Julia Torreblanca, 25 años en Cerro Verde. La actual vicepresidenta de Asuntos Corporativos de Cerro Verde, en la siguiente entrevista con ProActivo descubre sus satisfacciones como madre y trabajadora. Además, revela la emoción que sintió, como parte del equipo humano de Cerro Verde, en el momento del empalme con la nueva tubería que canaliza todo el desagüe de las aguas deservidas de la ciudad hasta la planta de tratamiento. Como peruana y arequipeña sintió que fue un momento cúspide en su vida profesional por los beneficios para agricultores y ciudadanos en general.
¿Qué desafíos tuviste que afrontar durante tu vida profesional y que satisfacciones obtuviste?
Entre los retos que he tenido como mujer, ha sido el poder desarrollarme profesionalmente mientras educaba a mis hijas menores y darles el espacio para ser una buena mamá. Fue un gran desafío trabajar en mina, en el Asiento Minero Cerro Verde, con la suerte de poder regresar a Arequipa todos los días y poder compartir con mi familia. Era un gran reto hacer el trabajo y además, ocuparme de mis tres pequeñas hijas y obviamente de mi familia, mi esposo y los que haceres del hogar. Es decir, tratar de compatibilizar ambas actividades. Estar presente, por ejemplo, en las actuaciones de mis hijas o cuando citaban profesores.
Fueron tiempos muy complicados, pero me siento con la satisfacción de tener ahora tres niñas de 28, 27 y 20 años que han sabido también crecer con las ocupaciones de su mamá y de su papá, sin descuidar y aprender siempre lo que he tratado de inculcar, que son los valores en ellas. Ser personas honestas, estudiosas primero, trabajadoras ahora. Estoy muy orgullosa de mis hijas que son mi principal logro en la vida. Conjuntamente con muchas otras actividades, logramos con el equipo de Cerro Verde expandir las operaciones en varias oportunidades, pero a la vez hacerlo con Arequipa y creciendo con Arequipa. Hoy en día la ciudad tiene una cobertura de agua y saneamiento de un 95 % gracias al equipo de Cerro Verde que ha trabajado brindando más agua en las alturas gracias a las represas que cofinanciamos con Egasa, “Agua para la ciudad de Arequipa”, gracias a la segunda planta de tratamiento de agua potable que financió Cerro Verde y que hoy brinda agua a más de 350 mil personas en sus domicilios.
Además, tenemos un río limpio. Ese es uno de los aportes de Cerro Verde que es mi mayor orgullo profesional, el hecho de que el río Chili hoy tenga el agua limpia porque Cerro Verde trata todo el desagüe, opera y mantiene esa planta sin costo alguno para ningún arequipeño.
Los logros alcanzados en tantos años de carrera, no son míos solamente, son de un gran equipo que nos ha motivado a dar lo mejor de cada uno y hemos conseguido compatibilizar nuestros objetivos para poder alcanzar lo que Cerro Verde es el día de hoy.
¿Alguna anécdota que refleja estos momentos desafiantes?
Cuando empecé a trabajar en Cerro Verde hace más de 25 años. Ya tenía a mis dos hijas mayores, a Lucía y Gabriela, de tres y casi dos años respectivamente. Flavita viene 8 años después.
Recordamos con cariño que cuando estaba embarazada le conté a mi esposo mi preocupación de que me despidieran de Cerro Verde por estar embarazada y mi mayor temor el compartir la noticia con mi jefe y recursos humano. Fue hace más de 20 años – otras épocas. Aunque fue un momento de angustia y preocupación, el equipo de Cerro Verde me hizo sentir muy cómoda durante el embarazo y con grata sorpresa, regresé a trabajar después del descanso post natal. Gracias a Dios, continuamos haciendo patria a través de Cerro Verde.
Otra anécdota es que hace años no había lactarios en las oficinas y teníamos que habilitarlos para guardar leche. En el caso mío para dejárselo a Flavia. Con ella, siendo bebé, también viajaba a Lima para hacer los trámites. Iba al ministerio de Energía y Minas, obviamente no le dejaban entrar, entonces, recurría a mi tía, para que me ayude cuidando a Flavia mientras entraba a las reuniones y cuando salía me la devolvía como paquetito, realmente es muy grato hacer memoria de esos momentos.
También me llena de alegría ver el momento en que se desconecta la tubería del desagüe que llegaba al río Chili directamente con todos los desagües crudos y se empalma con la nueva tubería que canaliza todo el desagüe hasta la planta de tratamiento. Pude ver cómo cambiaba el color del río Chili, de color desagüe, feo y oloroso, al color natural del que veía yo cuando era niña. Son 25 años de anécdotas.
¿Cuál es la importancia de la minería en el país y cuánto ha avanzado en los temas de inclusión?
