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Diligente evaluación sobre la real innovación en la industria minería. La innovación en la industria minera va mucho más allá del uso de cámaras, robots o joysticks, “es mucho más que eso, son asociaciones, es cultura, son relaciones con sus fabricantes, que combina la transparencia, el liderazgo, asociaciones, talento y responsabilidad”, afirmó el presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Luis Rivera, al iniciar el ciclo de conferencias de los Jueves Mineros del 2019.
La innovación es transversal a los temas técnicos de la industria minera, pero ¿cómo hacerlo? ¿cómo es? ¿cómo funciona? se preguntó Rivera.
Ilustró que, en la actualidad, los costos en exploración se elevaron, así como la complejidad del hallazgo de nuevos yacimientos: “Hoy en día los yacimientos que se encuentran o los que se encontrarán, no están expuestos. Están por debajo de capas glaciares, capas volcánicas y cubiertos por vegetación”.
Mayores tiempos, más restricciones
Dijo que además se ha incrementado el tiempo desde el descubrimiento hasta la puesta en marcha de un yacimiento; y que casos como Las Bambas donde, “el contrato se firmó en el año 2003 y su primera producción fue en el año 2016”, ya son raros en el mundo.
Recordó que en el año 2018, el CEO de Gold Fields, Nick Holland precisó que en promedio, un proyecto de oro en el mundo, entre su descubrimiento y la puesta en marcha es de 18 años. Hace solo 15 años el promedio era de 10 años. Es decir, entre el momento del descubrimiento y la primera producción, ya transcurren entre 18 y 20 años.
Rivera pormenorizó que en el contexto global hay un incremento de conflicto social y los gobiernos buscan tener mayores beneficios de las compañías mineras que no definen los precios de los commodities y solo controlan los costos.
“Hace poco veía un yacimiento en Montana (EE.UU.) y cuando pedí opinión, me dijeron que es muy complejo porque hay mucha actividad antiminera. Es decir, esa actividad se da en todas las regiones y latitudes”, agregó.
Una reducción real de los precios de los metales
Hay una reducción real de los precios de los metales. El funcionario subrayó que los precios de los metales, que tuvieron su pico en el 2012, no volverán y los costos de producción se han ido incrementando, “solo el zinc mantuvo una mayor demanda, generada por China para la producción de latón”.
La compleja innovación
Al tratar sobre la innovación se preguntó “¿qué traigo? Drones y robots… ya tengo. Pongo unas cuantas cámaras en la mina ¿y ya innové? No señor. La innovación es mucho más compleja”.
Detalló que se trata de cuatro áreas definidas las que asumen la innovación: operación y tecnología; talento y liderazgo; asociaciones con otros; y responsabilidad y transparencia.
Precisó que solo operación y tecnología es el lado “duro”, que demanda los drones, las cámaras, las redes y otros similares, en el marco de la transformación digital y la automatización “las otras tres grandes áreas, son soft, son relaciones con otros”.
Las compañías deben mejorar su conocimiento respecto a los minerales de baja ley, manejo de relaves y en un entorno global de filosofía ecológica. “Necesitamos ser eficientes en el uso de la energía y el agua”, consideró.
Crecen desafíos en la exploración y el minado
Las complicaciones para lograr una mina son cada vez mayores. Rivera quien es vicepresidente ejecutivo para la Región Las Américas de Gold Fields, resaltó que además de los mayores costos de exploración, la probabilidad de éxito de un prospecto geológico, según estadísticas puede ser “de 300 a 1”, lo que constituye una probabilidad de éxito muy baja.
Indicó que la minería está a la espera de tecnologías como, la gravimetría aerotransportada en aviones o en drones, la geofísica en drones; y la perforación direccional.
Actualmente el desafío en el área de minado, consideró, es la necesidad de incrementar la profundidad de la mina, lo cual requiere abrir paredes, algo que solo podrá realizarse con sensores remotos, bigdata, y geotécnica. Lo que involucra que tanto la perforación como la extracción sean remotas para evitar el riesgo humano.
Finalmente precisó que las empresas tendrán que asociarse con los fabricantes de las nuevas tecnologías, asimismo estar más cerca de los gobiernos y las comunidades locales para garantizar la licencia social. “Los modelos de asociación con el gobierno ya están existiendo”, señaló al referirse a Rimay.