Miguel Cardozo, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
ProActivo
Pese a las trabas normativas que atentan contra su mejor desarrollo y la coyuntura política, la minería peruana “no para y no puede parar porque los proyectos no van a dejar de construirse y la exploración no puede dejar de hacerse”, afirmó Miguel Cardozo, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
“(En medio de este panorama) la inversión en exploración en el país ha caído en los años recientes, y ahora deberíamos estar en pleno proceso de crecimiento en ese rubro y no dejar que las actual situación afecte nuestra actividad, pero la realidad es distinta a nuestros deseos”, agregó en declaraciones a ProActivo.
Anotó que el retroceso en exploración “no es de ahora”, sino que ya tiene varios años, pero lamentó que ahora cuando está creciendo la inversión en exploración a nivel mundial, “nosotros comencemos nuevamente a quedarnos”.
“Las cifras del ministerio de Energía y Minas indican que en el primer trimestre hemos caído casi un 31%, eso no debemos permitirlo”, detalló.
A inversionistas no les impacta coyuntura
Sin embargo, el directivo gremial aseguró que la preocupante coyuntura que sacude el país no es vista con tanta preocupación por los inversionistas en el extranjero.
“Felizmente, las personas en el extranjero vinculados a la inversión minera en el país no se impactan tanto con estos problemas (políticos), ellos tienen más confianza que la que tenemos nosotros”, subrayó.
Dijo que los peruanos, quizá por tener una percepción muchísimo más detallada de nuestra actual situación “tenemos una mirada un poco más pesimista y de más preocupación”.
Sabemos vivir bajo turbulencia política
Cardozo sostuvo que en el Perú siempre hemos tenido ruido político, como el registrado en las dos décadas anteriores.
“Sin embargo hemos manejado la economía de manera independiente y llegado a crecer de una forma sistemática y muy positiva, superando las expectativas regionales; de manera que sabemos vivir en ese contexto de turbulencia”, explicó.
Sin embargo, admitió que en los años recientes esta turbulencia se ha incrementado y hay amenazas de que seguirá creciendo, por lo que esa situación tiene que evitarse con el concurso coordinado entre el gobierno y el congreso, “y en general todos tenemos que esforzarnos porque estos problemas se resuelvan de una vez por todas”.
Permisos de exploración carga muy onerosa
El directivo gremial señaló que los permisos de exploración se han convertido en una traba, en un gran problema. “La norma (que involucra permisos) que salió en diciembre del 2017 ha sido un retroceso enorme para el desarrollo de la exploración en nuestro país”, reclamó.
Ilustró que el permiso más temprano que se obtiene para los proyectos que recién inician la perforación – y que antes se podían obtener en un mes- hoy toma entre 7 a 9 meses.
“Y si es sujeto a consulta previa tenemos que añadir por lo menos 4 meses más, o sea que ese trámite, nos demorará más de un año; y eso es inaceptable”, se quejó.
Afirmó que aquello representa una pérdida de competitividad, burocracia ineficiente y una regulación no dimensionada.
“Es no entender que nosotros hacemos exploración respetando el medio ambiente, y no pensar equivocadamente que tenemos un impacto grave como lo dice esa norma, lo cual es absolutamente falso”, refirió.
Recordó que el gobierno aseguró que con dicha norma se sinceraban los plazos para los permisos, cuando en realidad lo que ha hecho es extender todos los trámites.
“En el 2018 hemos llegado al cuarto lugar en temas de inversión en exploración minera, no sé si este año vamos a tener tanta suerte, pues cómo van los permisos va a ser difícil, y esa oportunidad la vamos a dejar pasar si no nos ordenamos o cambiamos”, advirtió.
Asimismo, manifestó que la ventanilla única para tramitar los permisos de las operaciones mineras, “es una frustración”, al punto, que, por ejemplo, el INGEMMET para dar concesiones debe coordinar con una serie de instituciones que se pueden oponer a sus mandatos en este rubro.