Estas son tres variantes de póker poco conocidas, pero muy buenas

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En el póker no todo se limita al Texas Hold’em y al Omaha. Hay muchas más variantes para conocer.

Quien juegue al póker, sea en una reunión con amigos o en una sesión online, sabe que el Texas Hold’em es el rey indiscutido.

A su lado, aunque un poco más atrás, viene el Pot-Limit Omaha, su primo de cuatro cartas que ha ganado muchísima popularidad en los últimos años. Juntos dominan casi por completo la escena.

Pero el juego del póker es mucho más profundo de lo que parece. Detrás de estos gigantes, existen tres formatos que desafían la mente de maneras completamente distintas y ponen a prueba habilidades que el Hold’em apenas roza.

Seven-Card Stud

Mucho antes de que el Texas Hold’em se convirtiera en el rey de los juegos de póker, el Seven-Card Stud era el dueño absoluto de los salones de juego.

Es un verdadero clásico, y su importancia es tal que sigue siendo la «S» en los prestigiosos juegos mixtos H.O.R.S.E.

Acá la dinámica cambia por completo. A diferencia de otras variantes, no existen las cartas comunitarias en la mesa.

Sin embargo, el objetivo es el de siempre, que es conseguir la mejor mano posible de cinco cartas. Esto se logra a partir de siete cartas repartidas de forma individual para cada uno.

Eso significa que cada jugador construye su propio proyecto con una combinación de cartas visibles y ocultas.

El juego avanza a través de cinco rondas de apuestas:

  • Tercera calle: se reparten dos cartas ocultas y una visible a cada jugador. Quien tenga la carta visible de menor valor está obligado a iniciar la acción con una apuesta forzada (bring-in).

  • Cuarta calle: cada participante recibe una segunda carta visible. A partir de este momento, la ronda de apuestas la empieza siempre el jugador que muestre la mejor mano.

  • Quinta y sexta calle: se entrega una carta visible más en cada una de estas rondas. El monto de las apuestas se duplica.

  • Séptima calle (o river): la última carta llega boca abajo, de forma privada. Esto da paso a la ronda final de apuestas antes de que todos los que sigan en juego muestren sus cartas.

El gran desafío del Stud es que obliga a los jugadores a prestar una atención minuciosa. Se requiere una buena memoria para recordar las cartas expuestas de los rivales, incluso las de aquellos que ya han abandonado la mano.

Razz

El Razz es una modalidad que usa la misma estructura que el Seven-Card Stud, pero con el objetivo totalmente invertido. Acá no se busca la mejor mano, sino la peor.

Este es un juego lowball que premia a la mano de cinco cartas más baja, por lo que es un ejercicio interesante de lógica inversa.

La clave para entender el Razz está en su sistema para clasificar las manos, conocido como Ace-to-Five, que tiene estas reglas:

  • Acá el As no es la carta más poderosa, sino que juega como si fuera un 1. Por esta razón, se transforma en la pieza más valiosa para construir una mano baja.

  • Las escaleras y los colores no penalizan. A diferencia de otros juegos, tener cinco cartas seguidas o del mismo palo no arruina la mano. Simplemente, no se consideran.

  • La mejor jugada es la «rueda». Como consecuencia de lo anterior, la mano perfecta es A-2-3-4-5. En la jerga del póker, a esta combinación se la conoce como the wheel (la rueda).

Para leer una mano, se empieza por la carta más alta. Por ejemplo, una jugada 7-6-4-3-2 (siete-seis bajo) pierde contra una 7-5-4-3-2 (siete-cinco bajo), porque su segunda carta más alta es peor.

La estructura del reparto es idéntica a la del Stud, pero con una diferencia desde el inicio. En Razz, el bring-in no lo paga la carta más baja, sino la más alta.

2-7 Triple Draw

El 2-7 Triple Draw abandona por completo el terreno de las cartas visibles para meterse de lleno en el póker de descarte (draw poker).

Acá no hay información a la vista. Cada jugador recibe cinco cartas ocultas y tiene tres oportunidades para mejorarlas, cambiando las que no le sirven por nuevas del mazo.

El mayor desafío es su sistema de clasificación Deuce to Seven, que es notoriamente anti-intuitivo:

  • El As siempre es alto: esto lo convierte en una pésima carta a la hora de buscar una mano baja.

  • Las escaleras y los colores descalifican: a diferencia de otras variantes, acá tener cinco cartas del mismo palo o en secuencia arruina el juego. Estas combinaciones penalizan y no se consideran manos bajas.

  • La jugada ideal es 7-5-4-3-2: teniendo en cuenta las reglas anteriores, la combinación perfecta (conocida como the nuts) es un 7-5-4-3-2 que no comparta el mismo palo.

El flujo de una mano es un ciclo que se repite tres veces. Tras las ciegas, se reparten cinco cartas ocultas y viene la primera ronda de apuestas.

Luego, en el primer descarte, cada jugador cambia las cartas que quiere, seguido de otra ronda de apuestas. El ciclo se repite con un segundo descarte y más apuestas, donde el monto se duplica.

Finalmente, llega el tercer descarte, la última oportunidad para mejorar la mano, que da paso a la última ronda de apuestas antes del showdown.