Dentro de la industria de capital privado, la estrategia de inversión conocida como Evergreen ha ganado relevancia debido a que busca mantener a las empresas “siempre verdes”, por medio de una inversión constante a lo largo de las diferentes etapas de su desarrollo.
Esta técnica, originaria del Reino Unido, se destaca por su enfoque gradual y constante de inyectar capital en las empresas a lo largo de sus diversas fases de crecimiento. A diferencia de las inversiones tradicionales, la inversión Evergreen no se limita a un monto fijo; en cambio, se adapta de manera flexible al progreso y a las necesidades cambiantes del negocio, según informa Nasdaq.
Los fondos de capital privado que aplican esta estrategia de inversión, no solo brindan financiamiento, sino que también desempeñan un papel activo en el viaje de crecimiento de las empresas. Al validar su desarrollo y anticiparse a posibles desafíos, estos fondos no solo aseguran la continuidad de las empresas sino que también generan confianza entre nuevos inversores, fortaleciendo así el ecosistema de startups, pequeñas y medianas empresas.
De forma similar a lo que ocurre en otras transacciones financieras, la tolerancia al riesgo es fundamental. Para los fondos de inversión, la decisión de apostar por determinadas empresas se debe a la innovación de su producto o servicio, al potencial de desarrollo en el mercado y a la resiliencia y compromiso de los fundadores.
Mientras otros esquemas de inversión entregan un solo monto a las empresas en crecimiento, la inversión Evergreen es más flexible y se adapta a las necesidades de la empresa y al cumplimiento de objetivos. Esto permite un mayor dinamismo en las salidas de las empresas del portafolio de inversión y el ingreso de nuevas empresas.
Aunque esta inversión ha sido una práctica consolidada en Estados Unidos y Europa desde hace algunos años, en México aún es un concepto poco conocido, a pesar de ser el segundo país en Latinoamérica (después de Brasil) que más impulsa el desarrollo de startups.
Datos de Statista indican que en el 2021, el principal sector para las startups en México era el de software y datos, junto con el fintech, ambos con el 25.6%, seguidos del comercio electrónico y el comercio minorista.
Entonces, ¿qué necesitamos para aprovechar plenamente esta estrategia en México? En primer lugar, informar al ecosistema emprendedor y empresarial mexicano sobre cómo el capital privado impulsa el desarrollo de las empresas de nuestro país, ya que cada vez existen más opciones de capitalización que pueden adecuarse a sus necesidades.
Habrá empresas que requieran montos mínimos, en cuyo caso podría venirles bien un crédito bancario, el financiamiento gubernamental, el factoraje inverso u otra opción. Aunque no para todos los casos llega a ser la mejor alternativa.
Para aquellas empresas en crecimiento, que están buscando abrir nuevos mercados dentro y fuera de nuestro país, y que requieren una importante inyección de capital, los fondos de Venture Capital son una mejor alternativa, ya que junto con la inversión -obtenida a cambio de un porcentaje pequeño de las acciones de la empresa-, pueden obtener asesorías y acompañamiento para detectar de manera más acertada los montos de inversión que requieren y en qué se debe destinar realmente para lograr la proyección de crecimiento deseada.
Además, es imperativo fomentar una cultura de inversión en México. Esta cultura no solo beneficiará a las empresas que buscan crecer, sino que también respaldará a los empresarios visionarios que desean construir organizaciones sólidas, rentables y generadoras de empleo. Para muchos de ellos, una inversión estratégica es todo lo que necesitan para llevar a sus empresas al próximo nivel y contribuir significativamente al tejido económico del país.
Fuente: El Economista