La minería ha estado siempre presente desde épocas históricas en nuestro país. Sin embargo, cada vez más personas se dan cuenta de cuán importante es esta actividad para todos. No solo por temas de ingresos, de pago de impuestos, regalías, generación de trabajo; sino también porque las empresas mineras cumplen un rol siempre adicional y van más allá de lo que les corresponde, trabajando con las comunidades en las que se encuentran o en su entorno también promoviendo diferentes obras; como, por ejemplo, mediante Obras por Impuestos, como ocurre en varios casos en el norte y sur del Perú.
En otros casos es ayudando y fortaleciendo capacidades de los gobiernos locales para que tengan un mejor desempeño en beneficio de los ciudadanos más necesitados, y poder cerrar brechas en las comunidades de nuestro entorno y con los mecanismos que proporciona la ley.
¿Puedes contarnos un poco como es este desarrollo de la cadena productiva que se ha podido dar en Arequipa, muy interesante en función a la minería?
Cerro Verde forma parte de la Cámara de Comercio de la Industria de Arequipa desde hace mucho tiempo, nuestro representante en la Cámara es Pablo Alcázar. Es así que trabajamos y apoyamos muchas iniciativas del ministerio de Energía y Minas a través de Rimay, hoy SAMMY – Cluster Andino – y de la Cámara de Comercio. Desde los años 70 tenemos proveedores que se desarrollaron con el tiempo, siendo socios en el negocio de Cerro Verde y proporcionándonos los suministros que requerimos.
Ahora hay un esfuerzo mucho más activo de esos proveedores que los puede llevar a constituir una cadena productiva que desde el sur, desde Arequipa, abastezca a otras empresas mineras, desarrollando proveedores nuevos o mejorando las capacidades de los que ya están establecidos. A veces nos olvidamos que las empresas no podemos trabajar u operar si no contamos con nuestros suministros, con mano de obra especializada y esto nos lo permite nuestros contratistas, que laboran aquí en Arequipa, prestando servicios a Cerro Verde y/o a otras empresas del sur.
¿Qué mensaje le puedes dar a las mujeres?
Me siento muy orgullosa de formar parte de este equipo y mi mensaje a las mujeres es que todo lo que uno quiera lograr, se puede.
Necesitamos ser muy organizadas para entregar el tiempo debido a las actividades que requerimos cumplir y a nuestra familia. A veces es difícil si uno vive en un campamento y lo entiendo. Pero creo que la calidad del tiempo que entregamos a nuestra familia debe ser vital. Además, procuremos desconectarnos cuando estamos en tiempo de familia y poder darles lo mejor de nosotros a nuestros hijos, a nuestro esposo, a nuestros padres, a nuestros hermanos porque tenemos diferentes misiones.
Ponerle mucha pasión a lo que se hace en ese momento y dedicar lo mejor de nosotros y además apuntar alto. No rendirse ni cejar en el intento, plantearnos los objetivos ambiciosos e ir midiendo cómo los vamos alcanzando poco a poco a fin de sentirnos satisfechas en nuestro campo, en el rol que nos toque cumplir. Además, nunca dejarse mellar en el esfuerzo porque añadimos un valor diferente a las capacidades de nuestros compañeros hombres.
Me enorgullece ver operadoras mujeres cada vez más presentes en las unidades mineras. Igual que ver más profesionales mujeres en diferentes campos de nuestra industria.
Siéntanse orgullosas de lo que hacen ya que gracias a la actividad minera podemos aportar muchísimo, no solamente a nuestras familias, no solo al Estado con el pago de impuestos u otros; sino también a las comunidades de nuestro entorno que nos miran como claves en su propio desarrollo.
Julia Torreblanca
Abogada. Graduada de la Universidad Católica de Santa María – Arequipa, Especialista en Derecho Minero, Ambiental, Administrativo, Empresarial, Derecho Contractual y Comercial; Financiamiento de proyectos y permisos. Trabaja en Sociedad Minera Cerro Verde S.A.A. desde 1997, ocupando varios cargos de importancia. En abril de 2012 asume el cargo de Vicepresidente de Asuntos Corporativos y continúa siendo responsable de las áreas Legal, Relaciones Gubernamentales, Relaciones Públicas y Comunitarias, así como Energía.
Actualmente, también se desempeña como Secretaria de Directorio de Sociedad Minera Cerro Verde S.A.A., Directora de la Asociación Cerro Verde, (encargada de administrar el Aporte Voluntario), Directora Secretaria de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía; Presidente del Consejo Directivo de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú COMEXPERÚ.
Miembro de ABAC. Directora del Consejo Directivo de la Cámara de Comercio Canadá – Perú. Directora Titular de la Asociación Perú Sostenible. Water Resource 2030. Directora del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.
Este artículo forma parte de la Revista ProActivo – Edición PDAC 2023