Rómulo Mucho

Escribe: Rómulo Mucho 

El cobre es un producto cuyo precio resulta de la comparación entre la oferta y la demanda en los mercados internacionales por lo que es oscilante. Así, como en la mayoría de commodities, la menor oferta por parte de los países productores y la mayor demanda por los países consumidores, puede originar una escasez que se traduciría en un mayor precio.

La producción mundial de cobre el 2022 fue de 22 millones de toneladas y se estima que para el 2023 la producción sea de 22,52 millones de toneladas. Aunque al cierre del 2023 podemos decir que aún estamos frente a un equilibrio entre la oferta y la demanda, un informe publicado por el Fondo Monetario Internacional, proyecta que la demanda de cobre se multiplicará por 1.5 al año 2030. Es decir, se consumirá unos 34 millones de toneladas por año.

Preocupa el nuevo escenario global para el cobre. BMO Capital Markets, que pronosticaba un gran superávit de cobre refinado para el próximo año, ahora indica que es muy probable que se presente un pequeño déficit. Mientras que Goldman Sachs, que ha sido mucho más optimista, ya pronosticó un déficit del metal refinado para 2024, y prevé que este déficit superará las 600,000 toneladas.

Aquí las razones. Anglo American anunció su intención de reducir la producción de cobre en el corto plazo para bajar costos y enfrentar la caída del precio de sus acciones, que ha sido del 30% en el último año. Por otro lado, el cierre de Cobre Panama, una gran operación minera que la canadiense First Quantum Minerals Ltd. venía desarrollando en Centroamérica, significará una disminución en la producción anual de cobre, de cerca de 400,000 toneladas por año.

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Asimismo, la empresa brasileña Vale anunció que espera producir entre 320,000 y 355,000 toneladas de cobre en 2024, en comparación con las 325,000 toneladas de este año. En promedio mantendrá su producción.

Esta situación, sumada a los retrasos operacionales de los proyectos estructurales de Codelco, y la lenta puesta en marcha de la Fase 2 de Quebrada Blanca de la canadiense Teck en Chile según expertos, “impactarán fuertemente el balance de cobre para los próximos años”.

La disminución en las estimaciones de producción de cobre por parte de estas empresas líderes ha llevado a una revisión a la baja en las previsiones de diversos analistas que estimaban excedentes en el mercado de cobre en 2024 y 2025 de 200,000 a 400,000 toneladas.

Todo ello, sumado a la disminución de producción ya sea por los cambios constantes operacionales en la minería global o por razones políticas y sociales, orilla hacia una mayor tensión en el mercado que puede impulsar al alza del cobre.

Mayores montos de inversión

Wilson Monteiro en su artículo “El mundo corre para producir el cobre para el futuro” escrito en octubre de 2023 indica aspectos destacables.

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“La demanda de cobre refinado, impulsada por los esfuerzos globales de descarbonización, será de 57 millones de toneladas al 2050. Para alcanzar este ambicioso objetivo, la industria minera debe comprometer inversiones sustanciales estimadas entre 50 mil y 70 mil millones de dólares para 2030, específicamente para impulsar la producción de cobre. Es esencial reconocer que este asombroso requisito financiero aborda únicamente la creciente demanda de cobre, sin siquiera profundizar en los recursos esenciales necesarios para la transición energética más amplia. Otros metales críticos como el litio, el cadmio, el oro, la plata, el níquel, el cromo, el manganeso, el zinc y más son igualmente indispensables para la monumental tarea de descarbonizar la economía global”.

Como se puede apreciar, en el nuevo escenario global para el cobre se tiene que invertir más en exploración por cobre, invertir en la construcción y operación de nuevas minas y al mismo tiempo optimizar el desempeño de las minas existentes.

Gestión Social

A los aspectos estrictamente operativos y administrativos de la producción de cobre se agrega ahora –a la luz de lo ocurrido con Cobre Panamá- la importancia de la comunicación efectiva hacia la sociedad, de los beneficios de la actividad minera. El comportamiento ético del sector empresarial minero es fundamental con principios de cuidado del ambiente, buen desempeño social y de buen gobierno corporativo (ESG) por sus siglas en inglés) no están siendo suficientes. En los países en vías de desarrollo hace falta, además, que sean los gobiernos, mediante políticas de Estado, quienes pongan en valor a la actividad minera ante las poblaciones..

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Se tiene que desarrollar grandes esfuerzos de comunicación para que se entienda que el extractivismo existe porque es una necesidad global para frenar este gran problema. Entendamos que sin minería no será posible la descarbonización de la industria en general. Esta es otra de las tareas pendientes y en la que lamentablemente, por más esfuerzos que realice el sector empresarial minero, poco se podrá avanzar. Es una tarea en la que tienen que participar además de los gobiernos, la academia. En el fondo, es un tema de educación.

El precio del cobre

Al cierre del 2023, el precio promedio se situó en US$ 3.84 la libra, se preveía que en el 2024 promediaría los US$3,75 la libra, un descenso de un 2.3% (antes de los eventos descritos). Cochilco trabaja en la actualización en su previsión para el 2024, la que vendría con una leve alza. El Centro de Estudios del Cobre (Cesco) a raíz de los últimos acontecimientos, apunta a una recuperación del precio. “Esperamos que las condiciones de mercado permitan que el precio sobrepase el promedio actual, con valores entre US$3,85 a US$4,0 la libra” según su director ejecutivo, Jorge Cantallops.

Queda claro que el mercado se presenta para el 2024, más volátil de lo esperado.