Por Mónica Belling
En momentos de una demanda urgente por descarbonizar el planeta, la minería se ha convertido en el principal aliado para la reducción del consumo de combustibles fósiles. Es así que la búsqueda por nuevos yacimientos de cobre obliga a ver a países como Perú, que tiene muchos elementos positivos para reposicionarse como el primer destino en inversiones de exploraciones mineras. Sin embargo, el país deberá resolver algunos aspectos que limitan ese objetivo. En entrevista exclusiva con ProActivo, Sebastián Benavides, Discovery Manager de Perú-Ecuador en Anglo American y presidente de proEXPLO 2023, brinda detalles al respecto.
¿Cuál es el estado de las exploraciones mineras en el Perú y cómo es visto el país para invertir en este campo?
Estamos en una mejor situación, levantando cabeza después del fuerte impacto del Covid-19 y la situación sociopolítica de los últimos meses.
El año pasado hubo una fuerte recuperación tras el bajón por la pandemia y luego hemos seguido creciendo. Si comparamos cifras del 2019 y vemos dónde estamos ahora, hemos crecido, pero no al ritmo que lo ha hecho el resto del mundo por los buenos precios de metales y accesos a financiamientos de las empresas. En ese crecimiento hemos perdido competitividad en atraer inversión. Sin embargo, soy optimista, vemos mensajes importantes del ministro de Energía y Minas, Oscar Vera, sobre los procesos de permisos y apoyo a la industria que creo serán importantes para generar confianza en los inversionistas de exploraciones y nos volverá a poner en una posición relevante.
Ante los cambios disruptivos en cuanto a tecnologías y situación socio política global ¿Cuál es la visión actual de los inversionistas de exploración minera, tanto en el mundo como en el Perú?
Los proyectos mineros en promedio toman entre quince y veinte años, desde la fase de descubrimiento hasta una construcción o producción, entonces siempre tenemos que pensar como exploradores y detectar qué es lo que buscan las empresas y qué será relevante de acá a dos décadas.
Eso te lleva a pensar en dos aspectos: primero, en qué requerirá la sociedad, por ejemplo, hoy se busca mucho cobre porque tiene proyecciones de crecimiento en la descarbonización del mundo y la transición de energías renovables, pero también otros elementos críticos empiezan a tener mayor financiamiento y exposición a nivel global.
(Un segundo aspecto) Se habla mucho de dónde se podrá explorar. Todas las empresas están pasando por procesos de planificación de distintos escenarios. El Perú atrae mucho a empresas por ser un lugar prospectivo, por el dote geológico que tiene y también ha demostrado una estabilidad para todo tipo de empresas que quiera venir y operar en el largo plazo.
¿Cuáles son los cambios más resaltantes, tanto positivos y negativos, que se han presentado en la exploración minera?
Por el lado positivo, hay un nuevo desarrollo de tecnologías mineras de exploración que nos permiten explorar de forma eficiente, minar de forma que se reduzca la huella ambiental y el consumo de agua. Hay proyectos en el Perú que de repente se encontraron en los años noventa y no eran económicos con los precios de metales y tecnologías de minado que existía, pero que de aquí a diez años sí puedan serlo.
En el aspecto negativo, hemos perdido un poco de competitividad, somos el sexto país en inversión en exploraciones, en nivel de Latinoamérica hemos caído al tercer puesto después de México y Chile, cuando en el 2017 estuvimos en primer lugar. Esto se debe a una serie de factores y uno de los más importantes, fuera de permisos y burocracia excesiva, tiene que ver con la percepción negativa por parte de la ciudadanía. La mayor parte de la población reconoce el valor económico de la minería en el país, pero hay aún sectores con una percepción negativa que nos juega en contra a la hora de empezar exploraciones. Como industria hay una tarea pendiente para llevar nuestro mensaje y explicar lo que hacemos, más allá de nuestro gremio. Ese es uno de los principales temas que debemos trabajar.
¿A qué se debe esta percepción negativa?
La percepción negativa sobre la minería se debe, entre otras cosas, a la falta de información. Pocos entienden realmente qué es y cómo funciona la minería legal, y tampoco tienen tan claro, por ejemplo, la diferencia entre la actividad minera ilegal y la actividad minera formal y responsable del país.
¿Qué otros factores han detenido la fluidez de las exploraciones mineras del país?
Para mí son tres: la excesiva burocracia, la percepción negativa sobre la minería y los conflictos sociales relacionados que han trabado proyectos importantes del país. Hay que trabajar para destrabar estos proyectos. Las diversas situaciones de conflicto deterioran la confianza de un inversionista que ve más lejana la posibilidad de poder sacar adelante sus proyectos.
¿Cómo visualizas esta actividad en el Perú para el próximo quinquenio?
