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El acceso al agua es un derecho y nadie puede disponer de ella con libre albedrío porque limitaría los derechos de los demás y ello puede generar posibles conflictos, fue la conclusión de Jenik Radon, experto en recursos naturales y minería de la Universidad de Columbia en la conferencia de prensa “Prácticas de Gestión y Uso del Agua en la Minería”, organizada por el Ministerio de Energía y Minas (Minem).
Perú es un país que enfrenta muchos retos, sobre todo porque existen diversos conflictos sociales, “a pesar que la teoría señala que debe existir una cuota social por parte de las empresas hacia la comunidad; sin embargo, ello no es así”, comentó un enfático Radon.
Ante ello, sostuvo que es mejor que el sector medioambiente pertenezca al área de ingeniería de las compañías, debido a que el 90% de los problemas en las empresas extractivas surgen a partir de la parte social y medioambiental, pero el 90% de sus esfuerzos son destinados a la parte económica, dejando apenas un 10% para tratar ese tipo de dificultades.
Asimismo, recomendó la participación de la comunidad porque se trata de proyectos que pueden durar entre 20, 30 hasta 50 años.
El ponente estuvo presente en la COP25 y afirma estar sorprendido porque después de 25 años, los países se han dado cuenta que el agua es un factor crítico de intercambio climático, no solo en las zonas donde había agua que ahora están secas o viceversa, sino por la falta de predictibilidad que nos da la Tierra.
Importancia del agua en las comunidades
El catedrático explicó que trató el caso de una compañía de la industria extractiva cuyo contrato no era justo para los granjeros en el que pedía como requisito para su existencia tener una libre disposición del agua y así traer desarrollo a la población. “No es muy educado de su parte que demanden cosas, en segundo lugar, no es práctico y en tercer lugar no tienen el derecho al uso sin restricción del agua”, manifestó.
“Estoy completamente de acuerdo que el agua es un derecho humano. Sin embargo, viene siendo ignorado tanto en los acuerdos, contratos como licencias que nos dan el derecho de ejercer la minería, por lo que lo hemos venido ignorando este tema”, expuso. “El día de hoy los contratos y las licencias con respecto al tema del agua son bastantes bajos”, destacó.
Consentimiento comunitario
En la ponencia, el especialista mencionó el llamado “consentimiento comunitario”, una característica que ha visto en Perú. Hizo hincapié en que este “permiso” libre e informado no debe ser ejercido solamente por las comunidades indígenas, sino por todos los grupos afectados por la industria extendida.
“Un problema que yo tengo con este consentimiento previo, libre e informado es que consentimiento significa acceder a algo y que también tengo el derecho de decir no, porque soy un abogado y así lo entiendo. Sin embargo, aquí no es un consentimiento, simplemente es plática y es un diálogo”, acotó. “La participación de la comunidad no solamente debe ser en una etapa, sino en todas las de la industria”, dijo.
Recomendaciones a las compañías
Con su amplia experiencia, Radon recomendó a las compañías de la industria extractiva nombrar a un Vicepresidente de Relaciones Comunitarias que tenga el mismo poder que el Vicepresidente de Operaciones y que no sea un subordinado, pues no es posible que algunas de estas empresas no tengan una clara idea de la importancia del agua, ni del escuchar a las comunidades.
Otra recomendación es el efecto multiplicador de la parte económica y pensar más en el agua y en el desarrollo local, para que la gente pueda ver beneficios concretos.
Por último, recomendó pensar en el mercado interno, no solo en exportar materia prima, sino bienes terminados y así permitir que la industria siga creciendo.
[…] (Exclusivo) Jenik Radon, experto de la Universidad de Columbia: Recomendó a las empresas mantener v… […]