Pese a la crisis, Vena Resources seguirá invirtiendo en Perú en proyectos de uranio, oro, zinc y cobre, aseguró el presidente y CEO de esta empresa, Juan Vegarra. “En el corto plazo daremos sorpresas al mercado”, destacó en entrevista con ProActivo, que glosamos a continuación.
¿Cuánto afectó la crisis a Vena?
La crisis nos afectó de varias maneras, la más evidente fue la caída del precio de los metales. Teníamos en marcha el proyecto de zinc Azulcocha, en Junín, y tuvimos que pararlo hace casi un año cuando el zinc cayó por debajo de 75 centavos la libra. En ese instante la operación ya no era económica. Ahora que se ha recuperado, planeamos cómo poner de nuevo en operación a Azulcocha.
¿La coyuntura obligó a reducir personal en Azulcocha?
Claro, porque el precio de los commodities afectó los objetivos de la empresa a corto plazo. En Vena teníamos casi 400 trabajadores, que se ha reducido a menos de 60 personas en un año. Si el zinc se recupera de manera sostenible rehabilitaremos Azulcocha y contrataremos la misma cantidad de personas.
¿Azulcocha es el único proyecto de Vena afectado?
En gran parte, pero al mismo tiempo el precio de la acción también cayó, por lo tanto afectó el financiamiento de la empresa. Se ha hecho más difícil levantar fondos e invertir en otros proyectos.
El proyecto que avanza sin problema alguno es el de uranio en Puno, con nuestro socio Cameco -la empresa más grande del mundo en uranio-, por lo que este año Vena invertirá casi 3 millones de dólares en exploración, y seguiremos ese ritmo el 2010.
También se invirtió casi un millón de dólares en el proyecto de oro, cobre y plata, Esquilache, en Puno. Y en el proyecto Pucará, de oro con cobre, se han destinado otros miles de dólares y quizá hagamos un Joint Venture con un tercero. Son 4 millones de dólares de inversión para este año.
De igual modo, avanzamos un proyecto de carbón, porque la crisis energética que viene va a subir el precio del petróleo nuevamente. Es inevitable y generará la subida del precio del carbón y del uranio; por lo tanto, Vena decidió invertir en carbón, en el norte del Perú, especialmente en la cuenca del Santa y Alto Chicama.
¿Qué otros proyectos tienen en el norte del país?
Tenemos casi 20.000 hectáreas en 7 proyectos entre Huamachuco y Quiruvilca, allí hay proyectos de oro con cobre, que los desarrollamos en 5 años; pero como sabemos esta zona tiene problemas, con algunas comunidades; estamos más enfocados en Junín, donde nos centramos en Azulcocha. Sin embargo, desde hace 6 meses formamos una brigada de geólogos para que avancen nuestros proyectos de oro en el norte de Perú.
¿Cuáles son las proyecciones de la minería de uranio en Perú?
Tenemos bonitas sorpresas, las perforaciones nos indican que hay más uranio de lo esperado, es un sistema bastante grande la zona de Macusani, en Puno, la ley es baja; entonces hay que buscar las áreas que tienen posibles depósitos de gran tonelaje para trabajarlo en tajo abierto.
Con la campaña que iniciaremos en octubre, con suerte perforaremos otros 10.000 metros y trataremos de delinear y ubicar varios millones de libras de uranio.
No hay un número mágico que puedo dar a corto plazo, pero con nuestro socio Cameco vemos que el futuro de Macusani es factible, no hay algo negativo que nos obligue a salir de la zona. El Ministerio (de Energía y Minas) sigue trabajando con nosotros y tenemos apoyo de los congresistas. Creo que en los próximos 18 meses daremos un par de sorpresas al mercado y veremos qué pasa.
¿Qué otras zonas de Perú tienen uranio?
Hay en todos lados, la cosa es encontrarlo a nivel económico. Hay en Lima, pero no es económico se tiene que buscar zonas donde el tonelaje y la ley permitan diseñar una planta. En Perú, la zona que tiene ese perfil es Macusani, en Puno. Por ejemplo, por la zona de Bayóvar en Piura hay uranio.
Aparte de Bayóvar, ¿hay otros lugares en Piura?
Aparte de Bayóvar, que tiene un uranio que podría ser económico, no conozco otro sitio. En Ancash hay posibles depósitos de este mineral, pero el uranio no es como el oro, que pone un plantita y está feliz con 50 toneladas al día.
Con el uranio el proceso necesita buenos millones de libras para justificar la inversión de una gran planta de beneficio. Una empresa como Cameco no invertirá en una planta, a menos que encontremos varios millones de libras de uranio en Macusani. Hasta ahora todo se ve positivo.
¿Hay suficiente uranio en Macusani?
Todo indica que encontraremos un buen nivel de recursos. La cosa es tener un poco de suerte en los próximos 18 meses, en el proyecto de cubicación, porque ya identificamos las zonas más atractivas de uranio donde están las posibles concentraciones. Hay que saber cuántas toneladas son y de cuánta ley; es un sistema de perforación que demora mínimo 18 meses y después viene un estudio de factibilidad. A fines del 2010 puedo decir cuántas libras de uranio estimamos que hay en Macusani.
¿El uranio se puede extraer de manera artesanal?
Sí, pero ¿a quién se lo vende?, es un mercado cerrado, se usa para cosas muy específicas, para plantas nucleares, energía y ¿quién compra?, sólo las empresas internacionales muy grandes. No es como el oro, que puede sacarlo artesanalmente y vendérselo a un trader. El uranio tiene ciertos problemas políticos, entonces hay que cuidar la imagen de Perú, de cómo vamos a trabajar este mineral. Hay leyes internacionales que prohíben hacer ciertas cosas.
¿En el mundo existe minería informal del uranio?
Hay pocos grupos que tratan de hacerlo. Había uno en Chapi, Puno, que trató de hacer una pequeña producción de uranio, pero al final se quedaron con los barriles arriba porque nadie compró. La industria del uranio es selectiva, los consumidores son empresas grandes que no se meten con artesanales.
¿Cuáles son los países con más demanda de uranio?
Los más conocidos son Francia, Estados Unidos y Rusia, porque tienen plantas nucleares que necesitan energía. Más del 70 por ciento de energía de Francia es a base de uranio; China, con la explosión que tuvo en los últimos años, causó que las fuentes de demanda de uranio se potencien. Aunque el 60 por ciento de la energía china depende del carbón, construyen más de 20 plantas nucleares, y cada una requiere de uranio, que con suerte será algún día de Perú.
¿Qué características tienen sus proyectos en el norte del país?
El proyecto más avanzado es Las Princesas, de oro, situado entre Quiruvilca y Alto Chicama, que antes fue perforado por un par de empresas; lo tenemos hace unos 5 años pero los problemas sociales nos impidieron perforar. Evaluamos si vale la pena abordarlo. Tenemos un grupo en el norte, pero el 90 por ciento de nuestro presupuesto está en el sur de Perú.
¿Considera necesario ampliar su producción de carbón?
Hay dos tipos de carbón: el bituminoso y la antracita. Preferimos el antracítico por su gran poder calorífico y se puede lavar sacandole las cenizas. Es el carbón limpio y que tenemos al norte del Perú, la idea es poner plantas para lavarlo y exportarlo a otros países de la región. Su demanda nacional es muy poca.