Hay que ver cómo avanzan muchos frentes, es importante empujar con realismo positivo, de cara a tener un país mas estable que pueda atraer mayores inversiones. Vemos la cartera de proyectos de exploración, donde más del 50 % esta amarrada al cobre, eso nos da una espalda importante para aprovechar todas las tendencias globales alrededor del metal rojo en las próximas décadas.
Se estima que de aquí al 2035 la demanda del cobre se duplicará y sabemos que en el mundo no hay suficientes recursos y reservas para atender esas demandas. Hay que ver cómo proveemos al mundo de este material, estamos bien posicionados para aprovechar eso.
¿Cuántos proyectos se encuentran en la cartera de exploraciones y en cuánto dinero están valorizados?
La cartera de proyectos de exploración asciende a unos 596 millones de dólares, son varios proyectos enfocados en distintos elementos como el cobre oro, zinc, plata y litio, pero más que pensar en esa cartera, tenemos que pensar en cuántos de esos proyectos pasarán sus procesos y realizarán la inversión. Estamos bien posicionados en cuanto a la intención de empresas y tenemos que enfocarnos a volvernos más competitivos para que estos proyectos salgan adelante.
Aún existen aspectos anacrónicos en la gestión de permisos ¿Cuáles consideras que son y qué soluciones planteas?
Tenemos que ser más eficientes con los procesos, con estos pasos para lograr un permiso de exploración temprana. No se trata de quitarle rigurosidad al proceso en el aspecto ambiental o social, sino de reducir burocracia.
En la primera etapa de reconocimiento inicial, la mayoría de proyectos tiene que sacar una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y es el mismo proceso que como si tuvieras cuarenta plataformas. No hace sentido el nivel del proyecto siendo muy temprano porque normalmente se hace cuatro a cinco sondajes para ver si hay algo; la huella ambiental es mucho menor, al igual que los riesgos, por lo que los procesos de permisos deben estar alineados a eso. Si te toma año y medio pasar todo el proceso para hacer sondajes de reconocimiento, es demasiado. Si lo piensas como inversionista, y tienes la opción de invertir en varios países, resulta que tienes que mantener una empresa viva por año y medio como una junior y esperar este lapso de tiempo antes de ejecutar el proyecto de exploración.
Si bien la Ficha Técnica Ambiental (FTA) es una herramienta que ayuda mucho a disminuir estos procesos, solo es aplicable a ciertos proyectos, tiene una serie de criterios que la mayoría de proyectos no aplica. Esperamos ese camino de implementación de estrategias para hacer procesos más ligeros al inicio.
Con relación a proEXPLO, es una edición especial después de la pandemia ¿Cuál es el objetivo del evento?
ProEXPLO ocurre cada dos años y es uno de los eventos más esperados por la comunidad de exploración en toda la región, sea proveedores, inversionistas, proyectos que buscan inversión y geocientíficos que buscan saber de los avances de la geociencia en el país y el mundo.
El primer objetivo es ser un espacio donde podamos juntar a toda la industria de exploración, poner al Perú al centro, conversar sobre el potencial que tenemos, los avances de proyectos y cómo la tecnología puede ser aplicada a los proyectos en el Perú.
Dicho eso, nuestro lema “Descubriendo la minería del futuro” fue elegido con mucho cuidado, para pensar en cómo vamos a descubrir aquellos proyectos que el futuro necesita. La segunda parte de eso es conocer qué es la minería del futuro, tenemos temas trasversales que hablan sobre su aplicación en la actividad minera y lo queremos impulsar.
El objetivo central de este proEXPLO es compartir sobre las mejoras de ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza) desde la exploración para que así podamos armar proyectos con cimientos fuertes que sean viables más adelante. Asimismo, temas de diversidad e inclusión y desde la exploración podamos ser la punta de la lanza para los cambios en la industria. Finalmente, temas de relación entre la industria y la academia.
¿Qué novedades nos va a traer el proEXPLO respecto a las ediciones presenciales anteriores?
Será un proEXPLO presencial, pero tomamos muchas lecciones de la versión virtual del 2021 que fue un éxito en todo sentido, fue el proEXPLO con mayor asistencia por cuatro veces, al ser virtual es más fácil que la gente se pueda conectar. Tendremos seminarios, cursos cortos presenciales y virtuales, donde estamos haciendo una membresía virtual para personas que no puedan viajar y vean el contenido de forma virtual en vivo. En esa línea hemos hecho que esa membresía sea gratis para todos los estudiantes de distintas regiones del país para que esta información llegue a futuros profesionales.
En el PDAC 2023 se vio una marcada tendencia de la búsqueda de litio y del uranio, ¿Cómo se muestra la tendencia para este proEXPLO?
Tenemos una sección sobre elementos críticos, hay trabajos que van a presentarse sobre el cobalto, tierras raras y litio. Tendremos la presencia de Murray Hitzman, quien realizará una presentación sobre los modelos de exploración de este tipo de yacimientos y en general de los elementos críticos que van a tener mayor crecimiento a futuro en cuanto a su necesidad para la descarbonización del planeta.
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