Edwin Quintanilla

ProActivo | En un ámbito global, si bien la fuente de energía aún está dominada por las fuentes fósiles, la transición a las renovables es cada vez más acelerada. En ese ámbito, de cambios disruptivos, Perú es favorecido por tener energía renovable eficiente, aunque aún tiene una marcada dependencia al petróleo y al gas del 70%, del total de consumo energético.

“El Perú tiene una dependencia en 44% de petróleo, 26 del gas, el 70% en dos energéticos nada más y la buena noticia es que tiene el 29% de energías renovables. Estamos en la región más renovable del planeta, eso hay que rescatarlo eso es una buena noticia y tenemos que consolidarnos. Nosotros tenemos mucho que decir al planeta desde América Latina y el Perú en particular”, sostuvo Edwin Quintanilla, director de la Maestría en Gestión de la Energía de ESAN, en entrevista con ProActivo.

Quintanilla remarcó que el consumo de petróleo en el país supera el 44% de la matriz energética nacional, similar al nivel árabe en Medio Oriente; lo cual dijo puede sustituirse gradualmente con el gas natural, que goza de buenos precios, y las energías renovables.

“Perú tiene precios extraordinarios de gas natural inclusive lo exporta; una buena oportunidad en ese mercado de petróleo en ese segmento de petróleo es sustituirla, por supuesto hay que sustituirla progresivamente, como un tema económico y de competitividad”, manifestó.

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Cambian paradigmas en el mundo

Los paradigmas en el uso de energía están cambiando muchísimo en los últimos tiempos, y el 2020 ha sido un año disruptivo en particular, como consecuencia de la pandemia y el creciente cambio climático y su secuela de calentamiento global, añadió.

“Hay estudios recientes como el de Economist, que hace una evaluación sobre el mundo en este 2021, y deja en esencia en que hay una aceleración tecnológica importante muy marcada en este rubro ante el cambio climático”, agregó.

Camino hacia la energía verde

Al respecto, consideró que los gobiernos van a invertir en este campo y que hay muchas señales que la actual situación nos lleva a cortar drásticamente las emisiones contaminantes e ir mayormente hacia el desarrollo de energías verdes.

“Muchas perspectivas globales nos llevan principalmente a usar energía renovable, pero tienen que ser competitivas, y no es un tema dogmático, buscando la solución más apropiada para cada economía”, explicó.

Boom de acciones energéticas en mundo bursátil

Trajo a colación que el 2020 ha sido significativo, único en materia de energía, y que ha quedado graficado en el boom de las acciones del ámbito energético que se registraron en las bolsas de valores de todo el mundo.

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“Y las acciones que más crecieron fueron las relacionadas a los autos eléctricos y tecnologías digitales NIO Tesla y otras que tienen BYD, y cuyas cotizaciones bursátiles han crecido hasta en mil por ciento”, remarcó.

Acotó que esta situación está yendo en desmedro de las acciones petroleras, cuyos negocios tuvieron muchos problemas financieros en las bolsas, incluyendo las grandes y conocidas empresas del ramo, que perdieron valor bursátil.

Shock de derrumbe energético

Afirmó que en general el 2020 ha sido el año en que el sector de la energía cayó muchísimo, concentrado en las variantes más conocidas, como el petróleo. “Ha habido un shock energético, que no se producía desde la segunda guerra mundial, y estamos cayendo un 7% aproximadamente”, detalló.

La electricidad en alza

Señaló que desde tiempo atrás y hasta el 2020, se ha evidenciado que el mundo marcha hacia un mayor uso de la electricidad en la fabricación de bienes y equipos, sobre todo en la industria de autos eléctricos.

“La densidad del petróleo lo hace más costoso y están surgiendo opciones más económicas para sustituirlo, como la tendencia clara a usar cada vez más la electricidad y robustecerla como matriz energética”, apuntó.

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Refirió que paulatinamente está creciendo el uso de energía eléctrica en autos e instalaciones, dejando de lado las energías fósiles. “Se puede basar en energía eléctrica renovable, es una tendencia que ha venido a quedarse en el mundo”, anotó,

Huellas emergentes tras covid

Afirmó que diversos estudios sobre la realidad imperante, tras el Covid y el cambio climático, aseguran que “cada comunidad tendrá que estar alerta y preparada para un desastre, si queremos adaptarnos a un futuro incontrolable que ya está aquí, y en este nuevo mundo la seguridad nacional tendrá más que ver con las catástrofes climáticas, las amenazas militares y la resiliencia”.

“El covid con sus graves secuelas, como la recesión y al que se agrega el cambio climático, son tres olas muy grandes, lo cual es el principal paradigma actual y del cual hay que ser plenamente conscientes”, subrayó.

Aseguró que se trata de temas a tener en evidencia constante, de manera muy clara, y que responden a una época no normal, y a la cual la humanidad tiene que adaptarse.

“Es importante cómo ser potencialmente resilientes frente a esos gravísimos riesgos vigentes y que se podrían extender en el futuro cercano”, puntualizó.