El empresario Vicente Pérez, de la Compañía Minera Casale, dio un panorama sobre la cartera de proyectos mineros en Chile y el apoyo que el ministerio de Minería les brinda. En entrevista con ProActivo dio detalles al respecto.
En la región, los proyectos mineros tienen en común problemas derivados de conflictos sociales, lo que constituye un riesgo para su implementación. ¿En Chile cómo afrontan estos obstáculos?
Chile tiene actualmente una sólida cartera de 29 proyectos con 90.000 millones de dólares de inversión en global. Pero, no tenemos la certeza de que todos se vayan a materializar en el tiempo y en los montos previstos, ni que vayan a producir lo esperado, pues están sujetos a diversos riesgos.
Uno de estos riesgos, quizá el principal, es que el proceso de evaluación de impacto ambiental tenga demoras más allá de lo esperado ante situaciones de conflicto con las comunidades por el uso compartido de recursos, como es el caso del agua principalmente.
Sin embargo, tenemos la ventaja de que las compañías que incursionan en estos proyectos de inversión, la mayoría ya opera en Chile, y conocen bien la idiosincrasia del país, sus costumbres políticas, sociales y cómo se resuelven esos problemas, los que generalmente se hacen a través del diálogo y la confrontación de ideas e intereses, por la vía judicial, pero no por la vía ilícita, como podría ser la compra de voluntades de funcionarios públicos o de los agentes opositores, aunque no digo que esto no exista, pero es muy menor.
En general, los problemas que se presentan en el desarrollo de los proyectos mineros se ajustan a legítimas aspiraciones y dificultades que se visualizan en el entorno que podría verse afectado.
Como consecuencia y reconociendo que los proyectos no están 100 por ciento seguros, el ministerio de Minería ha establecido una política fundamental de apoyo a los proyectos mineros para que estos se puedan materializar mediante un sistema de monitoreo y estar al tanto de las dificultades que puedan encontrar y los conflictos que puedan existir. Así, en los ámbitos de gobierno que corresponda, se podrán adoptar los correctivos para la acción pública en el tema, de manera de no causar demoras indebidas en el proceso.
Esta es una forma de generar mayor confianza para que los inversionistas sepan que si quieren desarrollar proyectos mineros en Chile, van a recibir un trato justo y no discriminatorio o distorsionante. El gobierno va a respaldar todas y cada una de las medidas de protección ambiental, que se cumplan las normativas, pero cuando estas sean innecesariamente estrictas, procurará optimizar este proceso.
¿Los trámites para aprobar permisos en minería demoran 150 días, mientras que en energía 300, pero los “permisos críticos” pueden tardar años?
Sí, en general la tramitación promedio demora esos tiempos. Por decir, un proyecto minero que requiera entre 70 u 80 permisos, 65 los puede tramitar fácilmente en 10 días. Pero los más importantes son los permisos críticos, que mientras no se obtengan, impiden realizar obra alguna, y eso muchas veces demora demasiado y puede retrasar en años los proyectos. Así, el proyecto Pascua Lama tuvo una gran oposición y dificultades, la mayoría de sus permisos fueron resueltos oportunamente, pero dos o tres que son críticos impidieron su inicio oportuno; felizmente ahora ya todo se está normalizando y espero que sus trámites los completen prontamente.
¿Un empresa chilena sin tradición minera, que ahora desarrolla un proyecto cuprífero muy importante?
Es un grupo diversificado en distintas economías y durante mucho tiempo tuvo una pequeña actividad minera en oro, y recientemente en el 2010 o comienzos del 2011 compraron un proyecto de mediana minería de cobre, y van a desarrollar también proyectos de pequeña minería en cobre. Además, tiene el área del carbón, pero es una empresa más relacionada con el negocio de la energía, pues también comercializan petróleo.
Sobre Antofagasta Minerals
Es de capitales chilenos, cotiza en la Bolsa de Londres y no es estatal; es una empresa inglesa con accionistas de distinta nacionalidad, pero mayoritariamente de la familia Luksic, que son chilenos. Invierte en Chile, en Perú y en otras partes, como en Pakistán donde desarrolla un proyecto que actualmente afronta algunas dificultades.
En oro, precisó que catapultaron su producción. ¿En qué medida?
En este momento producimos 40.000 kilos de oro, o sea 40 toneladas de oro –muy por debajo de Perú por cierto- y vamos a llegar a los 130.000, 135.000 kilos hasta el año 2020, lo que significa más que duplicar nuestra producción aurífera, lo cual es un gran incremento.