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El CEO de RESEMIN, James Valenzuela, calificó la fabricación de “Muki” como uno de los aciertos más importantes para su compañía, puesto que dicha máquina, creada en el 2015, le permitió posicionarse como empresa líder en el nicho de la minería de vetas angostas.
“La única forma de explotar (la mina de vetas angostas) es haciendo túneles lo más reducidos posible, tenemos dos metros de ancho, por tres metros de altura. Y mis competidores de la industria no fabricaban esa máquina. Fue así que tomé la decisión de hacerla (…), y diseñamos la máquina que llamamos Muki”, agregó.
Al narrar la historia de su compañía, Valenzuela contextualizó los hechos en el marco de que, en el 1989, la falta de repuestos para máquinas de perforación de minería subterránea, representó una oportunidad para que decida establecer su propia empresa e incursionar en la fabricación de estos productos.
“Como vi que había una escasez grave, me di cuenta que podía cubrir esa necesidad, encargando la fabricación de esos repuestos”, indicó en la presentación “Un ingeniero, un líder emprendedor”, organizada por el Colegio de Ingenieros del Perú.
El empresario recordó que, en 1992, se percató de que, si continuaba fabricando repuestos para perforadoras neumáticas, “no iba a sobrevivir”.
La internacionalización
“Me di cuenta que tenía que fabricar la máquina completa, máquinas de perforación de túneles”.
Indicó que, en ese entonces, su compañía competía con dos grandes empresas suecas que dominaban la industria: Atlas Copco y Sandvik. Sin embargo, sus conocimientos de ingeniería mecánica le permitieron fabricar máquinas que ofrecían una ventaja diferencial, que no había en el mercado.
En el año 2001, Valenzuela usó sus conocimientos para crear un equipo de perforación electrohidráulico y le vendió esta máquina a una compañía del grupo Glencore.
Agregó que los ejecutivos de Glencore viajaron a Zambia (África), le compraron cuatro equipos más, y le propusieron que fabrique la máquina en ese país, lo que le permitió ofrecer su producto a nivel internacional.
“Zambia es un país productor de cobre importante. Y ese año también me dijeron, James por qué no vienes a operar tus propias máquinas, y ahí si me salió el instinto de empresario, y dije, entro a este negocio. ¡Me convertí en contratista para túneles!”, afirmó.
“Ya estamos trabajando 16 años en Zambia, en Congo, también en la India, y nuestras máquinas están en todo el mundo. El año 2005 empecé operaciones en Argentina, en el el 2012, llegamos a México y nos establecimos en Zacatecas”, detalló.
Por otro lado, el CEO de RESEMIN señaló que sus máquinas no tenían motor diésel y necesitaban ser remolcadas para la perforación, por lo que consideró que tenía que avanzar a la siguiente etapa, es decir, “hacer equipos autopropulsados”.
“Esa adolescencia (tecnológica) afortunadamente pasó, y el año 2007 lancé mi primer equipo autopropulsado con motor diésel y electrohidráulico para la perforación”, añadió.
En el año 2010, Valenzuela apostó por la fabricación de jumbos de perforación, los cuales se caracterizan por la complejidad de su composición. “Es una máquina que pesa más de 20 toneladas y tiene motor diésel, con componentes industriales como bombas hidráulicas, motores eléctricos, entre otros”, explicó.
Datos:
- RESEMIN ha vendido 528 máquinas en todo el mundo.
- La compañía tiene entre el 4% o 5% del mercado a nivel mundial.
- La empresa fabrica 30 tipos de máquinas.
- El año 2017, James Valenzuela recibió el galardón de la categoría Empresa Grande Consolidada y fue nombrado Ganador de Ganadores en la premiación de Líderes Empresariales por el Cambio (LEC)