo. Recordemos siempre que competimos por capitales, por atraer la inversión al Perú y que no se vaya a otros países. En ese sentido, haber logrado desarrollar Quellaveco y Mina Justa es un mensaje muy importante que no se debe desaprovechar.
Para definir dónde invertir, los inversionistas buscan estabilidad y que las reglas de juego que enmarcan la toma de decisiones se cumplan. En el Perú, la minería responsable y formal ha demostrado que se integra a las áreas en las que opera y siempre busca contribuir sobre modelos de desarrollo objetivos y sostenibles, con respeto, apertura y transparencia, de la mano con autoridades locales y comunidades. Un buen ejemplo de integración y de sentirnos parte de la región que nos acoge fueron los difíciles momentos que atravesamos con el Covid. No sólo se trató de nuestra contribución con bienes necesarios en el campo de la salud, sino con la presencia de muchos de nuestros colaboradores al lado de las familias que más apoyo requerían. Aun así, somos testigos de que existen muchas brechas por cerrar que requieren de una autoridad nacional presente y en constante coordinación con autoridades y líderes locales, que genere confianza.
¿Cuál es la producción prevista para este 2023?
Este año esperamos terminar de poner a punto nuestra operación y llevarla a su máxima capacidad. Buscamos lograr una producción entre 310,000 y 350,000 toneladas de cobre.
Este artículo forma parte de la Revista ProActivo – Edición PDAC 2023