En esta segunda parte de la entrevista con ProActivo, el ex ministro de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi, revela otros aspectos de lo que sería un escándalo relacionado a los contratos del gas de Camisea. “En algún momento vamos a tener que importar gas porque nos saldrá más barato”, afirma. En las siguientes líneas nos ilustra con más detalles.
La ley decía que no sólo el lote 88 sería destinado para consumo interno.
Efectivamente.
¿Todavía está vigente o fue modificada en ese término?
Esa ley la modificaron para poder cambiar el contrato. O sea había tres candados, tres protecciones, una era la ley, pero la ley solamente la puede cambiar el Congreso.
¿Y cómo la cambió?
Con un artificio. Nadie discutió la modificación del inciso “a” del artículo 4°, de la ley 27133. Se pidió agregarle dos incisos al artículo 4° y a la hora de transcribir, el secretario olvidó la mitad de un inciso y así quedó modificada la ley. Al día siguiente La República dio cuenta, pero ninguno de los miembros de la Comisión se dio por enterado.
Sería bueno que el procurador los llame y les pregunte si eso fue un error y quién o quienes lo cometieron. Esto ocurrió en el 2005.
Se modificó incorporando artículos y mutilando otros.
De esos artículos, uno fue muy pernicioso. ¿Qué ocurre con el gas? Yo dije que más de la mitad del valor del reservorio estaba en los líquidos, y a los líquidos los tratan con la ley de hidrocarburos, tienen precio libre. Solo con los líquidos el proyecto se pagaba.
Lo que decía la ley es que las regalías se pagaban sobre la producción, sobre la cantidad de gas que se extraía. Cambiaron que no era el gas producido, sino el gas vendido. ¿Sabe cuánto fue el gas vendido? Hasta ahora ha llegado a 300 millones, que es todo lo que puede consumir Lima; y ¿sabe cuánto era el gas producido? 1,200 millones, o sea se redujo a la cuarta parte el pago de regalías.
¿Según la ley, no sólo era el lote 88, sino toda la producción?
Eran todas las reservas probadas de gas. Por lo tanto estaba el lote 56. Lo único que cambiaron en la ley era lo de un periodo definido en el contrato; en el reglamento decía que no podía ser en un horizonte permanente de 20 años.
¿Por qué dicen que del lote 56 se está prestando al 88 para la exportación?
Son cuentos. Todo lo están sacando del lote 88. El lote 56 era la reserva estratégica de Perú, además se dieron a dedo.
Se funda una compañía, no sé qué activos tendría, no creo que tenga grandes activos, sería cuestión de investigar. Todo lo que tenía era un nombre y unos cuantos papeles. Esa compañía recibe el lote 56 y después vende el 20 por ciento de su participación, ¿sabe en cuánto lo vende? Algo así como en 340 millones de dólares.
¿Y la asociación del consorcio Pluspetrol-Hunt?
Pluspetrol es solamente un operador, no es inversionista.
¿Quién está en la secuencia?
Allí creo que están Hunt y SK, esas cosas se deberían investigar y la prensa en vez de preocuparse de Abencia Meza, debería hacerlo por estos temas, que van a afectar a 28 millones de personas por 18 años. A Perú, reponer las reservas de gas le cuesta 42.000 millones de dólares. La cifra que me salió eran 43.800. Es la diferencia entre lo que se exportará e importará y que tendrá que ser pagada por los consumidores.
¿En base a qué cálculo obtuvo ese monto?
Es sencillo, Chile paga entre 10 y 11 dólares el millón de BTU de gas, entonces el gas que Perú exporta, en algún momento lo va a tener que importar, porque le sale más barato que importar diesel. O sea, vamos a importar gas como Chile. Salvo que haya una actuación proba en una investigación.
No tenemos un Baltasar Garzón y al gobierno no le veo deseo de tocar el tema.
¿Cree que la presentación de la certificadora Gaffney, Cline & Associates por el ministro Pedro Sánchez, es un buen punto para abrir estos temas?
Hay que agradecérselo al ministro Sánchez, es lo mejor que ha hecho en su gestión. Él no es un técnico en hidrocarburos, pero es ingeniero y entiende las cosas.
No ha tenido la cara dura de otros, de salir a decir lo que no hay. Le han dicho que es así, lo ha creído y lo ha presentado y reventó la cosa. Es extraño que sobre eso no haya intervenido la fiscalía a pedir cuentas, a decir oiga ¿cómo le estamos diciendo a la población que hay 18 (TCF)?
El lote de Repsol o de Petrobrás, que también parece tiene un contrato de explotación, ¿son reservas importantes comparadas con las de Camisea?
No. Por las cifras que hay, lo poco que se sabe de Repsol, no es importante comparada a Camisea. Una reserva importante sería el doble de Camisea. Pero es inválido decir allí no existe nada, o lo que existe es muy poco.
Hace años le dije al El Comercio, ‘es como que Perú va a cruzar un desierto y está vendiendo la cantimplora, porque le han dicho que no es desierto, pero que va a encontrar un montón de agua’, ¿y si no la encuentra?, entonces se hunde, eso tiene ahora Perú, está entre la espada y la pared, tiene una situación terriblemente crítica.
Si encuentran un yacimiento importante, ¿las condiciones son las mismas en regalías?
No, no pueden ser las mismas.
¿Y en el derecho a quedarse con el gas y solo entregar los líquidos?
En el derecho a quedarse con el gas sí.
Por la ley.
Sí. Tiene además que fijarse un precio máximo al gas, no pueden especular con el precio. Pero si hablamos de una exploración en selva, es muy cara. Hablamos de mantener los estándares ambientales y compromisos sociales. Eso le costó a Shell y no lo cobró, pero el que venga ahora lo tiene que cobrar, entonces de ninguna manera podrán dar los precios de Camisea, serán mucho más altos.
Y le doy unos precios de referencias de la región, Bolivia le vende a Brasil a 5 dólares el millón de BTU y a Argentina a 6 dólares. Debo reconocer que el señor (Evo) Morales se peleó con Lula y le pidió un mayor precio para el gas y se le reconoció los 5 dólares por millón de BTU. Compare estos ejemplos y agréguele los 7 dólares que paga Chile -antes de regasificar el gas que le termina costando 10 u 11 dólares el millón de BTU-, con los 15 centavos que va a recibir Perú por regalías.
¿Cuáles serán los efectos por los desmanejos de Camisea?
La gente lo va a ir pensando y comprendiendo. ¿Cómo verá a las empresas? Desgraciadamente va a mezclar a la empresa minera que paga sus regalías, sus impuestos, que tiene responsabilidad social, con esas compañías involucradas en el caso Camisea. Ese comportamiento negativo lo va a generalizar. Eso daña la inversión porque crea conflictos.