En un esfuerzo por reducir la dependencia de China y respaldar el mercado de vehículos eléctricos, Estados Unidos ha puesto en marcha ambiciosos planes para aumentar su producción nacional de litio. Tanto el Gobierno como el sector privado están invirtiendo miles de millones de dólares en este mineral estratégico.
La producción de litio se ha convertido en una prioridad para Estados Unidos debido al creciente despliegue de almacenamiento de baterías a gran escala y la creciente aceptación de los vehículos eléctricos. El Presidente Biden ha respaldado el desarrollo de la industria del litio con financiación de la Ley de Reducción de la Inflación y otras políticas nacionales.
El Departamento de Energía de Estados Unidos anunció planes de préstamo para la construcción del proyecto de litio Thacker Pass en Nevada, que recibirá hasta 2.260 millones de dólares. Este proyecto, desarrollado por Lithium Americas, espera suministrar litio a General Motors y contribuir significativamente al mercado nacional.
Exxon Mobil también está incursionando en la producción de litio, con planes de iniciar la extracción en Arkansas en 2027. La empresa utilizará métodos convencionales de perforación de pozos de petróleo y gas, seguidos por tecnología de extracción directa de litio para separar el mineral del agua salada.
A pesar de estos avances, la industria del litio en Estados Unidos enfrenta desafíos. Los precios del litio han disminuido en un 40% en el último año, lo que ha provocado retrasos en varios proyectos. Además, la oposición de ecologistas y grupos indígenas a nuevas actividades mineras plantea preocupaciones adicionales.
Sin embargo, se espera que la demanda de litio continúe aumentando con el crecimiento del mercado de vehículos eléctricos y el almacenamiento de baterías a gran escala. A medida que avanzamos hacia una transición ecológica, es crucial establecer regulaciones y supervisión adecuadas para garantizar que la extracción de litio se realice de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente.