ProActivo
Se trata de suelos mejorados con múltiples beneficios
Lo que buscamos es ganar cada vez mayor eficiencia operacional desde la perspectiva ambiental.
El proyecto Tecnosoles consiste en suelos generados técnicamente por el hombre a partir del uso de, entre otros componentes, diversos residuos orgánicos e inorgánicos. Su aplicación en el cierre de operaciones mineras constituye un gran aporte tecnológico que nació de la búsqueda de soluciones para reducir el tratamiento de aguas a perpetuidad.
a empresa peruana Buenaventura es la protagonista del innovador y exitoso proyecto Tecnosoles que va de la mano con Innóvate Perú. ProActivo entrevistó a dos ejecutivos de dicha firma para conocer sobre la prometedora tecnología, Alejandro Hermoza, Vicepresidente de Sostenibilidad, y Alfredo Gallardo, Director de Gestión Ambiental, quienes dieron detalles sobre este proyecto piloto desarrollado en la mina La Zanja, en Cajamarca.
Busca asegurar un cierre de minas más eficiente
El esfuerzo por concretar los Tecnosoles refleja la política sobre gestión ambiental que en la actualidad impulsa Buenaventura a través de la innovación, expresó el Vicepresidente de Sostenibilidad de Buenaventura, Alejandro Hermoza.
“Hay que generar una cultura innovadora permanente en la organización que nos ayude a obtener resultados más eficientes y sostenibles; y los Tecnosoles son un producto de esta sinergia entre nuestros compromisos ambientales y la política de innovación que le imprimimos”, sostuvo.
“Es un proyecto que brinda beneficios desde el punto de vista operacional, con procesos más eficientes para el cierre o remediación ambiental, y a la vez es un aporte en términos de activos ambientales para la población”, remarcó Alejandro Hermoza.
“Esto refleja cómo Buenaventura aborda los principales ejes estratégicos de su gestión ambiental. Lo que buscamos es ganar cada vez mayor eficiencia operacional desde la perspectiva ambiental, y tener los mejores sistemas de control y monitoreo que inclusive incorporen la participación de las poblaciones”, agregó.
Suelos autosostenibles y manejo eficiente del agua
El ejecutivo dijo que el sector minero, y Buenaventura en particular, enfrenta cada vez más la necesidad de diseñar procesos con mayor eficiencia para los cierres ambientales que sean autosostenibles y “más amigables con el ecosistema”.
“Cada región nos presenta retos distintos en relación al ecosistema, zonas lluviosas o áridas, fauna y flora de distintas características, y, en casi todos los casos, cambios climáticos que van modificando los patrones climatológicos y el propio entorno.
Anotó que en Cajamarca el gran desafío es el manejo del agua a futuro en el proceso minero. En ese sentido, el proyecto Tecnosoles involucra una investigación sobre cómo desarrollar un cierre que permita, en el largo plazo, tener una mejor gestión del agua.
“Esto nos llevó a investigar distintos mecanismos y a explorar experiencias en otras latitudes, como en España, y así entramos en contacto con la posibilidad de desarrollar los suelos mejorados”, detalló.
Indicó que, a diferencia del cierre de minas convencional, con los Tecnosoles se crean suelos que se integran al medio ambiente local que aportan en términos de disminuir a futuro la necesidad de gestionar grandes volúmenes de agua; además, se incorporan de manera más amigable a todo el ecosistema.
Proyecto piloto en la unidad minera La Zanja
Hermoza precisó que en la operación La Zanja, mirando hacia la fase de cierre ambiental, necesitaban abordar el tema con una mirada de largo plazo y mayor eficiencia que las aplicaciones tradicionales, y en razón a ello decidieron innovar con el piloto de los Tecnosoles.
“La minería es una industria que no compite por precios sino a través de la eficiencia de sus operaciones, lo que nos lleva a ser innovadores y siempre estar en búsqueda del desarrollo e implementación de tecnologías para resolver aspectos de la operación con más calidad y menores costos. Esta característica hace de la minería una actividad con gran potencial para generar conocimiento y nuevas tecnologías, que en muchos casos, inclusive, benefician a otras actividades económicas, como puede ser la agricultura” indicó.
Más participación de universidades para la investigación
El directivo consideró que en esta tarea es muy importante el involucramiento de las universidades y de los organismos de investigación del país porque se promueve la generación de valor y de conocimiento.
En ese aspecto, resaltó también que el trabajo de la minería nacional con las comunidades de su entorno desarrolla diversas formas de promover la siembra y cosecha de agua a través de la forestación y la regulación de agua, como parte de los mecanismos de adaptación al cambio climático generados principalmente por los cambios en los patrones de lluvia en las regiones altoandinas.
“Desde esa perspectiva es que orientamos la gestión ambiental en la empresa, no solo enfocándola a una mayor eficiencia en términos de costos de la operación, sino también enfatizando el monitoreo, la participación de la población y la generación de activos ambientales”, acotó Alejandro Hermoza.
Refirió que bajo ese criterio los Tecnosoles pueden ayudar a los agricultores a tener un mejor aprovechamiento del agua en épocas de estiaje, involucrando a las comunidades vecinas en el manejo de los suelos de manera distinta para usar el recurso hídrico en cuanto a forestación y especies nativas.
Valor agregado: Saneamiento de residuos sólidos de Cajamarca, entre otros.
Por su parte, el Director de Gestión Ambiental de Buenaventura, Alfredo Gallardo, explica que la mina La Zanja está próxima a Cajamarca, ciudad que genera entre 100 y 120 toneladas diarias de residuos sólidos que no son aprovechados, y de los que Buenaventura, a través de este proyecto, aprovecha 10 toneladas que acopia y transporta para ser procesadas junto con otros materiales, a fin de enriquecer los suelos donde anteriormente existieron operaciones mineras.
“Esa mezcla orgánica es un humus, un producto más parecido al suelo, que tiene un enlace orgánico e inorgánico, y esto hace que el suelo sea más estable. Además, permite retener carbono y a su vez el desarrollo de diversas especies vegetativas como árboles y arbustos”, resaltó.
Innóvate Perú con los Tecnosoles
Alfredo Gallardo recordó que el proyecto de Tecnosoles se ha desarrollado con Innóvate Perú (Ministerio de la Producción), que aportó fondos semilla por un 57% y Buenaventura por un 43%; y al comenzar a crecer en espacio la empresa hizo otros aportes.
Agregó que a la fecha, la continuidad de la iniciativa corre solo por cuenta de la compañía.
“Es una iniciativa que busca rehabilitar todo el espacio donde hubo operaciones mineras a través del mejoramiento de los suelos, experiencia que habíamos visto aplicada en España, y pensamos que acá podríamos replicar con algunos ajustes de acuerdo a nuestra realidad”, detalló.
El proyecto nació como idea en el 2015, se comenzó a desarrollar el 2017 en una aplicación inicial para seis hectáreas, y en la actualidad ya cubre 10 hectáreas.
“Ya estamos enfocados en la remediación de otras cinco hectáreas más para este año, con lo cual tendríamos un aproximado de 15 hectáreas al finalizar el 2018”, informó.
Convertir el piloto en un proyecto más ambicioso
“Lo estamos desarrollando de un modo más grande y estudiando de qué manera lo hacemos sostenible para convertir el piloto en un proyecto más ambicioso. Innovate nos acompañará con informes y nos observará como un ente revisor”, acotó Alfredo Gallardo.
Trajo a colación que en el desarrollo de los Tecnosoles recibieron el apoyo de un prestigioso experto de la Universidad de Santiago de Compostela (España), así como de empresas asociadas que acompañaron durante el monitoreo de los suelos.
“El piloto cuenta con sensores dentro del depósito, superficiales e interiores, cada metro. Tenemos un total de 24 piezómetros y una estación meteorológica en el sitio que nos reporta datos en tiempo real, desde la precipitación del agua que se va infiltrando y cómo van variando las características geoquímicas del agua que ingresa, así como otras variables”, detalló.
Evita la infiltración de agua
El experto anotó que uno de los conceptos clave para desarrollar este piloto fue el tema del agua, porque la concepción del cierre de minas que se tiene en el país es de impermeabilizar, simplemente cubrir los espacios.
“Y aun cuando los métodos convencionales indican que tenemos que poner arcilla con grava, con suelo y con cierto tipo de cobertura, estos modelos tienen limitaciones porque el agua siempre ingresa, y los ratios y valores oscilan entre 30 y 40 porciento de infiltración, ilustró.
Anotó que la geomembrana, utilizada en el cierre de minas convencional, es una solución que permite impermeabilizar pero no es sostenible, “y nos obligaría a estar permanentemente cuidando la unidad y haciendo el mantenimiento”.
“Por eso, el proyecto de Tecnosoles nació para superar ese tema, y ahora el ratio de infiltración de agua marcha en nivel descendente. Ya ha descendido de 36 a 22 por ciento, y estimamos que en breve llegaremos solo al 15 por ciento”, estimó el Director de Gestión Ambiental de Buenaventura.
Puede replicarse en el sector minero
Gallardo aseguró que la idea es que los proyectos como este, que se desarrollan con Innóvate Perú, sean aplicados primero en el rubro minero y luego en el resto de sectores que lo necesiten, “porque el suelo que se usa es para todo”.
“En tres años de trabajos ya se tienen resultados favorables de los Tecnosoles, ya hicimos la difusión preliminar de los mismos con Innóvate Perú, pero este monitoreo instalado en el depósito se va a mantener por muchos años, así que vamos a tener un registro de la evolución del proyecto”, indicó tras informar que el piloto demandó una inversión de más un millón y medio de dólares.
Prioriza el beneficio ambiental
En otro momento, el especialista puntualizó que este proyecto tiene como prioridad el beneficio ambiental además del económico.
“Sin embargo, tendría un impacto positivo en los costos de cierre. Nos permitiría una mayor eficiencia y mejora en los costos, como por ejemplo ahorro de tendidos y perfilado de taludes y otras obras de acondicionamiento. Mientras los depósitos sean físicamente estables, este suelo se adapta al talud siendo mucho más eficaz y resistente a la erosión”, ponderó.
“La asociación suelo-planta es fundamental en el diseño del cierre de cada componente, pues es precisamente esa asociación la que ayuda con la estabilidad del suelo y los taludes y la reducción de agua ácida por el aporte de la evapotranspiración de árboles y arbustos, propiciando más retención de agua superficial (escorrentía), reduciendo la infiltración de agua en los depósitos”, dijo.
“Lo que más nos importa y en lo que estamos enfocados es en cómo a través de los suelos podemos controlar el drenaje y minimizarlo hacia el entorno para evitar el tratamiento químico del agua a perpetuidad. El objetivo es buscar un equilibrio de todo el ecosistema donde se encuentra nuestra mina La Zanja”, consideró.
Llevarlo a escala industrial
“Se trata de un proyecto a escala de gran importancia que, una vez concluido y validados sus resultados, podría llevarse a un mayor nivel, a una escala industrial. Por nuestra parte estamos haciendo los estudios y esfuerzos para hacer que esto sea posible a la brevedad”, anunció el experto.
Asimismo, precisó que Tecnosoles es una definición ya reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), y que su significado es “un suelo transformado por el hombre”.
También destacó el total respaldo que dieron al proyecto los miembros de la alta dirección de Buenaventura, entre ellos los ingenieros Roque Benavides, Presidente del Directorio, y Víctor Gobitz, Gerente General. “El compromiso fue asumido a plenitud por todos los profesionales y trabajadores del proyecto”, subrayó.